Tras la revisión de varios sumarios de evidencia(1-3) y una revisión sistemática (RS) de la Biblioteca Cochrane Plus(4) se plantea que la posible justificación de que las recomendaciones actuales consideren la necesidad de administrar ácido fólico (AF) hasta la semana 12 de gestación, a pesar de que el cierre completo del tubo neural se produzca en los 28 días posteriores a la concepción, sea el supuesto efecto protector del AF en otros defectos congénitos, y el primer trimestre es el periodo de organogénesis.
El sumario de evidencia de Uptodate sobre la utilización del AF para la prevención de defectos del tubo neural (DTN)(1) menciona que diversos estudios observacionales han mostrado que los suplementos de AF (en general como parte de un multivitamínico) se han asociado con reducciones en la prevalencia global de otros defectos congénitos (por ejemplo, deformaciones orofaciales, cardiacas, de miembros o del tracto urinario), así como de pre-eclampsia, parto prematuro y retraso del crecimiento, aunque matiza que estas relaciones requieren ser confirmados con nuevos estudios. En relación a las inconsistencias existentes respecto a este tema, el sumario hace referencia a un meta-análisis(5) publicado en 2006 que concluye que el consumo materno de AF (como componente de multivitamínicos prenatales) se asoció a una disminución del riesgo de varias anomalias congénitas, no solo de DTNs, pero también comentan que la RS de la Cochrane de 2010(4) (en la que se evaluaba la suplementación con AF sólo o en combinación con vitaminas y minerales) no encontró un claro beneficio en la reducción de defectos congénitos (distintos a los DTN) o el aborto.
Los sumarios de evidencia de Dynamed sobre el AF(2) y sobre la nutrición durante el embarazo(3) también revisan las controversias en torno a los beneficios adicionales asociados a la utilización de AF periconcepcional.
Por último, comentar que, aunque en el apartado de antecedentes de la RS de la Cochrane(4) se indica que hay pruebas que indican un efecto protector de la ingesta materna de folato y AF sobre otros defectos congénitos, además de los DTN, como los defectos cardiovasculares, el síndrome de Down, los defectos de las extremidades, el labio leporino (con o sin paladar hendido), las anomalías de las vías urinarias y la hidrocefalia congénita, la conclusión a la que llegan los autores tras la revisión de la documentación seleccionada establece que “el ácido fólico solo o en combinación con vitaminas y minerales previene los DTN pero no tiene un efecto claro sobre otros defectos congénitos".
Las recomendaciones sobre las dosis de AF periconcepcional a utilizar en base al riesgo de la mujer se mantienen similares a las expuestas en preguntas previas del Banco de preguntas Preevid (Ver abajo). Respecto a los documentos incluidos en estas preguntas destacamos la actualización del documento de consenso del Programa de actividades preventivas y de promoción de la salud (PAPPS)(6) en el que se recomienda la ingesta periconcepcional de AF desde los 1-3 meses antes de la concepción y en los primeros 3 meses del embarazo, en dosis que oscilan entre los 0,4 y los 4 mg en función del riesgo de la mujer.