[Para el cribado de la infección tuberculosa latente (ITBL) pueden utilizarse la prueba de la tuberculina o las pruebas de liberación de interferón gamma (IGRA por sus siglas en inglés); la elección de cada uno de ellos dependerá de las características del paciente y el documento consultado. Existen 2 IGRA comercializados: QuantiFERON-TB Gold Plus® (QFT-Plus) y T-SPOT.TB® (T-Spot). La prueba con QuantiFERON podría seguir siendo positiva tras el tratamiento de la tuberculosis (TBC) latente(1).]
No existe unanimidad en los documentos consultados en cuanto a la periodicidad de la realización del cribado de TBC latente en los pacientes con psoriasis tratados con terapias biológicas. Algunos recomiendan repetir los cribados solo en los sujetos de mayor riesgo.
Uptodate dispone de un sumario de evidencia (SE) sobre inhibidores del factor de necrosis tumoral alfa (anti-TNFa, por sus siglas en inglés) e infección tuberculosa(2). Según este sumario existe debate en cuanto a si se debe o no repetir el cribado durante el tratamiento con anti-TNFa o en tratamientos posteriores. Indica que aunque está claro que el despistaje debiera repetirse en pacientes con exposición continua a la TBC, posiblemente no sea necesario en aquellos sin exposición posterior a TBC en los que el cribado inicial fue negativo o la TBC latente se trató de manera adecuada.
Según el SE de Dynamed sobre psoriasis(1) (sus recomendaciones al respecto se basan en las de la “American Academy of Dermatology National Psoriasis Foundation”): debería realizarse cribado anual deITBL en los pacientes de alto riesgo de TBC, y debería considerarse en los pacientes de bajo riesgo según criterio médico.
- Debe realizarse cribado anual de ITBL en los pacientes con psoriasis tratados con anti-TNF.
- En los pacientes con inhibidores de la interleuquina (IL) se debe realizar cribado anual en aquellos de alto riesgo de infección (por ejemplo, exposición a TBC activa en el trabajo o por viajes, o condición médica subyacente).
La guía de práctica clínica (GPC) de la “British Association of Dermatologists”(3) sugiere que, durante el tratamiento con terapias biológicas, se reevalúe de nuevo para descartar TBC a los pacientes con clínica sugestiva de la infección, aquellos residentes en áreas de alta incidencia y aquellos con nuevas exposiciones a TBC. No indica ninguna periodicidad.
Según la GPC de la “British Society for Rheumatology”(4) (grade 2C, grado de acuerdo 98%*), los pacientes con tratamientos biológicos deberían ser monitorizados para detectar TBC de forma estrecha durante el tratamiento y al menos hasta 6 meses después de su finalización (grado 2C, nivel de acuerdo 98%*). Según esta guía, la seguridad de estos fármacos debería ser reevaluada al menos cada 6 meses, y en aquellos de alto riesgo de TBC la revisión debería hacerse cada 3 meses (grado 2C, grado de acuerdo 94%*). No indica si en estas revisiones deben realizarse pruebas para detectar ITBL.
La GPC del “European Dermatology Forum”(5) recomienda que durante el tratamiento con terapias biológicas se esté alerta ante una posible infección TBC; esto se haría en base a la historia clínica y podrían utilizarse pruebas de detección de TBC (recomendación fuerte, 100% de acuerdo entre los expertos*). Esta vigilancia debería mantenerse hasta 6 meses tras la finalización del tratamiento. Durante el tratamiento, la frecuencia para la repetición del cribado de ITBL depende de la anamnesis, el riesgo de exposición y los resultados de la prueba de tuberculina y los IGRA iniciales.
En nuestro contexto sanitario, un documento de consenso multidisciplinar(6), anterior a las GPC arriba mencionadas, aconseja que, tras el inicio de los anti-TNF, solo se repita el estudio de cribado de la ITBL si hay cambios en la sintomatología clínica o potencial exposición al Mycobacterium tuberculosis por viajes en zonas de alta endemia (AIIII*).
Finalmente comentar que una revisión sistemática (búsqueda realizada solo en Pubmed; artículos publicados hasta el 22 de marzo de 2020) sobre el riesgo de reactivación de la TBC en los pacientes con psoriasis tratados con inhibidores de las IL 17 y 23(7) recoge los datos de varios estudios donde no hubo ningún caso de reactivación en los pacientes que recibieron estos tratamientos (secukinumab, ixekizumab, risankizumab) sin haber realizado la quimioprofilaxis de la ITBL detectada en los cribados realizados. Aunque estos casos procedían principalmente de países con baja incidencia de TBC, los autores plantean que la aparición de nuevos estudios que apoyen estos datos podría llevar a un cambio de las directrices actualmente existentes en las guías, favoreciendo la reducción e incluso la eliminación de los cribados de la TBC latente durante los tratamientos con estos fármacos o incluso antes de iniciarlos.