[El grupo consultivo nacional para las Úlceras por Presión de EE.UU (National Pressure Injury Advisory Panel, NPIAP, por sus siglas en inglés) hizo cambios en su clasificación en abril de 2016 y sugirió usar la terminología "lesión por presión" (LPP) en lugar de "úlcera por presión" (UPP) para describir estas heridas(1). Este cambio ha sido asumido por toda la comunidad científica (2,3)]
Entre las recomendaciones de “No Hacer” de Guíasalud, en el año 2017, la Federación de Asociaciones de Enfermería Comunitaria y Atención Primaria (FAECAP) y la Asociación de Enfermería Comunitaria (AEC), incluyeron la siguiente recomendación(4): No recomendar el uso de flotadores para la prevención de las úlceras por presión.
Esta recomendación también aparece en algunas Guías de Práctica Clínica (GPC)(5-9) consultadas y en una revisión narrativa de reciente publicación(7), adjudicándole un nivel de evidencia moderada*(5) y Grado de Recomendación B*(6); sugieren que el motivo radica en que estos rodetes o flotadores, en vez de repartir la presión que ejerce el peso del cuerpo, la concentra sobre la zona corporal que está en contacto con el rodete, provocando edema y congestión venosa y facilitando la aparición de UPP.
Otras GPC(11-12), Sumarios de Evidencia (13-14) y Revisiones Sistemáticas(15-16) consultadas no mencionan los flotadores o rodetes y son unánimes en recomendar el uso de cojines con capacidad de reducir y redistribuir la presión, como cojines de espuma de alta especificación (viscoelástica) mientras se permanece en sedestación.