No se ha encontrado resultados de investigación sobre la utilización de la harina de maíz en las úlceras infectadas, ni Guías de Práctica Clínica (GPC) que recomienden su uso.
Pero en tres GPC se hacen recomendaciones para tratar las úlceras por presión infectadas:
- Una de las GPC(1) recomienda que: si la úlcera presenta signos de infección local se deberá intensificar la limpieza y el desbridamiento (Grado recomendación B). Entre dos y cuatro semanas, si la úlcera no evoluciona favorablemente o continua con signos de infección local, habiendo descartado la presencia de osteomielitis, celulitis o septicemia, deberá implantarse un tratamiento específico. Si se decide aplicar un antibiótico local, éste debe ser efectivo contra los microorganismos que más frecuentemente infectan las úlceras por presión y conforme a las políticas institucionales de uso racional aplicables. Como opción a la utilización de antibióticos locales, se podría adoptar la utilización de apósitos con plata en malla de carbón (Grado recomendación A)*. Si no hay respuesta favorable al tratamiento local, deberán realizarse cultivos bacterianos (mediante aspiración percutánea con aguja o biopsia tisular, evitando, a ser posible, la recogida de exudado mediante frotis que puede detectar sólo contaminantes de superficie y, no en todo los casos, el microorganismo responsable de la infección) (Grado recomendación B)*. Una vez identificado el germen se planteará un tratamiento antibiótico específico, valorando de nuevo la lesión.
- Una segunda GPC(2) indica que el uso de antiséptico, como norma general, no debe ser utilizado de manera sistemática, sólo en algunas situaciones especiales como heridas con infecciones por microorganismos multiresistentes. En las heridas infectadas o sin signos claros de infección local, no existen evidencias que justifiquen su uso como barrera frente a la infección ni como productos secantes, ya que la mayoría se presentan en soluciones acuosas o alcohólicas, por tanto pueden aumentar el riesgo de maceración y producir irritaciones en la piel y mucosas. El uso continuado de algunos antisépticos locales, puede provocar problemas sistémicos. Con respecto al control de la infección bacteriana de las úlceras señala que se basa principalmente en: higiene de manos; utilización de guantes para realizar cualquier manipulación de la lesión (Grado recomendación C)*; en pacientes con varias lesiones comenzar por la menos contaminada; protección de las lesiones de fuentes externas de contaminación (heces, orina etc.) (Grado recomendación C)*; utilización de instrumentos estériles. (Grado recomendación C)* y eliminación de guantes y residuos según normativa. No recomienda la utilización de antibióticos sistémicos en la prevención de la infección, ya que no existen evidencias de su efectividad. Ante la aparición de signos de infección local o indicios de colonización crítica, recomienda seguir los mismos pasos que la anterior GPC, señalando que no se usarán apósitos oclusivos (que no permitan el intercambio gaseoso).
- La tercera GPC(3) indica que con los estudios disponibles, el papel de los antimicrobianos en el tratamiento de las Ulceras por Presión (UPP) no está claro, pues los estudios son pequeños y de baja calidad metodológica. Sin embargo, se recomienda usar antibióticos sistémicos si aparecen signos sistémicos y clínicos de infección en pacientes con UPP. Recomienda valorar periódicamente si los pacientes con UPP padecen dolor, pues un aumento sugiere un deterioro mayor y posibilidad de una infección (Grado recomendación D)*. Si hay signos de infección local, hay que intensificar limpieza, desbridamiento y hacer un cultivo. Los antibióticos sistémicos no son necesarios en las UPP con signos clínicos únicamente de infección local (Grado recomendación C)*. Sin embargo, recomienda usarlos si se presentan signos sistémicos y clínicos de infección en los pacientes (Grado recomendación D). Tampoco hay evidencias científicas suficientes que apoyen el uso de apósitos de plata; no obstante, según la experiencia del GAUPP, se recomienda usarlos si se tiene la sospecha de una infección y en los casos en que haya fracasado el tratamiento convencional y la úlcera no evolucione satisfactoriamente en el tiempo previsto. Solamente el metronidazol tópico en forma de gel ha demostrado eficacia en la curación de úlceras colonizadas por anaerobios (Grado recomendación B)*.
* Ver Grados de recomendación en los textos completos de las guías.