El único estudio que hemos encontrado que analiza la seguridad de la utilización de la vía intramuscular en pacientes en tratamiento con antiagregantes, es una serie de 15 pacientes (8 de ellos anticoagulados y 7 en terapia con antiagregantes- 4 con aspirina y 3 con clopidogrel-), que tras tratamiento con toxina botulínica no se detectó ninguna complicación, entre los pacientes antiagregados(1). Un total de 328 inyecciones intramusculares de toxina botulínica guiada por ultrasonido se realizaron en 15 pacientes (edad media 53,8 años), siendo la indicación predominante la denervación química de una paresia espástica secundaria a un ictus. Solo 2 hematomas subclínicos se detectaron en pacientes en terapia con anticoagulantes; sin que se produjera ninguna complicación en todos los procedimientos realizados en los pacientes con antiagregantes.
De acuerdo con la información de este estudio y la derivada de las respuestas a preguntas relacionadas formuladas previamente servicio Preevid relacionadas con cirugía o con otras intervenciones en pacientes con tratamiento crónico de antiagregantes y/o anticoagulantes (ver enlaces más abajo), se puede deducir que, en principio, la aplicación de inyecciones intramusculares en personas que toman antiagregantes es segura.
No obstante será preciso tener en cuenta los efectos posibles del principio activo a aplicar de forma intramuscular sobre la coagulación, las posibles interacciones del mismo con los antiagregantes, si se trata de una inyección única o repetida y, en el caso de que la opción fuera suprimir el antiagregante, el motivo por el que lo toma y las posibes repercusiones que la suspensión del mismo durante unos días pudiera tener sobre el paciente.