Tras la revisión de recientes guías de práctica clínica (GPC)(1-4), documentos de consenso(5,6) y varios sumarios de evidencia(7-11) encontramos que existe unanimidad en que los corticoides sistémicos no estarían indicados en niños preescolares con crisis asmáticas leves (salvo no mejoría o recaída sintomática). En esta población infantil con crisis de asma moderadas, hay controversia, con documentos que no los consideran indicados (salvo no mejoría o recaída sintomática) y otros que sugieren valorar su utilización. La vía de administración de elección de los corticoides sistémicos sería la oral, salvo en niños que no toleren esta vía.
Centrándonos en los documentos que de forma específica abordan el manejo del niño preescolar describimos que:
La actualización de 2024 de la GPC GINA (Global Initiative for Asthma)(1), respecto al manejo de las crisis asmáticas en niños ≤ 5 años establece que en caso de exacerbación leve o moderada (en caso de niño sin aliento, agitado, con frecuencia cardiada ≤ 180 lpm [0-3 años] o ≤ 150 lpm [4-5 años] y saturación de oxígenos ≥ 92%) se considera utilizar prednisolona (2 mg/kg [max 20 mg en < 2 años; max 30 mg en niños de 2-5 años) si:
- tras monitorización durante 1-2 horas el niño empeora o no mejora;
- tras mejoría los síntomas recurren a las 3-4 horas.
En la actualización de 2024 de la GPC española para el manejo del asma (GEMA)(2) se comenta que la eficacia de los glucocorticoides (GC) sistémicos en preescolares con episodios agudos de sibilancias leves a moderadas causadas por infecciones víricas está cuestionada, por lo que, en general, su uso debería restringirse a las crisis más graves (prednisolona 1-2 mg/kg/día). Pero, en cambio, en los niños mayores de 5 años, han mostrado su beneficio cuando se usan precozmente siendo la vía oral la de elección, frente a la intravenosa o intramuscular, salvo que el paciente no la tolere o concurran otras circunstancias que lo impidan.
En definitiva, para los autores los GC sistémicos deberían administrarse en las crisis graves-moderadas y considerarse en las leves con respuesta insuficiente a los broncodilatadores o si el niño tiene antecedentes de crisis graves (en este caso precozmente). El más utilizado es prednisolona a dosis de 1-2 mg/kg/día (máximo 40 mg) durante 3 a 5 días o hasta la resolución. (Categoría de la evidencia A)*
Añaden que como alternativa se está utilizando dexametasona y que el efecto de administrar una única dosis de dexametasona por vía oral (a 0,3-0,6 mg/kg) no es inferior al de administrar prednisolona por vía oral (a 1 mg/kg/día) durante los 3 días de tratamiento. (Categoría de la evidencia B)*.
En una GPC australiana de 2023(3) se plantea considerar los esteroides en niños de 1-5 años con crisis moderada si tras reevaluar a los 30 minutos tras la tercera dosis de salbutamol no hay buena respuesta; se propone tratar con esteroides vía oral: pregnisolona 1mg/kg (max 50 mg) o dexametasona 0,3 mg/kg (max 16 mg). En el caso de crisis leve no se consideraría su uso salvo que evolucionen a crisis moderadas y se den las circunstancias mencionadas.
Y en otro manual australiano para el manejo del asma(4) se afirma que en el caso de los niños de 1 a 5 años, los corticosteroides sistémicos generalmente deberían limitarse a aquellos con sibilancias agudas graves.
En un documento de consenso de la Red Española de Asma en Pediatría(6), publicado en 2021, también se considera valorar los corticoides orales en caso de niños con crisis leves que empeoran tras el tratamiento broncodilatador inicial y en crisis moderadas (matizando que su uso es controvertido en niños preescolares con asma no alérgica). Estarían indicados en los niños con crisis moderadas que no responden al tratamiento broncodilatador inicial.
El sumario de evidencia de BMJ Best Practice sobre la crisis de asma en niños(7) indica que en el caso de los niños ≤ 5 años con exacerbaciones leves a moderadas, solo se debería administrar un corticosteroide sistémico si los síntomas reaparecen dentro de las 3-4 horas posteriores al tratamiento con un agonista beta-2 de acción corta.
Añade que la elección de un corticosteroide oral o parenteral depende de la capacidad del paciente para tolerar la terapia oral y que mientras que los corticosteroides intravenosos o intramusculares suelen ser necesarios en exacerbaciones graves y potencialmente mortales, los corticosteroides orales tienen una eficacia comparable y son de elección cuando son tolerados. Respecto a cuál utilizar comenta que la dexametasona oral y la prednisolona oral han mostrado resultados comparables, aunque la dexametasona oral se asocia con tasas más bajas de incumplimiento y vómitos.
*Ver en el documento completo de la guía.