Tras la búsqueda realizada no se ha encontrado ningún documento que compare el cuidado local de la herida quirúrgica tras tiroidectomía, con apósitos o sin ellos en la prevención de complicaciones del sitio quirúrgico. Se han seleccionado un estudio descriptivo, un sumario de evidencia (SE), una revisión sistemática (RS) una guía de práctica clínica (GPC) y un ensayo clínico aleatorizado (ECA) que comparan el uso de diversos apósitos entre ellos y frente a no usarlos en heridas quirúrgicas limpias que cicatrizan por primera intención.
En base a las pruebas encontradas se puede concluir que no está claro si es mejor cubrir con apósitos o no (exponer al aire) una herida quirúrgica limpia que cicatriza por primera intención, o si algún apósito en particular es más efectivo que otros para reducir el riesgo de infección del sitio quirúrgico (ISQ), mejorar las cicatrices, reducir el dolor, mejorar la aceptabilidad de los pacientes o es más fácil de quitar.
Un gran estudio retrospectivo(1) que analiza los factores de riesgo predictivos del desarrollo de ISQ en tiroidectomía limpia y que incluyó a 57.371 pacientes mayores de 18 años, no aborda los cuidados de la herida quirúrgica tras la intervención. La incidencia de ISQ fue tan solo del 0,4%, por lo que se concluye que la cirugía de tiroides se considera un procedimiento limpio con una incidencia muy baja de ISQ.
Un SE(2) sobre la ISQ, indica que para la curación de las heridas quirúrgicas por intención primaria:
- ni el uso de apósito para heridas (en comparación con dejar las heridas expuestas) ni el tipo de apósito para cubrir las heridas, parece reducir la tasa de ISQ ( evidencia de nivel 2 [nivel medio])*
- quitar del apósito de la herida y exponerla al aire dentro de las 48 horas posteriores a la cirugía puede no aumentar el riesgo de ISQ en comparación con quitarlo más tarde (evidencia de nivel 2 [nivel medio])*
Estas recomendaciones se basan en las que realiza la guía NICE(3) sobre ISQ.
Una RS(4) tuvo como objetivo evaluar los efectos de los apósitos para cubrir las heridas en comparación con las heridas sin apósitos (expuestas), y los efectos de los apósitos alternativos, en la prevención de ISQ en la curación de heridas quirúrgicas por primera intención. Se incluyeron 29 ensayos con 5.718 participantes. Todos los estudios, excepto uno, tenían un riesgo de sesgo incierto o alto. Los estudios fueron pequeños e informaron de un bajo número de eventos de ISQ y a menudo no se informaron claramente. Cuatro ensayos compararon apósitos para cubrir heridas con ningún apósito (exposición de heridas). No está claro si cubrir la herida quirúrgica que cicatriza por primera intención con apósitos para heridas reduce el riesgo de ISQ, o si algún apósito para heridas en particular es más efectivo que otros para reducir el riesgo de ISQ, mejorar las cicatrices, reducir el dolor, mejorar la aceptabilidad de los pacientes, o es más fácil de quitar. Con base en la evidencia actual habría que tomar las decisiones, sobre cómo cuidar la herida quirúrgica, basándose en los costos del apósito y las preferencias del paciente.
Una GPC(5), que aborda diferentes aspectos de la seguridad del paciente quirúrgico, en el apartado dedicado a la prevención de complicaciones postoperatorias indica que, aplicar un apósito aséptico es una práctica habitual y se asume que promueve la curación y previene ISQ. Por este motivo es la técnica estándar en el manejo de las heridas postoperatorias quirúrgicas. Esta GPC indica que se desconoce si hay alguna diferencia entre esta técnica y otras menos costosas en cuanto a la incidencia de ISQ. (Calidad alta)*
El ECA(6) comparó la eficacia de dos intervenciones para prevenir la ISQ. Incluyó a 857 participantes que fueron asignados al azar: 442 al grupo de intervención (retirar el vendaje, lavar la herida y dejarla al aire en las 12 horas siguientes a la intervención quirúrgica) y 415 al grupo de control (mantener la herida seca y cubierta durante 48 horas). El grupo control podía lavarse la herida transcurridas las 48h. A los pacientes se les dió instrucciones orales y escritas sobre el manejo postoperatorio de la herida y que evitaran el uso de lavados con jabones antisépticos. El grupo de intervención tuvo una tasa de infección del 8,4% en comparación con el 8,9% en el grupo control (P <0.05) (no se encontraron diferencias significativas entre ambos grupos). Por lo tanto, los autores concluyen que una herida quirúrgica limpia se puede mantener al aire después de las doce horas de la intervención.
* Ver niveles de evidencia en documento original