En las guías de práctica clínica(1,2) y sumarios de evidencia(3,4) revisados se recomienda la vía intravenosa (IV) como vía de administración intraparto de los antibióticos indicados para laprofilaxis de la infección del recién nacido por estreptococo del grupo B (EGB) en madres portadoras. Concretamente se establece que:
- El fármaco de elección es la penicilina G IV y, en el caso de que no se disponga de este antibiótico, la ampicilina IV.
- En mujeres alérgicas a penicilina, sin historia de anafilaxis, se recomienda cefazolina IV.
- En el supuesto de alergia a penicilina y riesgo de anafilaxis, se recomienda clindamicina o eritromicina vía IV (vancomicina IV si se demuestra resistencia de EGB a alguno de estos antibióticos).
Respecto a la posibilidad de utilizar otras vías de administración de los antibióticos, en las guías encontramos las siguientes afirmaciones:
- La guía publicada por los Centers for Disease Control and Prevention(1) comenta que la administración IV es la única vía de administración recomendada para la quimioprofilaxis intraparto de la enfermedad por EGB perinatal, con independencia del agente antimicrobiano utilizado, debido a que con esta vía se logran las concentraciones intraamnióticas más altas.
- La guía de la Society of Obstetricians and Gynaecologists de Canadá(2) indica que la forma oral de penicilina no es adecuada ya que no muestra tasas satisfactorias de aclaramiento de EGB del tracto genital durante el periodo del parto.
No se han localizado ensayos clínicos aleatorizados (ECAs) que comparen el tratamiento profiláctico intraparto de la infección neonatal por EGB con antibióticos IV frente a antibióticos administrados por vía oral o intramuscular. En un ECA publicado en 2005(5) se compara la eficacia erradicadora de la administración de penicilina intramuscular (2.4 millones de unidades de penicilina G benzatina) durante el periodo de parto en mujeres con cultivo positivo para EGB durante las semanas de gestación 35-37, frente a la administración de placebo. Los resultados muestran una disminución pequeña, pero significativa (p = 0,03), en la tasa de colonización por EGB en el grupo de tratamiento (14/27, 52%) frente al grupo control (20/23, 87%). Los autores concluyen que el gran número de mujeres que continuan siendo portadoras indica que la penicilina G benzatina intramuscular es insuficiente como única terapia. Sin embargo, podría ser útil como tratamiento adyuvante en pacientes con riesgo de parto rápido, antes de que se pueda administrar una adecuada profilaxis durante el parto.