Un sumario de evidencia de Dynamed(1) comenta que la recogida de muestras anogenital por la propia paciente para el screening del estreptococo grupo B (EGB) se muestra tan precisa como la recolección de la muestra por el médico y es preferida por la mayoría de las pacientes, remitiendo a un ensayo clínico(2) en el que participaron 250 gestantes en las que se comparó los resultados de las muestras tomadas por ellas mismas antes o después de que también las tomara un médico de familia. En este ensayo no se encontró diferencias estadísticamente significativas entre los resultados de la técnica realizada por los pacientes y los realizados por los médicos y, por medio de un cuestionario, ser observó que de las 250 pacientes, 145 (58%) preferían la auto-recogida. El sumario también comenta los resultados de un estudio de cohortes publicado recientemente(3) en el que se analizaron un total de 800 muestras de gestantes con predominio de origen hispano y de bajo nivel socioeconómico. Del total de muestras el 36,6% fue recogido por las pacientes tras instrucción previa. El EGB fue detectado en el 13,31% de las muestras recogidas por las pacientes y en el 10,65% en el caso de que fuese el médico el que las recogía (diferencias no significativas).
En un documento de consenso de los Centers for Disease Control and Prevention(4) respecto a la prevención de la enfermedad perinatal por EGB tan sólo se indica respecto al procedimiento clínico de recogida de muestras: las muestra deberían ser recogidas en medio ambulatorio por el profesional sanitario o por el propio paciente, con apropiada instrucción. También se indica que no debería ser usado un espéculo para la recogida de la muestra.
En un ensayo clínico aleatorizado(5) en el que se aleatorizaron 330 gestantes a una toma de muestras vaginal-rectal auto-realizada y posteriormente realizada por el médico, o a que el médico tomase en primer lugar la muestra y después la paciente. La prevalencia del EGB fue del 17,0% (56/330) y 18,8% (62/330) en la muestra recogida por la paciente y la obtenida por el clínico respectivamente (diferencia = 1,8%; IC 95% -2.0-6.0). La sensibilidad fue del 87,5% (IC 95%: 77,0-93,8) y 96,9% (IC 95%: 88,7-99,8) para la auto-recogida y toma por el clínico respectivamente.
En otro estudio de cohortes(6) con 600 mujeres embarazadas realizado para comparar las preferencias de las pacientes y la eficacia de la auto-recogida de muestras en comparación con las muestras tomadas por los profesionales sanitarios. En este estudio primero la mujer tomaba las muestras ano-vaginales y después el profesional santiarrio realizaba una segunda toma. Los resultados mostraron que la sensibilidad de la auto-recogida fue 84,3% (IC 95%, 73.2-91.5) y la de la toma por el profesional de la salud fue 94,3% (IC 95% CI, 85.3-98.2). La concordancia entre ambas formas de realizar la técnica fue adecuada (Kappa = 0,87, p <0,001, el 97,5% Medida de concordancia) pero en esta ocasión sólo el 28,5% de las mujeres prefería la auto-recogida, mientras que el 43,2% prefería la toma la realizase un profesional sanitario.