En cuanto al beneficio de la adición de corticoide al anestésico tópico en la infiltración de los puntos gatillo en el dolor miofascial se mantienen las mismas conclusiones que en la pregunta de 2014 (ver abajo), coincidiendo la mayoría de los nuevos documentos que han sido revisados en que falta evidencia concluyente sobre la utilidad de la infiltración de los puntos gatillo y en que la asociación de corticoides al analgésico no ofrece una mejoría en el control del dolor y su administración debería evitarse por la lesión local que puede causar en el músculo(1-8). Aún así, en algunos documentos sí que se recomienda utilizar la mezcla de corticoide y anestésico(9-14).
El sumario de evidencia (SE) de UpToDate sobre el tratamiento del dolor cervical(1) indica que hay falta de evidencia firme en el uso de la infiltración de los puntos gatillo y que el uso rutinario de corticoides debería caer en desuso por su tendencia a originar necrosis muscular local.
En el SE sobre el tratamiento no quirúrgico de la lumbalgia(2), hace referencia a una revisión sistemática (RS)(3) en la que no se encuentran claras diferencias entre la infiltración local o de los puntos gatillo con anestésico (con o sin corticoide) y las intervenciones control (salino o punción seca o cloruro de etilo más acupuntura) a nivel local o en los puntos gatillo.
Una guía de práctica clínica (GPC) de 2017 sobre el dolor crónico(4) comenta igualmente que no hay evidencia de que la infiltración de fármacos mejore los resultados de la punción de los puntos gatillo y que si se inyectan corticoides junto con el anestésico local (AL) hay riesgo de miopatía local.
La GPC canadiense sobre el dolor pélvico crónico de 2018(5) también comenta que en el manejo de los puntos gatillo miofasciales los corticoides pueden ser localmente miotóxicos y una revisión sistemática de la literatura no muestra ventajas cuando se usan mezclados con los anestésicos.
La inyección de diferentes sustancias y la punción seca en el tratamiento del dolor temporomandibular miofascial han sido evaluadas en una RS de 2018(6). Sólo uno de los 18 estudios incluidos en la revisión evaluaba el uso de corticoide con lidocaína. Dicho estudio(7) encontró resultados similares de la inyección de lidocaína con corticoide y la inyección de sólo lidocaína.
Un ensayo clínico aleatroizado(8) doble ciego publicado en 2015 que investiga la diferencia de la infiltración de AL y AL con corticoide para el tratamiento del síndrome piramidal encuentra que la inyección de corticoide y AL no ofrece una mejoría adicional. Para ello se seleccionaron 47 pacientes con síndrome piramidal y se administró (guiada por ecografía) lidocaína a 22 pacientes y lidocaína con betametasona los otros 25. Los sujetos fueron evaluados a la semana, al mes y a los tres meses tras la infiltración. En ambos grupos se encontró una mejoría significativa del dolor en todos los parámetros medidos en estas 3 evaluaciones (P < 0,05) sin que se evidenciaran diferencias entre los grupos en la reducción del dolor en ningún parámetro medido (P > 0,05).
Sin embargo, algunos documentos recomiendan la adición del corticoide al AL en la infiltración de los puntos gatillo:
Así el SE de BMJ Best Practice sobre los síndromes de dolor crónico(9) indica que la infiltración de los puntos gatillo con corticoides puede ser útil en algunos pacientes (aunque sin especificar).
Y el SE de DynaMed Plus sobre el síndrome de dolor miofascial(10), en cuanto a la infiltración de puntos gatillo con anestésico local afirma (con un nivel de evidencia 2) que puede no disminuir el dolor en pacientes con patología osteomuscular. En cuanto a la técnica indica que se inyecte lidocaína en el punto gatillo y los 4 cuadrantes que lo rodean, y se añadan esteroides si hay pobre respuesta.
En el SE de UpToDate sobre el síndrome de dolor pélvico miofascial en mujeres(11), se indica que las dosis y medicaciones óptimas para la infiltración de los puntos gatillo no está clara y que las mezclas de anestésicos locales y corticoides han mostrado una reducción del dolor.
La GPC sobre el dolor pélvico crónico de la “European Association of Urology” de 2015(12) en cuanto al tratamiento de los puntos gatillo miofasciales comenta un estudio(13)que muestra efectividad de las infiltraciones con anestésico local y corticoide. Pero comenta que la evidencia de los diferentes tratamientos de los puntos gatillo miofasciales es débil y que la mayoría de estudios no encuentran diferencias entre las terapias manuales, la punción seca o la “punción húmeda” (aquella que infiltra alguna sustancia).
Por último, una revisión narrativa publicada en 2019 sobre el dolor crónico de la pared abdominal(14) también menciona que el control del dolor moderado o severo se puede conseguir con la infiltración de los puntos gatillo con un anestésico con o sin corticoide, aunque la respuesta es mejor combinando ambos fármacos.