Tras la búsqueda realizada no se ha localizado ningún sumario de evidencia, guía de práctica clínica ni protocolo que mencione esta terapia. Sí se han encontrado dos ensayos clínicos aleatorizados (ECA) y un estudio cuasiexperimental en los que se investiga la eficacia de utilizar heparinas de bajo peso molecular (HBPM) en el tratamiento de las úlceras venosas crónicas (UVC). Sus resultados indican que la terapia con HBPM puede ser eficaz como terapia complementaria al tratamiento básico y acelerar la curación de las UVC de la pierna y pie diabético, pero es necesario realizar más investigación que confirme estos hallazgos.
El primer ECA(1) incluyó a un total de 284 pacientes con UVC, de más de seis semanas de evolución; fueron reclutados en un período de 4 años. Todos los pacientes fueron sometidos al tratamiento correspondiente después de considerar sus preferencias: terapia de compresión seguida o no de cirugía vascular. Los pacientes fueron asignados al azar a dos grupos de 142 personas en cada uno (grupo A y grupo B como casos y controles, respectivamente). Los pacientes del grupo A, además del tratamiento básico, recibieron la administración de nadroparina 2.850 UI / 0,3 ml mediante inyección subcutánea una vez al día durante 12 meses, mientras que los pacientes del grupo B recibieron tratamiento básico sólo. El grupo A mostró una tasa de curación del 83-80% a los 12 meses, mientras que la del grupo B fue del 60-56%. Los resultados mostraron que en el grupo de pacientes de mayor edad, el tratamiento con HBPM se mostró más eficaz a largo plazo; este grupo también tuvo la tasa de recurrencia más baja. Los autores de este estudio sugieren que la terapia con HBPM, como apoyo al tratamiento básico, a largo plazo puede acelerar la curación de las UVC de la pierna, especialmente en pacientes de edad avanzada. Consideran que estos resultados iniciales precisan futuras investigaciones clínicas para llevar a cabo estudios más grandes con un seguimiento más prolongado para confirmar su validez.
Un segundo ECA(2) triple ciego, aleatorizado, controlado con placebo, en el que se valora la eficacia y la seguridad de la bemiparina en el tratamiento de las úlceras crónicas del pie diabético. Los 84 pacientes seleccionados eran mayores de 18 años, con diabetes de al menos 3 años de evolución y con una úlcera en el pie que persiste durante más de 3 meses, pertenecientes a 39 centros de españoles. Se administró bemiparina 3.500 UI / día durante 10 días, seguido de 2.500 UI / día durante un máximo de 3 meses, más atención estándar para las úlceras y se comparó con placebo más atención estándar para las úlceras durante 3 meses. Tanto la administración de HBPM como el placebo se administraron por inyección subcutánea. El resultado primario de eficacia fue la mejora de la úlcera, definida como una disminución objetiva en el área de la úlcera ≥ 50%, medida por fotografía digital y software ImageJ, y / o cualquier disminución en el grado de úlcera a los 3 meses. Las tasas de mejora de la úlcera fueron del 70,3% (26 de 37 pacientes) en el grupo de bemiparina y del 45,5% (15 de 33 pacientes) en el grupo de placebo [diferencia absoluta 24,8; Intervalo de confianza (IC) del 95% 2,3, 47,3; P = 0.035] (número necesario para tratar 4; IC 95% 2-43). Las tasas de curación completa a los 3 meses fueron similares en ambos grupos (35,1% frente a 33,3%; P = 0,874), al igual que el número de eventos adversos. Como conclusión, según este estudio, la bemiparina es más efectiva que el placebo en el tratamiento de las úlceras del pie diabético y tiene pocos efectos secundarios.
Por último, un estudio cuasiexperimental(3) en el que reclutaron a un total de 120 pacientes con UVC en las piernas, secundaria a insuficiencia venosa crónica primaria. Las úlceras tenían más de 2 meses de evolución y eran resistentes a la terapia convencional. Sesenta pacientes (grupo A) se sometieron a un injerto de piel seguido de terapia a largo plazo con HBPM. Sesenta pacientes (grupo B) se sometieron a un injerto de piel como único procedimiento. El seguimiento fue de 5 años. Al alta hospitalaria, todos los pacientes habían curado las úlceras. En el grupo A, a los 5 años, aproximadamente el 90% de las úlceras permanecieron curadas. En el grupo B, a los 5 años, aproximadamente el 56% de las úlceras permanecieron curadas. Los resultados sugieren que el tratamiento a largo plazo con heparina de bajo peso molecular parece haber mejorado los resultados tempranos y tardíos de los pacientes que se sometieron a cirugía reconstructiva por UVC. Los autores proponen que, probablemente, los tratamientos moduladores de la matriz extracelular, como la administración de heparina, pueden completar la estrategia de manejo para heridas difíciles de curar o crónicas.