Hay varias preguntas, formuladas previamente al servicio Preevid, sobre el empleo de plasma rico en plaquetas (PRP) en pacientes con procesos osteomusculares (Ver enlaces de preguntas relacionadas más abajo). Se ha procedido, con esta nueva pregunta, a actualizar la búsqueda centrándola en pacientes diagnosticados de artrosis de rodilla y/o de hombro.
No hemos encontrado ningún ensayo clínico, ni serie de casos, en los que se evalúe la aplicación de PRP en pacientes diagnosticados de artrosis de hombro.
Sobre el empleo de PRP en pacientes diagnosticados de gonartrosis hay varias revisiones sistemáticas basadas en ensayos clínicos, en las que los resultados muestran una leve mejoría del dolor y de la capacidad funcional en relación a placebo y a otros inyectables (como ácido hialurónico); pero ningún sumario, ni informe de evaluación de tecnologías, ni guía de práctica clínica, recomienda su empleo, justificándolo en que los ensayos presentan importantes limitaciones metodológicas y una gran heterogeneidad y que el seguimiento es menor de un año, siendo necesarias nuevas investigaciones para poder establecer una indicación.
Hemos identificado seis revisiones sistemáticas (RS) publicadas en los dos últimos años(1-6), siendo una de ellas una RS de metaanálisis previos(2). La última RS actualizó la búsqueda en noviembre de 2016(6) e incluyó 14 ensayos clínicos con un total de 1.423 participantes. Los controles empleados incluyeron placebo (suero salino), ácido hialurónico, ozono y corticoides.
- Los resultados de las diferentes RS coinciden en ligeras mejorías estadísticamente significativas en el dolor, estado funcional y rigidez en los grupos de PRP frente a otros inyectables (ácido hialurónico) y al placebo.
- Pero los estudios son muy heterogéneos, con diferentes tipos de PRP, con poco tiempo de seguimiento; la mayoría no son doble ciegos y no detallan bien el sistema de aleatorización. Coinciden en que son necesarios estudios más amplios y con seguimiento de al menos dos años.
- No está suficientemente aclarado cual es el número ideal de inyectables, ni la dosis, ni el intervalo de tiempo en que aplicarlas, ni la posible combinación con otros agentes, ni cual es la mejor preparación entre las diferentes modalidades de PRP existentes.
Posterior a la fecha de búsqueda de la última RS(6) hemos identificado 4 nuevos ensayos clínicos (7-10) con una media de 112 pacientes cada uno (rango de 75 a 162) y con un tiempo de seguimiento de 6 a 12 meses. Los ensayos mostraron una mejoría en las escalas de dolor en el grupo de PRP.
Dos informes de evaluación de tecnologías sanitarias publicados en 2013(11,12) señalaron que la evidencia disponible era insuficiente para poder recomendar los inyectables intra articulares de PRP en la práctica habitual en pacientes diagnosticados de artrosis de rodilla; siendo necesario la realización de más estudios y con un mayor período de seguimiento.
- Del informe de la agencia del País Vasco(11) destacamos que:
- Los denominados de forma genérica “PRP” incluyen preparados muy heterogéneos en cuanto a su composición tanto en lo que a la concentración de plaquetas, como en la presencia de leucocitos o activación plaquetaria exógena. Interesa por tanto la clasificación de los PRP en función de sus características para lograr una mejor comprensión de los efectos derivados de su utilización terapéutica. Existen en la actualidad más de 20 sistemas de preparación de PRP en el mercado que producen diferentes tipos de PRP lo que probablemente da lugar a efectos biológicos diferentes.
- Un análisis de la evidencia disponible para cada tipo de PRP aporta unos resultados positivos en la mayor parte de los estudios, pero son escasos los estudios controlados, así como el número de pacientes estudiados para la mayoría de los tipos de PRP. Los ensayos clínicos aleatorizados que han analizado los efectos de estas intervenciones han encontrado, en general, resultados favorables a la intervención especialmente en cuanto a la disminución del dolor se refiere.
- No se dispone de información importante relativa a la comparación de los efectos de PRP frente a placebo, sobre su efecto y seguridad a largo plazo, así como la comparación frente a un mismo tipo de comparador para poder hacer recomendaciones firmes.
- El conocimiento actual no permite recomendar firmemente su inclusión en la cartera básica de prestaciones sanitarias hasta que se determinen aspectos aún desconocidos e importantes para su protocolización, como son: la dosis más eficaz, el volumen óptimo de PRP a inyectar, el número de inyecciones y el intervalo entre las mismas.
- Sobre la seguridad de la inyección intra articular de PRP para el tratamiento de la artrosis de rodilla podría asociarse a la aparición de inflamación local tras la administración y al dolor local de carácter leve-moderado y autolimitado en el tiempo. Sin embargo, los ensayos clínicos no arrojan datos sobre la seguridad de estas terapias a largo plazo ni usados con tandas repetidas de infiltraciones en la misma persona.
Los sumarios de evidencia(13-16) y las guías de práctica clínica(17,18) revisadas tampoco recomiendan su empleo.
- El sumario de BestPractice(16) incluye esta intervención entre las emergentes y todavía en investigación.
- La guía de la Asociación Americana de cirujanos ortopédicos de 2013(17), afirmaba que no podía pronunciarse ni a favor, ni en contra de la inyección intra articular de PRP en pacientes con artrosis de rodilla sintomática. Similar conclusión establece como suya el sumario de evidencia más actualizado de Dynamed(15).
- La guía inglesa de NICE, publicada en 2014(18) concluía que:
- La evidencia actual en el empleo de PRP para la artrosis de rodilla no parece presentar efectos de seguridad importantes, pero la evidencia sobre su eficacia es inadecuada por falta de calidad; sin que se realice una recomendación para su empleo de forma habitual.
- Es necesaria más investigación sobre su eficacia, con estudios controlados bien diseñados que describan claramente las características de selección de los pacientes y que comparen los procedimientos con otros métodos de tratamiento de la gonartrosis. Las variables de resultados deberían incluir aspectos funcionales de la rodilla, y de seguridad a largo plazo.
- Las inyecciones de PRP en pacientes con artrosis de rodilla solo deberían ser empleadas en un contexto muy determinado, cuidando los aspectos de atención clínica, consentimiento, auditorías, o bien dentro de líneas de investigación.
- Los efectos adversos de las inyecciones intra articulares de PRP incluyen síncope, mareo, dolor de cabeza, náuseas, gastritis, sudoración y taquicardia; y está descrita como efecto secundario muy poco frecuente la artritis séptica.