En una pregunta publicada en el Banco de Preevid en 2015 se concluía que “la determinación en heces de antígeno de Helicobacter pylori (fundamentalmente si se utiliza la técnica ELISA y anticuerpo monoclonal) es una técnica fiable, equiparable al test del aliento, tanto para el diagnóstico como para la comprobación de la erradicación”.
Tras la revisión de los documentos identificados en la nueva búsqueda resumimos que el test o prueba del aliento con urea se considera la prueba más precisa para el diagnóstico de infección por H. pylori y también para comprobar la erradicación de la infección tras el tratamiento. En cuanto a la determinación de antígeno en heces, a pesar de su menor precisión diagnóstica , se considera una alternativa al test del aliento en la mayor parte de los documentos consultados (seleccionados en base a su reciente publicación o actualización). En general, se plantea como opción a utilizar tanto para diagnosticar la infección como para confirmar su erradicación, salvo en una guía de práctica clínica (GPC)(1) y un documento de consenso(2) en los que se cuestiona su utilidad, frente al uso del test del aliento, para comprobar que se ha erradicado la infección.
Una revisión sistemática Cochrane de 2018(3) tenía como objetivo comparar la precisión diagnóstica de la prueba de aliento con urea (13C y 14C), la serología y la prueba de antígenos en heces, usadas solas o en combinación, para el diagnóstico de la infección por H. pylori en personas sintomáticas y asintomáticas. Se incluyeron 101 estudios con 11.003 participantes, de los cuales 29 estudios (2.988 participantes) evaluaron la prueba de antígenos en heces. La prevalencia de la infección por H. pylori en los estudios varió del 15,2 % al 94,7 %, con una mediana de prevalencia del 53,7 % (rango intercuartílico del 42,0 % al 66,5 %).
El metaanálisis de 99 de los estudios mostró que la odds ratio diagnóstica (ORD) para la prueba de aliento con urea‐13C, la prueba de aliento con urea‐14C, la serología y la prueba de antígeno en heces fue, respectivamente, 153 (intervalo de confianza [IC] del 95%: 73,7 a 316), 105 (IC 95 %: 74,0 a 150), 47,4 ( IC 95%: 25,5 a 88,1) y 45,1 (IC 95%: 24,2 a 84,1). La sensibilidad estimada con una especificidad fija de 0,90 (mediana de los estudios de las cuatro pruebas), fue de 0,94 (IC 95 %: 0,89 a 0,97) para la prueba del aliento con urea‐13C, 0,92 (IC 95 %: 0,89 a 0,94) para la prueba del aliento con urea‐14C, 0,84 (IC 95%: 0,74 a 0,91) para la serología y 0,83 (IC d95%: 0,73 a 0,90) para la prueba de antígenos en heces. Esto implica que, en promedio, dada una especificidad de 0,90 y una prevalencia del 53,7% (especificidad y prevalencia medianas en los estudios), de 1.000 personas a las que se les realiza la prueba de infección por H pylori, habrá 46 falsos positivos (personas sin infección por H pylori que son diagnosticado de infección por H. pylori). En esta cohorte hipotética, la prueba de aliento con urea‐13C, la prueba de aliento con urea‐14C, la serología y la prueba de antígenos en heces arrojarán 30 (IC 95%: 15 a 58), 42 (IC 95%: 30 a 58), 86 (IC 95% 50 a 140) y 89 (IC 95%: 52 a 146) falsos negativos, respectivamente (personas con infección por H. pylori en las que se perderá el diagnóstico de H. pylori). Cuando se examinaron los siete estudios que compararon la prueba del aliento con urea‐13C y la serología, o la prueba del aliento con urea‐13C y las pruebas de antígeno en heces en los mismos participantes, los resultados fueron inciertos y no se pudo determinar qué prueba es más precisa.
Como conclusión los autores indicaban que en las personas sin antecedentes de gastrectomía y aquellas que no han recibido antibióticos o inhibidores de la bomba de protones recientemente, las pruebas de aliento con urea tuvieron una precisión diagnóstica alta, mientras que las pruebas de serología y de antígenos en heces tuvieron una precisión menor para detectar la infección por H. pylori. Añaden que esta conclusión se basa en pruebas de comparaciones de pruebas indirectas; que hubo un riesgo alto o incierto de sesgo para muchos estudios con respecto a la selección de los participantes y la realización e interpretación de las pruebas índice y el estándar de referencia; y que los umbrales utilizados para estas pruebas fueron muy variables, por lo que no hay evidencia suficiente para identificar umbrales específicos que puedan ser útiles en la práctica clínica.
Las GPC(4,5) consultadas así como dos sumarios de evidencia(6,7) y un documento de consenso(8) sugieren que la prueba de aliento con urea y el ensayo de antígenos en heces tienen alta sensibilidad y especificidad y ambas se pueden utilizar para identificar la infección activa por H. pylori y también para confirmar la erradicación en los pacientes tratados.
El sumario de evidencia de Uptodate sobre indicaciones y tests diagnósticos para la infección por H. pylori(6) indica que las pruebas de antígenos en heces se pueden utilizar para establecer el diagnóstico inicial de H. pylori y confirmar la erradicación y añade que, de las pruebas disponibles, esta es la más rentable en áreas de prevalencia baja o intermedia de H. pylori. Explica que la sensibilidad y la especificidad del inmunoensayo enzimático monoclonal (94% y 97%, respectivamente) son comparables a las del test del aliento con urea.
En la quinta edición del “Maastricht Consensus Report”(8) se establece que:
- El test del aliento con urea es la prueba no invasiva más investigada y recomendada en el contexto de una "estrategia de prueba y tratamiento". También se puede utilizar el test de antígeno en heces monoclonal. (Nivel de evidencia: 2a: grado de recomendación: B)*
- El test del aliento con urea es la mejor opción para confirmar la erradicación de H. pylori y test de antígeno en heces monoclonal es una alternativa. Ambas deben realizarse al menos 4 semanas después de finalizar el tratamiento. (Nivel de evidencia: alto; grado de recomendación: fuerte)*
- La determinación de antígeno en heces puede ser menos aceptable en algunas sociedades, pero también tiene una alta sensibilidad y especificidad, siempre que se utilice la técnica ELISA basado en anticuerpos monoclonales.
Sin embargo, en una GPC de NICE(1) se recomienda que, tras el tratamiento, para comprobar la erradicación se realice una nueva prueba para H pylori utilizando una prueba de aliento con urea dado que actualmente no hay pruebas suficientes para recomendar la prueba de antígenos en heces como prueba de erradicación.
Y en un documento de consenso español(2) encontramos que:
- El test del aliento con urea marcada con C13 con administración previa de ácido cítrico es la prueba no invasiva más sensible y específica. En nuestro medio, se considera de elección para el diagnóstico de la infección por H. pylori antes y después del tratamiento.
- La detección de antígeno en heces (que se debe hacer con un método monoclonal) es una prueba no invasiva alternativa que se puede utilizar si no se dispone del test del aliento.
- La validación local del test de antígeno en heces que se utiliza de manera generalizada en la sanidad pública de Cataluña mostró una sensibilidad del 90% y una especificidad del 92%, cifras que se consideran aceptables para el diagnóstico de la infección previa al tratamiento (con una prevalencia de la infección del 60% en los pacientes con dispepsia) pero subóptimas en el control postratamiento (donde la prevalencia de la infección será menor del 10%).
*Ver en el texto completo del documento.