La adecuación de la administración sistemática de yodo durante el embarazo es un tema ampliamente tratado en el servicio Preevid, como se puede apreciar abajo donde se enumeran las preguntas previamente publicadas en relación a esta cuestión.
La última actualización realizada se publicó en marzo de 2011 y en ella se concluía que En base a la documentación revisada, ..., en el momento actual no se encuentran evidencias suficientes para establecer una recomendación firme en relación a la necesidad de la suplementación adicional sistemática con preparados farmacológicos de yodo en gestantes sanas en áreas con déficit leve-moderado de yodo
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Para dar respuesta a esta nueva pregunta se ha procedido a revisar la bibliografía más actualizada y la información localizada se considera continúa sin aportar evidencias firmes que justifiquen, en ámbitos con deficiencias leves-moderadas de yodo (como España), la suplementación adicional sistemática con yodo durante el embarazo y fundamentalmente durante la lactancia, en mujeres sanas, principalmente debido a la falta de estudios que identifiquen efectos positivos (en el desarrollo neurocognitivo infantil) a medio-largo plazo y clarifiquen la posibilidad de efectos adversos.
La actualización de 2012 de la guía de práctica clínica(GPC) del Institute for Clinical Systems Improvement sobre cuidados prenatales(1) continúa sin incluir la administración de suplementos de yodo entre las medidas a adoptar en las gestantes.
Tampoco se encuentra su indicación entre las recomendaciones a tomar en el embarazo que se incluyen entre el listado de medidas preventivas del documento de consenso de la American Academy of Family Physicians actualizado en 2012(2).
Por otra parte, la GPC sobre el diagnóstico y el manejo de la enfermedad tiroidea durante el embarazo y el posparto de la “American Thyroid Association”(3) establece como recomendaciones que:
- Todas las mujeres embarazadas y lactantes deben ingerir un mínimo de 250 mcg/día de yodo (Grado de recomendación A)*.
- Para alcanzar la ingesta de 250 mcg/día de yodo se recomienda que, en EE.UU., todas las mujeres que planean un embarazo, las actualmente embarazadas y las lactantes, deben suplementar su dieta con 150 mcg de yodo/día como suplemento oral de yoduro potásico (Grado de recomendación B)*. En este punto se añade que, en otros ámbitos, las estrategias para asegurar una ingesta adecuada de yodo durante la preconcepción, embarazo y lactancia debe variar de acuerdo con los hábitos alimentarios regionales y la disponibilidad de sal yodada (Grado de recomendación A)*
- Se debe evitar una ingesta de yodo, como parte de la dieta y en forma de suplementos dietéticos, que exceda los 500-1,100 mcg/día debido al riesgo de hipotiroidismo fetal (Grado de recomendación C)*.
Respecto a la necesidad de suplementos de yodo, dos sumarios de evidencia de Uptodate sobre los trastornos por deficiencia de yodo(4) y sobre nutrición en el embarazo(5), comentan que:
- Consumir una cantidad adecuada de yodo durante el embarazo es importante para el desarrollo fetal. Se añade que, en las regiones donde < 90% de los hogares utilizan sal yodada y la mediana de la concentración de yodo urinario en los niños es <100 mcg/L, la Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda la ingesta de 250 mcg/día de yodo durante el embarazo y la lactancia y que en los países sin deficiencia de yodo (como los EE.UU.), la suplementación con 150 mcg de yodo (en forma de yoduro potásico) al día durante el embarazo y la lactancia se considera adecuada(4).
- El sumario sobre nutrición en el embarazo(5) vuelve a mencionar que la OMS recomienda una ingesta de yodo de 250 mcg para las mujeres embarazadas y lactantes y, hace referencia a la GPC de la “American Thyroid Association”(3) que recomienda, para lograr la ingestión de yodo 250 mcg/día, que las mujeres que están planeando un embarazo, embarazadas, o lactando, complementen su dieta con un suplemento multivitamínico diario oral que contenga 150 mcg de yodo en forma de yoduro potásico.
La actualización de 2012 del documento de consenso del Programa de actividades preventivas y de promoción de la salud (PAPPS)(6), en el apartado de actividades preventivas a adoptar en el embarazo, matiza la recomendación de la versión previa y establece que “Durante el embarazo se produce un incremento de la función tiroidea, con aumento de los requerimientos diarios de yodo, pasando de 150 a 250 mg/día. En gestantes españolas se ha constatado que la dieta no aporta los requerimientos diarios de yodo necesarios para la formación de hormonas tiroideas maternas. Durante el primer trimestre de gestación el desarrollo cerebral y auditivo del feto está influido por las hormonas tiroideas maternas, por lo que organismos internacionales recomiendan ingesta diaria a las gestantes de 200 mg de yodo (evidencia limitada pendiente resultados)”.
Una revisión narrativa sobre los suplementos de yodo en embarazadas sanas(7), publicada en 2011 en España, realiza una exhaustiva revisión bibliográfica sobre el tema y concluye que:
- En zonas geográficas con déficit grave de yodo, la suplementación con yodo en el embarazo demuestra tener un efecto positivo en la prevención de cretinismo, en la mortalidad e incluso en la mejora del desarrollo cognitivo de los niños Por tanto, en este ámbito estaría recomendada “la suplementación con yoduro potásico a las embarazadas, sin olvidar la actuación sobre otros determinantes de la salud”.
- En áreas con déficits leves o moderados, la efectividad clínica de la suplementación adicional con yodo se considera que no queda demostrada con la evidencia existente hasta el momento, por lo cual, el autor establece que, “en lugares con déficits leves-moderados de yodo, como es el caso de España, no se ha demostrado que la suplementación adicional con preparados farmacológicos de yodo de forma sistemática en mujeres sanas tenga efectos clínicos beneficiosos sobre la madre o el neonato”.
La carencia de estudios a largo plazo se refleja también en una revisión narrativa(8) publicada en junio de 2012 en la que se menciona además que están en marcha dos ensayos clínicos (en India y Tailandia) cuyos resultados se espera contribuyan a aportar evidencia sobre la suplementación de yodo en mujeres embarazadas que viven en áreas con deficiencia leve de yodo.
Una nueva búsqueda realizada en la base de datos Medline no ha identificado estudios posteriores a las mencionados en las preguntas previas en los que se evalúen los efectos a largo plazo, maternos y en los niños, de la suplementación con yodo administrada durante el embarazo y la lactancia. Tampoco se han localizado trabajos en los que se analice y evalúe de forma específica la suplementación con yodo durante la lactancia.
En la búsqueda no se ha localizado la publicación de los resultados del ensayo clínico, aleatorizado, controlado con placebo y doble ciego, que comentábamos en la pregunta de marzo de 2011.
Informamos además que está en desarrollo (se esperaba para 2012 su publicación) una GPC de la OMS sobre suplementación de yodo durante el embarazo. (Ir al enlace)
*Ver grados de recomendación en el texto completo de la guía.