En base a guías de práctica clínica(1-4) y sumarios de evidencia(5,6), la utilización de tratamiento hormonal sustitutivo (THS) durante la menopausia se ha asociado a un incremento del riesgo de padecer cáncer de mama, riesgo que se ha observado es mayor con la utilización de THS combinada (estrógenos más progestagenos) y cuanto mayor es el tiempo de utilización de la THS. Respecto a la THS combinada, no se observa un aumento del riesgo en las mujeres que utilizan esta THS durante ≤ 3 años pero sí si se prolonga la duración del tratamiento (el riesgo aumenta alrededor de 1,6 veces después de 5 años de uso y de 2,3 veces después de 10 años de utilización(3)). Los estudios realizados, principalmente estudios observacionales, no dejan claro el papel que tienen en este aumento del riesgo los distintos tipos de estrógenos y de progestágenos o la utilización de una menor dosis hormonal. Sin embargo, se considera que el riesgo absoluto o atribuible de la THS es pequeño, del orden de un caso adicional de cáncer de mama por cada 1000 mujeres año(4).
Respecto a la utilización del estradiol como parte de la THS combinada, un estudio de cohortes(7) finlandés publicado en 2009, evaluaba el riesgo de cáncer de mama en mujeres postmenopáusicas en tratamiento con THS combinada estradiol-progestágeno. Participaron en el estudio 221551 mujeres de más de 50 años que habían utilizado este tratamiento durante al menos 6 meses. La población de estudio se siguió desde 1994 a 2005 y al final de este periodo se analizó la incidencia de cáncer de mama en estas mujeres (n = 6211 casos) y se comparó con la de la población general. Los datos mostraron que la utilización de THS combinada estradiol-progestágeno no se asoció a un incremento del riesgo de cáncer de mama durante los primeros 3 años de utilización pero la tasa de incidencia estandarizada (TIE*) aumentaba a 1,31 (intervalo de confianza [IC] del 95%: 1,20-1,42) cuando se usaba de 3 a 5 años y a 2,07 ( IC 95%: 1,84 a 2,30 ) con 10 o más años de uso. La exposición al progestágeno de forma secuencial durante 5 años o más se acompañó con un aumento del riesgo más bajo (TIE: 1,78, IC 95%: 1,64 a 1.90) que la exposición continuada (TIE: 2,44, IC 95%: 2,17 a 2,72) pero la elevación del riesgo de cáncer de mama fue comparable con el uso oral o transdérmico de la combinación estradiol-progestágeno. Se observó además que el aumento del riesgo no fue uniforme para todos los progestágenos. Así, el uso de acetato de noretisterona se asoció con un mayor riesgo después de 5 años de uso (TIE: 2,03, IC 95%: 1,88-2,18) que el acetato de medroxiprogesterona (TIE: 1,64, IC 95%: 1,49-1,79).
*Tasa de incidencia estandarizada: calculada por la división del número de casos observados entre el número de casos esperados (el número esperado de casos de cáncer de mama se calculó multiplicando el número de mujeres-año en cada grupo de edad por la correspondiente incidencia de cáncer de mama entre todas las mujeres de Finlandia durante el mismo período de observación).