Aunque los suplementos de vitamina D administrados durante el embarazo incrementan los niveles de esta vitamina en el suero de las mujeres gestantes al finalizar el embarazo, no se ha demostrado que se asocie a un mayor peso al nacer del recién nacido, o a una disminución de la incidencia de raquitismo. En nuestro medio no se recomienda el suplemento de vitamina D durante la gestación, mientras que documentos de consenso en otros países contemplan esa recomendación en determinadas latitudes, o en los meses de invierno, o en mujeres diagnosticadas de obesidad pregestacional.
Una revisión sistemática de la Biblioteca Cochrane, realizada para evaluar si los suplementos con vitamina D administrados durante el embarazo mejoran la salud materna o la fetal, fue actualizada en 2012(1).
- La búsqueda identificó 34 estudios potencialmente elegibles y finalmente incluyó 6 ensayos con un total de 1.023 mujeres.
- 5 ensayos, con un total de 623 mujeres gestantes incluidas, comparaban los efectos de la vitamina D, con el no tratamiento o placebo; y un ensayo en 400 mujeres embarazadas, comparó la administración de vitamina D con calcio con no dar suplemento.
- El ensayo con 400 mujeres incluidas, analizó como variable de resultado la incidencia de pre-eclampsia. En el grupo que recibió 1.200 UI de vitamina D más 375 mg de calcio al día, fue menos probable desarrollar pre-eclampsia que en el que no lo recibieron; aunque el intervalo de confianza del riesgo relativo incluyó a la unidad (RR de 0,67 con un IC al 95% de 0,33 a 1,35).
- Los datos de 4 ensayos con un total de 414 mujeres mostró que las mujeres que recibieron vitamina D durante el embarazo presentaron niveles más elevados en suero al finalizar el embarazo; sin embargo la magnitud de la respuesta fue altamente heterogénea.
- Los datos de 3 ensayos sugirieron que las mujeres que recibieron suplementos de vitamina D durante el embarazo tuvieron con menor frecuencia un hijo con un peso menor a 2.500 gr., que aquellas que no recibieron tratamiento; pero nuevamente el intervalo de confianza alcanzó la unidad (RR de 0,48 con IC al 95% de 0,23 a 1,01).
- No hubo diferencias en los efectos secundarios entre los grupos, ni en síndrome nefrítico, muerte neonatal, o fetal.
- Los autores concluyeron que el suplemento de vitamina D, en dosis única o periódica, aumentó los niveles en suero de vitamina D al final de la gestación (25-hidroxivitamina D); pero el significado clínico de este hallazgo y la utilidad potencial de esta intervención como parte del cuidado habitual durante el embarazo no ha sido determinado y son necesarios realizar más ensayos de mayor calidad y de tamaño para poder establecer conclusiones sólidas.
Varios documentos de consenso (2-5) y guías de práctica clínica (6) de diversos países, aunque reconocen que la evidencia es insuficiente, recomiendan suplementos de vitamina D en mujeres embarazadas para prevención de raquitismo en el recién nacido, tras una valoración individual (2),o en determinada latitud o durante meses de invierno (4), o en mujeres con una exposición solar limitada, mujeres inmigrantes de determinados países, o con un diagnóstico de obesidad pregestacional (3,5,6).
Los documentos revisados de nuestro país (7,8,9) no incluyen la recomendación de facilitar suplementos de vitamina D durante el embarazo. En nuestro medio, la mayoría de los adultos sanos mantienen un adecuado nivel de vitamina D (8). Las necesidades a través de la ingesta se establecen en 5 μg (200 UI) /día y no aumentan durante el embarazo o la lactancia por lo que en una gestación normal no es necesario utilizar suplementos. Esto se reservaría para situaciones de deficiencia en esta vitamina como el hipoparatiroidismo materno (8).