Respecto a la utilización de terapias alternativas, entre ellas la fitoterapia, para el manejo de los síntomas asociados a la menopausia, los documentos seleccionados coinciden en considerar que la evidencia disponible no permite establecer si pueden tener algún efecto beneficioso:
La guía de práctica clínica (GPC) de la Society of Obstetricians and Gynaecologists de Canadá(1) comenta que existe limitada evidencia del beneficio de la mayoría de los enfoques complementarios y alternativos para el manejo de los síntomas vasomotores. Por tanto, ante la ausencia de buena evidencia sobre su efectividad y los mínimos datos existentes sobre su seguridad, estos tratamientos deberían ser considerados con precaución (Nivel de evidencia I, Grado de recomendación B). [Ver niveles de evidencia y grados de recomendación en el texto completo de la guía]
La GPC de Prodigy(2) sobre la menopausia específicamente no recomienda el uso de terapias complementarias (por ejemplo soja, trébol rojo, o cimicifuga racemosa). En el caso de que la mujer esté utilizando alguno de estos productos, recomienda informarle que:
- La eficacia de estos productos no ha sido aún establecida.
- Hay muy poco control sobre la calidad de los productos disponibles, que pueden variar considerablemente.
- Algunos de estos tratamientos (ginseng, cimicifuga racemosa, trébol rojo) tiene propiedades estrogénicas y no debe utilizarse en mujeres con contraindicaciones a los estrógenos (cáncer de mama, por ejemplo).
- Su seguridad a largo plazo (por ejemplo, sus efectos sobre la mama o endometrio) no ha sido evaluada.
- Algunos tratamientos pueden tener efectos adversos graves (por ejemplo, toxicidad hepática por cimicifuga racemosa y kava)
- Los extractos de dong quai y algunas especies de trébol rojo contienen cumarinas, que los hacen inadecuados en mujeres que toman anticoagulantes.
Un sumario de evidencia de Uptodate sobre el tratamiento de los sofocos en mujeres menopaúsicas(3) revisa las distintas terapias alternativas utilizadas (entre ellas fitoestrógenos, cimicifuga racemosa, aceite de onagra, ginseng, dong quai, ñame silvestre, vitamina E o hierbas medicinales tradicionales chinas) e indica que la seguridad y eficacia de la mayoría de estos tratamientos no están bien establecidas. Añade que, en general, la interpretación de los datos disponibles se ha visto limitada por el pequeño tamaño de las muestras, la corta duración de los estudios, y la ausencia de comparación con placebo. Además, el tipo y la dosis de los suplementos herbales o de soja han sido variables en los distintos trabajos. Sin embargo, y a pesar de estas limitaciones, la evidencia disponible sugiere que la mayor parte de estas terapias alternativas no son más eficaces que el placebo para la reducción de los sofocos.
Una revisión sistemática de Clinical Evidence sobre la menopausia(4), clasifica el tratamiento de los síntomas menopaúsicos con agnus castus, cimicifuga racemosa o fitoestrógenos, como enfoques terapéuticos de efectividad desconocida. Concretamente los autores comentan que, sobre la utilización de agnus castus, no se ha encontrado información, sobre cimicifuga racemosa, se ha localizado evidencia insuficiente para valorar su efecto, y, sobre los fitoestrógenos (extractos de isoflavonas de soja, suplementos dietéticos de soja, trébol rojo, u otros fitoestrógenos), que en los ensayos clínicos evaluados estas sustancias no han demostrado consistentemente que mejoren los síntomas menopaúsicos (vasomotores, urogenitales, psicologicos o congnitivos) y pueden aumentar el riesgo de hiperplasia endometrial en mujeres perimenopaúsicas. Tampoco se ha encontrado información directa sobre los efectos de los fitoestrógenos en la calidad de vida de las mujeres con síntomas menopaúsicos.
En relación a la seguridad de la utilización de estos tratamientos, en general, los documentos seleccionados comentan la falta de datos sobre los posibles efectos adversos asociados a su uso y, ante el caso de mujeres con antecedente de cáncer de mama, no se recomienda su utilización*:
En la GPC de Prodigy(2) se indicaba que la seguridad a largo plazo de estas medidas no ha sido evaluada y que algunos de ellas (ginseng, cimicifuga racemosa, trébol rojo) tiene propiedades estrogénicas y no deben utilizarse en mujeres con contraindicaciones a los estrógenos (como cáncer de mama).
El sumario de evidencia mencionado previamente(3) sugiere que en mujeres con síntomas vasomotores y cáncer de mama no se utilicen fitoestrógenos o cimifuga racemosa:
- Aunque los datos disponibles son contradictorios, los fitoestrógenos pueden estimular el crecimiento del cáncer de mama, y antagonizar el efecto antitumoral del tamoxifeno.
- Una de las preocupaciones potenciales de seguridad sobre la cimifuga racemosa es su posible efecto estrogénico en la mama. Por ello, no debe considerarse como un tratamiento seguro para pacientes con cáncer de mama o en mujeres con alto riesgo de cáncer de mama.
*La información seleccionada respecto a los efectos de la soja hace referencia a la utilización por parte de las mujeres de suplementos, no al consumo alimenticio de soja.