Enfocamos la pregunta en pacientes diagnosticados de una poliquistosis renal autosómica dominante (PRAD); ya que la otra variedad genética, autosómica recesiva, es mucho menos frecuente, más grave y suele detectarse poco después del nacimiento(1).
No hemos encontrado estudios, ni ensayos clínicos, ni series de casos, realizados en pacientes diagnosticados de PRAD en los que se evalúen los beneficios y desventajas de la detección y tratamiento de la bacteriuria asintomática.
Ni en las preguntas previas formuladas al servicio Preevid (Ver más abajo en preguntas relacionadas), ni en los documentos revisados que elaboran recomendaciones sobre bacteriuria asintomática: sumarios de evidencia(2,3), revisión sistemática(4) y guías de práctica clínica(5,6) se incluyen los pacientes con PRAD entre los que se recomienda tratar el hallazgo de una bacteriuria asintomática. En estos documentos se advierte de la importancia de evitar el tratamiento antibiótico en la bacteriuria asintomática, salvo en gestantes y en las pocas situaciones clínicas que esté justificado, para evitar efectos secundarios, posibilidad de reacciones alérgicas y no favorecer la aparición de resistencia bacteriana.
Tampoco los sumarios de evidencia sobre el seguimiento de pielonefritis aguda (7) o de los pacientes con PRAD(8,9), o las guías de práctica clínica sobre PRAD(10,11) incluyen recomendaciones sobre el cribado y/o el tratamiento de la bacteriuria asintomática.
Tan solo hemos identificado un estudio sobre bacteriuria asintomática en pacientes con PRAD (12), del que hemos podido leer tan solo al resumen, y en el que la frecuencia de bacteriuria asintomática fue similar en pacientes con PRAD que en controles sanos. Se trata de una revisión retrospectiva realizada en un grupo de 49 pacientes con PRAD (19 hombres y 30 mujeres) con función renal normal y sin diabetes; y en un grupo de 50 controles sanos (22 hombres, 28 mujeres) . Las infecciones del tracto urinario (ITU) fueron significativamente más frecuentes en la historia clínica de los pacientes con PRAD que en el grupo control (26% frente a 0%, p <0,001); sin embargo, la frecuencia de bacteriuria asintomática no mostró diferencias estadísticamente significativas(se encontró bacteriuria asintomática en el 2% de los pacientes con PRAD y en el 4% del grupo control; p = 0,69).
Otra serie de casos confirmó la elevada frecuencia de ITU en los pacientes con PRAD(13). El 60% de 180 pacientes con PRAD presentaron al menos un episodio de ITU en un período de 5 años. El hemocultivo fue positivo en el 10% de los casos, mientras que el de orina fue negativo en 40%, siendo este dato de gran importancia en el diagnóstico de ITU en pacientes con PRAD, al poder presentar una infección de un quiste renal con ausencia de bacteriuria.
Dentro de hallazgos asintomáticos en analítica de orina la revisión retrospectiva de 256 pacientes con PRAD mostró una elevada incidencia de piuria asintomática y cuando la piuria fue persistente se asoció a una mayor tasa de ITU y a un mayor deterioro de la función renal(14).