Hay una pregunta realizada con anterioridad (acceso al final de la página) sobre la relajación muscular progresiva (RMP) de Jacobson frente a otros métodos (como el de Shultz o la sofrología) en pacientes con ansiedad, sin especificar que tipo de ansiedad, que en parte puede responder su pregunta.
Pero se ha realizado una búsqueda mas actualizada y específica, en pacientes con trastorno de ansiedad generalizada (TAG), y se han encontrado 3 Guías de Práctica Clínica (GPC), una Revisión Sistemática (RS), 1 Sumario de Evidencia de Uptodate y 1 Ensayo Clínico Aleatorio (ECA) que recomiendan (con diferentes Grados de Recomendación) realizar RMP, en combinación o no con la Terapia Cognitivo Conductual (TCC). Estas recomendaciones se realizan en diferentes ámbitos y cuando el TAG está asociado a diversas patologías (cáncer, dependencia alcohólica, etc.). Con respecto a si es mas efectiva la intervención en forma grupal o individual, no se responde porque no hay estudios realizados.
Una GPC(1) para tratar la ansiedad relacionada con el cáncer, que incluye el trastorno de ansiedad generalizada (TAG) y el trastorno de estrés postraumático, incluye entre las intervenciones y prácticas consideradas la relajación muscular progresiva (RMP), aunque no especifica si el entrenamiento debe realizarse en forma grupal o individual. Señala que la RMP es una intervención recomendada de efectividad no probada.
Otra GPC(2) para el manejo de pacientes con trastornos de ansiedad en Atención Primaria (AP), hace las siguientes recomendaciones para el TAG:
Recomendaciones generales, con Grado de Recomendación A(*):
- Realizar Terapia Cognitivo Conductual (TCC) como uno de los tratamientos de elección por su efectividad en la reducción de los síntomas de ansiedad, preocupación y tristeza (a corto y largo plazo), teniendo en cuenta las preferencias del paciente.
- Las intervenciones con TCC deben incluir una combinación de intervenciones como reestructuración cognitiva, exposición, relajación y desensibilización sistemática.
- La TCC debe ser aplicada en unas 10 sesiones (unos 6 meses) como media, ya que no se consigue una mayor efectividad aplicándola durante más tiempo. Pede ser aplicada de manera individual o grupal (los efectos son similares), aunque el tratamiento individual conlleva menores tasas de abandono.
Recomendaciones específicas en AP, con Grado de Recomendación B(*):
- Aplicar intervenciones cognitivo-conductuales (relajación, reconocimiento de pensamientos ansiogénicos y de falta de autoconfianza, búsqueda de alternativas útiles y entrenamiento en acciones para resolución de problemas, técnicas para mejorar el sueño y trabajo en casa) por profesionales entrenados.
- Realizar talleres grupales basados en relajación y técnicas cognitivas aplicables en los centros de AP.
Recomendaciones específicas en AP, con Grado de recomendación √(*):
- Los talleres grupales deben tener una duración de al menos 8 sesiones (1 semanal), realizarse de forma reglada y ser dirigidos por profesionales entrenados.
- Las técnicas psicológicas de posible aplicación en AP son: relajación, exposición, autocontrol, entrenamiento en habilidades sociales, autoinstrucciones, entrenamiento en el manejo de la ansiedad, distracción cognitiva y detención del pensamiento, resolución de problemas, reestructuración cognitiva y terapia interpersonal.
Recomendaciones sobre tratamiento combinado (TCC y medicación) en AP, con Grado de Recomendación B(*):
- Realizar 7 sesiones durante 9 semanas, realizadas por profesionales entrenados en terapia cognitiva y RMP. El paciente debe realizar, además, trabajo en casa.
Una GPC(3) posterior (2011) del NICE (National Collaborating Centre), para el manejo del TAG, con respecto al uso de técnicas de relajación recomienda entre las intervenciones psicológicas de alta intensidad que, si la persona elige una intervención psicológica de alta intensidad, se debe ofrecer TCC o relajación. Esta debe: basarse en relajación aplicada (RA); ser suministrada por profesionales capacitados y competentes; y consistir en 12 a 15 sesiones, 1 hora duración y semanal (menos si la persona se recupera antes, más si es necesario clínicamente).
