Según los documentos revisados, aunque los estudios epidemiológicos parecen mostrar una relación entre la infección por Helicobacter pylori (H. pylori) y la rosácea, varios factores de confusión podrían influir en la asociación encontrada en algunos estudios observacionales.
Según el sumario de evidencia de Uptodate sobre la rosácea(1), la información disponible sobre el papel de la infección por H. pylori en la rosácea es controvertido, y los casos de mejoría de la rosácea tras el tratamiento de esta infección podrían ser debidos al efecto antiinflamatorio del mismo. Menciona además que un metaanálisis(2) de estudios observacionales no encontró una asociación significativa entre dicha infección y la rosácea ni entre su erradicación y una mejoría sintomática de la lesión cutánea.
En la misma línea se postula una revisión narrativa (RN) sobre la asociación entre patología digestiva y rosácea(3) que destaca la controversia existente entre los resultados procedentes de estudios observacionales y metaanálisis y hace referencia a posibles factores de confusión derivados del uso de antibióticos:
- el efecto antiinflamatorio de los antibióticos ya mencionado por Uptodate;
- los antibióticos orales son el tratamiento estándar de ambas afecciones;
- el uso prolongado de antibióticos de la rosácea podría llevar a una infraestimación de la prevalencia de H. pylori por una menor reactividad del patógeno en las pruebas diagnósticas.
No obstante, esta revisión también menciona que la capacidad proinflamatoria y de provocar flushing del H. pylori, mecanismos íntimamente relacionados con la rosácea, podrían explicar una posible relación entre ambas entidades.
Y otra RN sobre la relación del H.pylori y los trastornos cutáneos(4), que recoge la información de diversos estudios y metaanálisis, también encuentra resultados tanto en contra como a favor de la asociación entre ambos.
El metaanálisis citado por Uptodate, también incluido en las 2 RN anteriores, sobre la asociación entre el H. pylori y la rosácea(2) (estudios observacionales publicados hasta enero de 2016; 14 estudios incluidos; 928 pacientes con rosácea y 1527 controles) encontró una asociación débil, que no llegó a alcanzar significación estadística, entre la infección por el H. pylori y la rosácea (objetivo primario; odds ratio [OR] 1,68, intervalo de confianza [IC] del 95% 1,00–2,84,P = 0,052) y el tratamiento de la infección y la mejoría de los síntomas de la rosácea (objetivo secundario; 7 estudios; RR 1,28; IC 95%: 0,98–1,67, P = 0,069).
En contraposición a esta información, una revisión sistemática también sobre la asociación entre el H. pylori y la rosácea(5) (incluida en las 2 RN arriba mencionadas, pero no en el SE; artículos publicados hasta marzo de 2018, 27 incluidos [entre ellos el anterior metaanálisis(4)] ), afirma los estudio epidemiológicos han confirmado que la infección por H. pylori está implicada en el desarrollo de la rosácea y sugiere que deberían realizarse pruebas de detección de H. pylori en los sujetos con rosácea y tratarse la infección para mejorar la rosácea. Los autores añaden que el efecto del tratamiento del H. pylori es mejor que el de la propia rosácea y que la rosácea de los pacientes con dicha infección debería ser tratada con la pauta de tratamiento del H. pylori.