La administración de inmunoglobulina (IG) humana anti-D, al introducir de manera pasiva anticuerpos, modifica lógicamente los resultados de la prueba de Coombs indirecta que mide, precisamente, la presencia de anticuerpos libres circulantes. Ahora bien, esta alteración de la prueba suele ser de baja intensidad, con titulaciones menores o iguales a 1:4, y con una duración de la positividad de unas tres a ocho semanas.
La ficha técnica de la IG anti-D(1) señala que: "después de la administración de inmunoglobulinas, el aumento transitorio de los distintos anticuerpos transferidos pasivamente a la sangre de los pacientes, puede ocasionar resultados positivos falsos en pruebas serológicas. La transmisión pasiva de anticuerpos frente a antígenos eritrocíticos, como por ejemplo A, B, D puede interferir ciertas pruebas serológicas para anticuerpos eritrocíticos, por ejemplo la prueba de antiglobulina (Prueba de Coomb), particularmente en neonatos Rh(D) positivos cuyas madres han recibido profilaxis ante parto".
Aunque interpretamos que la pregunta está formulada para el resultado del Coombs indirecto en mujeres gestantes, comentar también, tal como refiere la ficha técnica, que se han descrito resultados positivos del test de Coombs directo en series de casos de recién nacidos Rh+, cuyas madres recibieron durante el embarazo como profilaxis IG anti-D(2, 3).
El sumario de evidencia de Uptodate sobre prevención de la isoinmunización Rh(4) indica que:
- Tras la administración de una dosis de IG se alcanzan de manera más rápida valores elevados de anticuerpos por vía intravenosa, que por la intramuscular; pero que la vida media es muy similar para ambas preparaciones (de unos 24 días). Tras su administración, el test de Coombs indirecto puede dar positivo durante varias semanas a titulaciones bajas (de 1: 4 o menos).
- Dada la farmacocinética de la IG anti D, y aunque es un tema polémico y en el que no hay acuerdo, hay sociedades científicas que recomiendan monitorizar en las gestantes que han recibido la profilaxis con IG en la semana 28 del embarazo, mediante la realización del test de Coombs indirecto cada tres semanas. Si fuera positivo indicaría que hay anticuerpos todavía presentes y que no sería necesario la administración de una nueva dosis.
En una serie de casos (5), de acuerdo al resumen del artículo, en el seguimiento de 29 gestantes que recibieron profilaxis con IG:
- El test de Coombs indirecto fue positivo en el 85% de los casos a las 4 semanas de la administración y en más del 50% a las 8 semanas.
- El título máximo alcanzado del test de Coombs indirecto fue de 1:8.
- Tras la administración de la IG tras el parto, los títulos fueron positivos en el 42% de las madres.
Hay publicados casos en los que han descrito, tras la administración de IG anti D, titulaciones elevadas del test de Coombs indirecto en las gestantes de hasta 1:32, sin presencia de isoinmunización(6,7). En uno de ellos, en el que por error se tomó la muestra para el resultado del test de Coombs inmediatamente después de la administración de la inmunoglobulina anti D en la semana 28(7), el título alcanzó el valor de 1:32 a las 24 horas; manteniéndose a ese nivel durante dos semanas y bajando a 1:16 durante tres semanas más, para hacerse negativos a partir de la semana 36. En la discusión comenta que, como la prueba no diferencia anticuerpos pasivos de los generados activamente, a partir de un incremento determinado de la titulación (que puede ser de 1:8 o de 1:16, o de 1:32 dependiendo de la técnica y del nivel crítico asignado en cada Laboratorio) sería obligado descartar que ese resultado positivo no se deba a una isoinmunización.