Puede acceder a información actualizada en relación a este tema consultando la pregunta: "Aporte de ácido folico, vitamina B12 e ioduro potásico antes y durante embarazo, ¿cuáles están indicados?, ¿durante qué periodo de tiempo?, ¿cuánto tiempo mantenerlos?", Noviembre 2009. [Ver respuesta]
Una Guía de Práctica Clínica de la Sociedad de Obstetras y Ginecólogos de Canadá, actualizada en el 2003 (1) establece como recomendación para todas las mujeres que planifiquen quedarse embarazadas:
- La ingesta de un preparado que contenga de 0,4 a 1 mg de ácido fólico (AF) al día. Se les debe de indicar que no sobrepasen la cantidad diaria de 1 mg de AF; manteniendo esa misma dosis, en el caso de producirse un embarazo, durante las primeras 12 semanas de la gestación.
- En el caso de mujeres con un riesgo intermedio o elevado para defectos congénitos del tubo neural (defectos del tubo neural detectados en embarazos previos, historia previa familiar, diabetes insulín dependiente, epilepsia tratada con ácido valproico o carbamazepina ) la dosis diaria de AF será de 4,0 a 5,0 mg.
Esta misma dosificación es contemplada por otras Guías (2,3) y, con la matización de que para la prevención primaria sea de de 0,4 a 0,8 mg de AF, es incluida en la recomendación en nuestro país del Programa de Actividades Preventivas de la semFYC (4).
Tras revisar la evidencia, la guía canadiense citada (1) señala que los efectos dañinos de la ingesta en exceso (>1 mg/día) de AF no son bien conocidos, pero incluye:
- El enmascaramiento del diagnóstico de una deficiencia de vitamina B12, que podría precipitar o exacerbar las complicaciones neurológicas de esta deficiencia.
- De forma rara, el AF puede ocasionar reacciones de hipersensibilidad que incluyen eritema, rash, prurito y broncoespamo.
- Los niveles séricos de AF pueden interferir con el metabolismo de diferentes fármacos, como: agentes antineoplásicos, medicaciones antiepilépticas, contraceptivos orales, cloramfenicol y sulfasalazina.
Una revisión de los datos de mortalidad en el año 2002, de un ensayo clínico randomizado realizado entre 1966 y 1997 en 3.187 mujeres gestantes que tomaron AF en diferentes dosis (5), informa de una mayor mortalidad por diagnóstico de cáncer de mama, aunque estadísticamente no significativa, en el grupo de mujeres que tomaron AF; y de una diferencia estadísticamente significativa en la mortalidad por cualquier tipo de cáncer, siendo mayor cuando se tomaron dosis elevadas (>5 mg) de AF. El mismo artículo comenta que esta relación puede ser debida al azar y una revisión de este estudio (6), resta importancia a este hallazgo al subrayar como limitación mayor que el ensayo fue diseñado con otro objetivo que el de medir mortalidad, que los números son muy pequeños y que la asociación puede ser debido al azar más que al efecto del AF; aunque recomienda más investigaciones para ratificar estos resultados.
En una revisión sistemática de la librería Cochrane sobre suplementación periconcepcional con folato y/o multivitaminas para la prevención de los defectos del tubo neural, actualizada en el 2001, se incluyeron cuatro estudios clínicos que comprendieron 6.425 mujeres(7). Sobre los posibles daños del AF señala en las conclusiones que la suplementación con folato no aumentó significativamente el índice de abortos espontáneos, embarazos ectópicos ni muerte fetal, si bien hubo un posible aumento en la gestación múltiple.
Una revisión de los efectos del AF, realizada en el 2003(8), tras revisar los estudios que analizan los partos múltiples y la relación con el ácido fólico concluye que no hay demostrado un efecto consistente en la asociación entre suplemento periconcepcional con AF y la incidencia de partos múltiples. Así mismo concluye que no hay evidencia de que el suplemento en los alimentos con AF a las dosis recomendadas provoque daño y, sin embargo, la evidencia de los probables beneficios es fuerte.
Un estudio descriptivo sobre la dosis de AF sintético que están tomando las gestantes en nuestro país ha sido publicado recientemente (9). El estudio se basa en la información proporcionada por el grupo de trabajo del Estudio Colaborativo Español de Malformaciones Congénitas (ECEMC) sobre 16.761 madres de recién nacidos sin defectos congénitos desde 1991 al 2004. De las madres que tomaron AF, más del 70% lo hicieron a dosis iguales o superiores a 4 mg. al día. Durante el período de 2003-2004, en la mayoría de las Comunidades Autónomas más del 50% de las madres tomaron dosis medias diarias entre 12,5 y 20 veces la dosis recomendada de 0,4 mg/día. En la Región de Murcia más del 70% de las mujeres tomaron diariamente un promedio de 5 mg/día o más de AF. En este artículo, se indica que “aunque en la actualidad no está demostrado, ni se puede asegurar que las dosis altas de AF puedan tener consecuencias perjudiciales para la salud a largo plazo, tampoco se puede negar”. Se llama la atención sobre el riesgo potencial que se genera al tomar dosis altas de AF, ya que a dosis superiores de 0,4 mg/día se supera la capacidad metabólica del organismo, con la acumulación plasmática del AF sintético no metabolizado.