No se han encontrado ensayos clínicos que comparen en pacientes tras laparotomía con diversos intervalos en la retirada del apósito inicial. Se ofrece a continuación lo identificado en Guías de práctica clínica, protocolos y en una revisión narrativa, que aconsejan levantar el apósito quirúrgico con un intervalo de 24 a 48 horas tras la cirugía.
la elaboración y evaluación de una vía clínica (VC)(1) (plan asistencial sistematizado) de la colecistectomía laparoscópica asociada a un plan de cuidados de enfermería estandarizado. Presenta un protocolo de asistencia en el postoperatorio inmediato, donde se estima una estancia postoperatoria de un día, e indica que ese mismo día la enfermera debe retirar apósitos y curar la herida quirúrgica abierta, antes de que se le de el alta. Señala como uno de los criterios de alta observar que las heridas quirúrgicas son adecuadas.
El estudio concluye que la colecistectomía laparoscópica es un proceso idóneo para iniciar la sistematización de las VC. La incorporación de planes de cuidados de enfermería es un valor añadido a la VC que ayuda a sistematizar las asistencias de enfermería. Los resultados han conseguido disminuir de forma significativa la estancia hospitalaria sin aumentar la morbilidad y con un alto grado de satisfacción de los pacientes.
Una Guía de Práctica clínica (GPC)(2) de NICE para la prevención y tratamiento de la infección del sitio quirúrgico. El ámbito de aplicación incluye la cirugía mínimamente invasiva, incluyendo cirugía laparoscópica. No cubre a pacientes que experimentan procedimiento quirúrgico que no implica incisión quirúrgica visible, y por tanto sin herida quirúrgica convencional (histerectomía vaginal, resección transuretral de la próstata o cirugía oral). Recomienda que en la fase del postoperatorio, a las 48 horas de la cirugía, hay que cambiar o quitar los apósitos de la herida quirúrgica, usando técnica aséptica y limpiando la herida quirúrgica con suero salino estéril. Indica que los pacientes pueden ducharse con tranquilidad a partir de las 48 horas tras la cirugía. Si la herida se ha dejado abierta quirúrgicamente para drenar pus, usar agua del grifo para su limpieza a partir de las 48 horas. Con respecto a los apósitos para la cura de heridas quirúrgicas que se están curando por segunda intención, recomienda no utilizar Eusol (antiséptico) y gasa, o gasa de algodón húmedo o soluciones antisépticas de mercúrico, además recomienda utilizar un apósito interactivo apropiado para este tipo de heridas. Los apósitos interactivos son aquellos que crean un entorno húmedo en la interfaz con la herida; pueden modificar la fisiología del entorno de la herida y liberar factores del crecimiento. Pueden incluir hidrocoloides, alginatos, hidrogeles y yodo; además promueven el desbridamiento y pueden realzar granulación y repitelización.
Una revisión narrativa(3) evalúa la efectividad del apósito en heridas quirúrgicas limpias y limpias contaminadas a partir de las 24-48 h de la intervención quirúrgica. Previamente presenta los resultados de una encuesta a 141 enfermeras de unidades quirúrgicas de 12 hospitales de agudos del Servicio Vasco de Salud. Resultando una gran variabilidad: existencia de un protocolo sobre la colocación o no de apósitos quirúrgicos en un solo hospital; en la mayoría de los casos, es el médico quien decide quitar el apósito por primera vez (salvo herida sucia); el 90% de las veces se retira el apósito por primera vez entre las 24-48 h de la intervención; el 27% de los encuestados refiere dejar la herida al aire tras la retirada del apósito por primera vez, frente al 73% que sigue colocándolo; posteriormente, el 52% retira el apósito cada día, y el 35% lo hace si hay incidencias de algún tipo o si lo manda el médico; el 28% opina que es conveniente dejar la herida sin apósito porque taparla no aporta nada; además, permite una mejor observación, se seca antes y no se macera; finalmente, el 72% cree conveniente tapar la herida con un apósito porque protege la herida, evita roces y el paciente está más tranquilo.
Con respecto a la revisión bibliográfica solo encuentra 3 estudios y concluye que no existe suficiente evidencia científica de calidad que justifique la elección de uno u otro tratamiento (conveniencia o no de poner apósitos en las heridas quirúrgicas limpias y limpias contaminadas a partir de las 24-48 h de la intervención quirúrgica). Aunque parece haber una tendencia (coincidente en los 3 estudios) de que la exposición temprana de la herida quirúrgica contribuye a una mejor visualización y seguimiento de ésta y a una mayor comodidad para la realización de la higiene del paciente. Recomienda realizar ensayos clínicos rigurosos para apoyar estas decisiones tan frecuentes en la práctica habitual sanitaria.
Un protocolo(4) para los cuidados perioperativos en cualquier tipo del procedimiento quirúrgico, recomienda con respecto al cuidado postoperatorio de la herida quirúrgica, proteger la incisión con apósito estéril durante las 24-48 horas siguientes a la cirugía. En cuanto a las heridas quirúrgicas menores pueden quedar húmedas en las primeras 48 horas sin riesgo creciente de infección.
Un estudio longitudinal transversal (dos momentos)(5) en 109 pacientes ginecológicas intervenidas por laparotomía y con alta precoz y que habían recibido formación para el autocuidado al alta precoz. Uno de los objetivos del estudio fue conocer la prevalencia de infección en la herida quirúrgica a los 10 y 20 días de la intervención.
El protocolo de cura se realizó a todas las pacientes; desarrollándose de la siguiente manera:
- 1º y 2º días de postoperatorio: cura según pauta, por la enfermera (en el 2º día se da información a la paciente respecto al procedimiento, como es la ducha diaria con el consiguiente lavado de la herida)
- 3º día de postoperatorio: cura de la herida por la paciente o el cuidador principal bajo supervisión de la enfermera. Ese mismo día o el siguiente, la mujer se va de alta.
La retirada de puntos se prevé a los 8 días de la intervención quirúrgica en su centro de salud. La prevalencia de infección se encontró en el 10% a los 10 días y el 5 % a los 20 días. La relación entre la variable signos de infección y persona y lugar de la cura lleva a hacer hincapié en valorar las condiciones en que se realizan la curas y en las consecuencias de la intervención de varias manos en la cura de la herida.