La RA fue desarrollada originalmente para el tratamiento de fobias, pero tiene una aplicación más amplia con otros trastornos de ansiedad, como el TAG. Se centra en la aplicación de RMP en situaciones en que la persona esta, o pueda estar, ansioso y le permite intervenir de forma temprana en respuesta a la ansiedad y la preocupación. Los elementos de la RA incluyen: RMP; relajación solo con distensión; relajación con control (reduce el tiempo necesario para relajarse asociando una clave y la relajación de los músculos); relajación rápida. La relajación aplicada es la aplicación de técnicas de relajación adquiridas a través de la exposición a situaciones que provocan ansiedad
Una RS(4) realiza un meta- análisis sobre la variabilidad y la importancia clínica de los resultados de reducción de ansiedad tras el tratamiento de relajación, incluidas RMP de Jacobson, entrenamiento autógeno, RA y meditación. Los 27 estudios incluidos (1997-2007) fueron tanto ECAs, como observacionales sin grupo control. La RMP se utilizó en 10 estudios (41,7%), el entrenamiento autógeno y la meditación en 2 (8,3%). Sólo un estudio utilizó la RA. El resultado primario fue la ansiedad medida con cuestionarios psicométricos.
Los resultados mostraron una eficacia consistente y significativa de las técnicas de relajación para reducir la ansiedad. Mientras que todos los entrenamientos de relajación reducen la ansiedad, la RA, la RMP y la meditación mostraron mayores tamaños del efecto que otras técnicas. Es posible, aunque debe ser investigado por otros estudios, que los jóvenes puedan tener una mejor disminución de los niveles de ansiedad, en comparación con las personas de edad. El entrenamiento es más eficaz cuanto mas grande es su intensidad y larga la duración, especialmente con la práctica de los ejercicios en casa. El contexto de aplicación resultó irrelevante. Los tratamientos son igualmente eficaces en la reducción de la ansiedad, tanto en grupo como individualmente.
La RS señala que la relajación ha sido ratificada para su uso en el tratamiento del TAG, pues ha demostrado ser igual de eficaz como la terapia cognitiva, la cual exige mucho más del terapeuta.
El SE de Uptodate(5) sobre psicoterapia para el TAG incluye, dentro de la TCC el entrenamiento en relajación y señala que la RMP es una de las técnicas de relajación de elección, ya que lleva a reducir la tensión muscular excesiva y la vigilancia a la amenaza. Indica que el objetivo de que los pacientes aprendan técnicas de entrenamiento de relajación es controlar los niveles excesivos de tensión y, a continuación, se les debe alentar a aplicar las habilidades cognitivas y de relajación durante las exposiciones a las imágenes de los acontecimientos negativos temidos y situaciones que provocan ansiedad, y así no realizar conductas de evitación.
Señala que los ejercicios de respiración (respiración diafragmática lenta) se pueden incorporar en el entrenamiento de relajación.
Un ECA(6) evalúa la TCC frente al entrenamiento de relajación para la ansiedad en el trastorno por consumo de alcohol. Señala que el tratamiento para el trastorno por consumo de alcohol (TCA) es mucho menos eficaz para las personas con un trastorno de ansiedad coexistente. La adición de un tratamiento de ansiedad independiente al tratamiento TCA no mejora sustancialmente los pobres resultados con respecto al consumo de alcohol de estos pacientes. Esto puede reflejar la falta de atención por parte de los tratamientos independientes para la interacción dinámica de los síntomas de ansiedad con el consumo de alcohol y la motivación para beber. Sobre esta base se realizó un tratamiento basado en TCC diseñado tanto para reducir los síntomas de ansiedad como debilitar los vínculos entre la ansiedad y la motivación para beber. 344 pacientes con TCA y con fobia social, TAG o trastorno de pánico asociados fueron asignados al azar a un grupo que recibieron TCC o a otro con entrenamiento en RMP. Las evaluaciones se llevaron a cabo inmediatamente después del tratamiento y los 4 meses (n = 247).
El grupo de TCC mostró significativamente mejores resultados con respecto al consumo de alcohol 4 meses después del tratamiento que el grupo con RMP. Aunque ambos grupos experimentaron un importante grado de reducción de la ansiedad después del tratamiento, no hubo diferencias significativas entre los grupos inmediatamente después del tratamiento y sólo una ligera ventaja para el grupo de TCC 4 meses después del tratamiento. Estos hallazgos sugieren que las intervenciones específicas dirigidas a debilitar la relación entre la experiencia de la ansiedad y la motivación para beber juegan un papel importante en la mejora de los resultados sobre el consumo de alcohol más allá de solo de la reducción de la ansiedad.
(*) Mirar clasificación de los Grados de Recomendación en la GPC