Con los documentos encontrados tras la búsqueda, y que se refieren a continuación, se podría concluir que el tratamiento de las heridas infectadas por medio de pomadas tópicas de antibióticos estaría limitado, ya que generalmente se produce sensibilización, resistencias, ototoxicidad, etc. Por otra parte sería necesario más investigación antes de poder sacar conclusiones definitivas sobre su efectividad, por lo que en general se recomiendan otras intervenciones.
Una Revisión Sistemática (RS)(1) determina los efectos de los antibióticos sistémicos y los antibióticos y antisépticos tópicos en la curación de las úlceras venosas. En cuanto a las preparaciones antibióticas tópicas, concluye que se necesita más investigación de buena calidad antes de poder sacar conclusiones definitivas sobre su efectividad, como es el caso de las preparaciones a base de lactato de etacridina y mupirocina en la curación de las úlceras venosas de la pierna; y considerando el problema creciente de la resistencia bacteriana a los antibióticos, las normas de prescripción actuales recomiendan que las preparaciones antibacterianas sólo se usen en casos de infección definida y no para la colonización bacteriana.
Otra RS(2) evalúa los efectos de la plata tópica y los apósitos de plata sobre la cicatrización de la herida en el tratamiento de las heridas contaminadas e infectadas, agudas o crónicas. El uso de antibióticos tópicos se evaluó en dos de los ensayos incluidos, pero no se encontraron diferencias significativas. Los antibióticos tópicos utilizados fueron: la mupirocina, activa contra los organismos grampositivos; y el ácido fusídico para las infecciones estafilocócicas. El sulfato de neomicina se utiliza para tratar las infecciones bacterianas de la piel. Los autores señalan que cuando reciben tratamiento grandes áreas de la piel, puede ocurrir ototoxicidad (un efecto nocivo sobre la audición) como un posible efecto adverso.
Dos Guías de Práctica Clínica (GPC)(3,4), una para el manejo de las úlceras por presión y la otra de úlceras crónicas en piernas, indican que las evidencias sugieren que los efectos de las pomadas tópicas de antibióticos están limitados y que generalmente se produce sensibilización.
Un resumen de evidencia (RE)(5) sobre el manejo y cuidados de quemaduras faciales, centra uno de los objetivos en la prevención y/o tratamiento de la infección de la herida. Indica, en cuanto a la elección del producto para el cuidado de la herida, que exceptuando el caso de quemaduras en pequeñas áreas aisladas, la pomada tópica es más a menudo el tratamiento de elección para las quemaduras faciales. Aunque muchos autores se centran en el uso de parafina estéril, señalan que el uso de las pomadas antibióticas tópicas es más común en los niños. Recomienda seguir los protocolos de las Unidades de Quemados regionales.
Un Ensayo Clínico Aleatorio (ECA)(6) compara el efecto de la administración de un antibiótico tópico estándar (bacitracina) versus un sustituto de piel biológica en quemaduras parciales de la cara en pacientes adultos. Concluye que el sustituto de piel mejora significativamente el manejo y cura (disminución del tiempo de repitelización, del dolor, etc.), comparado a la técnica abierta con pomada antibiótica tópica.
Con respecto a la elección y dosis de pomadas antibióticas, hemos encontrados dos estudios:
Uno(7) evalúa el efecto de pomada de retapamulina aplicada tópicamente y usada a diferentes dosis en heridas infectadas con estafilococo aureus y estreptococo piógeno en ratones con el objetivo final de tratar infecciones de heridas en humanos. Compara la retapamulina (1%, wt/wt) utilizada 2 veces al día (dvd) frente a una utilización de 3 veces al día (tvd); y un régimen de aplicación durante 5 días frente a la aplicación durante 7 días. Los resultados demuestran el beneficio potencial de la retapamulina cuando es utilizada dvd durante 4 o 5 días. Los autores señalan que los datos obtenidos respaldan la recomendación de hacer una evaluación mediante ensayos clínicos en humanos.
El otro es un estudio prospectivo(8) que evalúa un antibiótico triple tópico (ATT; combinación de sulfato de neomicina, bacitracina de zinc y polimixina B sulfato) frente a la pomada de mupirocina para la prevención de complicaciones de las heridas, en tejidos blandos, infectadas. El estudio encuentra un índice similar de infección de herida, atenuación del dolor y acontecimientos adversos utilizando el ATT o la pomada de mupirocina. Si los resultados se confirmaran en un ensayo más grande, esto sugeriría que el ATT es el menos costoso por lo que puede ser recomendado para la profilaxis de las complicaciones que siguen a las heridas en tejido blando.