Tan solo hemos identificado un pequeño ensayo clínico piloto en el que se evaluó la aplicación de oxigenoterapia de alto flujo(OAF) en niños con una crisis asmática. En base a este estudio y a varias series de casos retrospectivas parece que la OAF puede ser beneficiosa en determinadas situaciones clínicas; aunque son necesarios más estudios con una muestra y diseño adecuado para poder establecer conclusiones válidas. Una guía de práctica clínica, en base a la valoración de los redactores, recomienda la OAF en niños con una crisis asmática, cuando hay una disminución de la saturación de oxígeno (SpO2)menor del 94%.
El ensayo clínico piloto(1) fue realizado con el objetivo de evaluar la eficacia y seguridad de la cánula nasal con OAF en niños con crisis de asma e insuficiencia respiratoria moderada en un servicio de urgencias hospitalario. Un total de 62 pacientes con una puntuación en la escala "Pulmonary Score" (PS) mayor o igual a 6; o con una SpO2< 94%, a pesar del tratamiento inicial, fueron asignados al azar a OAF (n=30) o a la terapia de oxígeno convencional (n=32). A las 2 horas del inicio de la terapia, la puntuación en la PS disminuyó en ≥ 2 puntos en 16 pacientes en el grupo OAF (53%) en comparación con 9 controles (28%) (P = 0,01). Las diferencias entre los grupos en la situación general, la duración de la estancia y la necesidad de terapias adicionales no fueron significativas. No se informaron de efectos secundarios. Los autores concluyeron que la OAF parece ser superior a la terapia de oxígeno convencional para reducir la dificultad respiratoria dentro de las primeras 2 horas de tratamiento en niños con exacerbación de asma moderada a severa, refractaria al tratamiento inicial. Igualmente comentaron que se necesitan estudios adicionales, como un amplio ensayo clínico multicéntrico aleatorizado, para demostrar la eficacia general del OAF en el tratamiento del paciente pediátrico con asma e insuficiencia respiratoria en el servicio de urgencias.
Una serie de casos retrospectiva(2), con 536 pacientes pediátricos (de 4 a 15 años) ingresados en una planta hospitalaria por crisis asmática, analizó la diferencia de la evolución según fueran tratados, de entrada, con flujos de oxígeno de 15 lpm o inferiores a esa cifra. Se compararon 2 grupos de pacientes: los tratados con OAF y los tratados con oxigenoterapia convencional y se construyó un modelo de regresión logística para identificar variables predictivas de necesidad de OAF. La OAF en los pacientes con crisis asmática produjo una reducción en la frecuencia cardiaca, frecuencia respiratoria y puntuación de la PS en las primeras 3-6 horas de tratamiento. En el análisis multivariante los pacientes con una mayor puntuación en la escala PS y un mayor número de ingresos previos precisaron con más frecuencia OAF. Los pacientes tratados con un flujo de inicio de 15 lpm ingresaron menos frecuentemente en la Unidad de Cuidados Intensivos Pediátricos (UCIP) que aquellos con flujo inicial inferior a 15 lpm (13% vs. 47%, p=0,05).
Otra serie retrospectiva(3), fue realizada en 73 niños con estado asmático ingresados en una UCIP; de los cuales 39 (53%) fueron tratados con OAF y entre estos 10 (26%) presentaron acidosis grave al ingreso (pH <7,30). 34 niños menos graves (41%) fueron tratados con oxígeno estándar. Para un niño (2,6%), el OAF falló y luego se cambió a ventilación no invasiva. El OAF se suspendió en otro paciente debido a la aparición de neumotórax después de 31 horas de aplicación y el paciente fue cambiado a la terapia de oxígeno estándar. En el grupo de OAF, disminuyó de forma estadísticamente significativa la frecuencia cardíaca [media ± SD (165 ± 21 vs. 141 ± 25 / min, p <0,01)] y la frecuencia respiratoria (40 ± 13 vs. 31 ± 8 / min, p <0,01), y la gasometría mejoró en las primeras 24 h.
Por último, otra serie retrospectiva(4) comparó la evolución en 42 niños con crisis de asma ingresados en una UCIP, según fueran tratados con cánula nasal humidificada con OAF o ventilación no invasiva (VNI). Como soporte respiratorio inicial, 20 (47,6%) recibieron OAF y 22 (52.3%) VNI. No hubo fracasos de tratamiento en el grupo de VNI. Sin embargo, 8 niños (40%) en el grupo OAF necesitaron la administración de VNI. La duración de la estancia en la UCIP fue similar, tanto en el grupo de VNI como en el de OAF. Sin embargo, al considerar el subgrupo de fallo de la OAF, la duración global de la estancia hospitalaria fue 3 veces más larga (63 h) y la duración de la estancia en la UCI también fue más larga en comparación con el resto de pacientes que mostraron éxito en el tratamiento. A pesar de sus obvias limitaciones, este estudio observacional podría sugerir que la OAF, en algunos sujetos con crisis de asma, puede retrasar el apoyo de la VNI y potencialmente causar la necesidad de un soporte respiratorio más prolongado y una estancia en la UCIP más prolongada.
El sumario de evidencia de Uptodate del tratamiento de la crisis asmática en el niños(5) no establece ninguna recomendación concreta sobre el empleo de OAF, pero tras revisar los escasos estudios descriptivos realizados, resume que esta terapia pudiera ser efectiva y segura; y comenta que se está utilizando de manera amplia en pacientes con crisis asmáticas e insuficiencia respiratoria moderada a severa.
Una guía de práctica clínica inglesa sobre el tratamiento del asma, actualizada en 2014(6)incluye, como una recomendación basada en el consenso de los redactores, que los niños con asma, que ponen en peligro la vida o que la SpO 2 es <94%, deben recibir OAF a través de una mascarilla facial ajustada o una cánula nasal , con tasas de flujo suficientes para lograr saturaciones normales del 94 al 98%.
La actualización de 2018 de la guía GINA(7) recomienda administrar oxígeno a las concentraciones adecuadas para mantener, en niños de 6-10 años, la SpO2 del 94 al 98%. El oxígeno en flujo y concentraciones adecuadas consigue mejores resultados clínicos, que la administración de OAF y con concentraciones del 100% (Evidencia B)*. *Ver clasificación de recomendaciones en el texto completo de la guía.