No hay evidencia consistente, basada en ensayos clínicos controlados, de que los suplementos de soja u otros alimentos funcionales, mejoren los síntomas vasomotores de la menopausia comparados con placebo. Dentro de las isoflavonas, parece que el extracto de genisteína produce una reducción de la frecuencia de sofocos, aunque deben realizarse estudios con mayor tiempo de seguimiento.
Una revisión sistemática de la Biblioteca Cochrane sobre el efecto de los fitoestrógenos para los síntomas vasomotores de la menopausia, actualizada en julio de 2013(1), incluyó 43 ensayos controlados aleatorios (4.364 participantes).
- Muy pocos ensayos proporcionaron datos apropiados para la inclusión en un metanálisis.
- Entre los cinco ensayos que produjeron datos apropiados para el agrupamiento y que evaluaron la frecuencia diaria de sofocos, en general no se observaron diferencias significativas en la incidencia de sofocos entre las participantes que tomaron Promensil (un extracto de trébol rojo) y las que tomaron placebo (diferencia de medias [DM] -0,93; intervalo de confianza [IC] del 95%: -1,95 a 0,10; I2 = 31%).
- Ninguna prueba indicó una diferencia en la reducción del porcentaje de sofocos en dos ensayos entre Promensil y placebo (DM 20,15; IC del 95%: -12,08 a 52,38; I2 = 82%).
- Cuatro ensayos que no se combinaron en los metanálisis indicaron que los extractos con niveles altos (> 30 mg/d) de genisteína redujeron de forma consistente la frecuencia de sofocos.
- Los resultados individuales de los ensayos restantes se compararon en subgrupos amplios como soja dietética, extractos de soja y otros tipos de fitoestrógenos que no fue posible combinar. Algunos de estos ensayos encontraron que los tratamientos con fitoestrógenos aliviaron la frecuencia y la gravedad de los sofocos y los sudores nocturnos en comparación con placebo, pero muchos ensayos fueron pequeños y se determinó que tenían alto riesgo de sesgo.
- En la mayoría de los ensayos, se observó un afecto placebo fuerte, con una reducción de la frecuencia que varió del 1% al 59% con placebo.
- Las conclusiones de los autores fueron que ninguna prueba definitiva indica que los suplementos de fitoestrógenos reducen de forma efectiva la frecuencia o la gravedad de los sofocos y los sudores nocturnos en las pacientes perimenopáusicas o posmenopáusicas, aunque los efectos beneficiosos derivados de los concentrados de genisteína se deben investigar de forma adicional.
Otra revisión sistemática publicada en 2014(2) sobre los efectos de fitoestrógenos en la mejora de los síntomas de menopausia incluyó 15 ensayos. El metaanálisis de 7 estudios, que analizaba como variable de resultado el índice de Kupperman mostró que no hubo cambios en el grupo de tratamiento con fitoestrógeno en relación al de placebo. Basado en 10 ensayos, los fitoestrógenos redujeron la frecuencia de sofocos comparado con el placebo (diferencia media de 0,89, p < 0,005); sin que se incrementaran los efectos secundarios.
Otra revisión sistemática publicada en 2014 y específica sobre el efecto del trébol rojo(3), mostró que comparada con placebo, el trébol rojo fue efectivo en reducir la frecuencia de sofocos cuando se administró durante 3-4 meses; pero este efecto no persistió a los 12 meses.
Posterior a estas revisiones se ha publicado un ensayo clínico controlado(4) que incluyó 72 mujeres postmenopáusicas que fueron distribuidas en dos grupos, uno con suplemento de trébol rojo y el otro con placebo. El seguimiento de 12 semanas mostró que la severidad de los síntomas medidos con una escala (Menopause Rating Scale) disminuyó de forma estadísticamente significativa en el grupo de intervención comparada con el placebo.
Los sumarios de evidencia consultados (5,6,7,8) coinciden en señalar que la evidencia es desconocida o insuficiente para poder recomendar las isoflavonas u otros tratamientos herbales para aliviar los sofocos, u otros síntomas de la menopausia. Muchos expertos sugieren evitar los suplementos nutricionales de soja en mujeres diagnosticadas de cáncer de mama(6).
Las guías de práctica clínica revisadas (9,10,11) valoran como limitada o inconsistente la evidencia científica sobre el efecto de fitoestrógenos o de otros tratamientos herbales en la menopausia, sin que incluyan recomendaciones a favor de su empleo. Aconsejan que se eviten terapias de suplementos de soja en mujeres con antecedentes de cáncer hormono dependiente, tromboembolismo o eventos cardiovasculares(10).