La información identificada respecto a la efectividad de la punción seca como tratamiento en los pacientes con fibromialgia es escasa y los estudios resultan muy heterogéneos y de pequeño tamaño muestral lo que no permite establecer una conclusión firme sobre su efectividad.
El sumario de evidencia de Uptodate consultado(1), basándose en uno de los estudios(2) incluidos en la revisión sistemática que se menciona abajo(3), afirma que la punción seca de los puntos gatillo miofasciales mejoró la movilidad espinal en los pacientes con fibromialgia.
Esta revisión sistemática con metaanálisis evalúa la efectividad de las técnicas invasivas en los pacientes con fibromialgia(3) y concluye que las técnicas invasivas, en general, se consideran efectivas en el alivio del dolor, consiguen un aumento del umbral del dolor a corto plazo y mejoran la calidad de vida en estos pacientes.
Entre las limitaciones de esta revisión, identificadas por los propios autores, destacan que se incluyeron pocos estudios y que las técnicas no eran comparables entre sí (acupuntura, electroacupuntura y punción seca).
En concreto, sobre punción seca se incluyeron 4 ensayos clínicos aleatorizados(2, 4-6), todos ellos con sesgo de cegamiento. Los tamaños muestrales fueron 120 en 2 de los estudios y 64 en los otros. Las comparaciones se realizaron frente a tratamiento habitual, “cross tape”, terapia de relajación miofascial, placebo y no intervención; el número de sesiones variaba de 1 a 6. Los autores afirman que son necesarios más estudios sobre esta terapia, y que además deben evaluar los efectos a largo plazo y determinar el número de sesiones necesarias.
De publicación posterior y no incluido en la revisión sistemática se ha identificado otro ECA que comparó la punción seca de los puntos gatillo miofasciales frente a la estimulación eléctrica transcutánea del nervio (TENS por sus siglas en inglés) en pacientes con fibromialgia(7). Los resultados evaluados fueron la intensidad del dolor (objetivo primario), variabilidad de la frecuencia cardiaca, respuesta galvánica y saturación de oxígeno. Estos resultados fueron evaluados antes de la primera sesión y 24 horas después de la última. Únicamente hubo cegamiento para el evaluador. Se incluyeron 74 pacientes en el estudio (37 en cada brazo) sin que se produjera ninguna pérdida en el seguimiento. Todos los participantes recibieron una sesión semanal del tratamiento al que fueron asignados durante 6 semanas. El dolor se evaluó con la versión breve de la escala del "McGill Pain Questionnaire" (SF-MPQ). El análisis mostró diferencias estadísticamente significativas (a favor de la punción seca) en cuanto a dimensiones sensorial, afectiva y total del dolor, escala visual analógica e intensidad del dolor presente. Según los autores estas diferencias entre ambos grupos fueron "grandes". El estudio no hace mención a los efectos adversos.