Tras la búsqueda realizada se han localizado varios estudios sobre el uso de las corrientes galvánicas en el tratamiento de las heridas. Un ensayo cuasi-experimental(1) que evaluó los efectos de la corriente galvánica en la cicatrización de las úlceras de pacientes diabéticos y tres revisiones sistemáticas (RS) (2-4). La primera presenta un protocolo para el tratamiento de úlceras por presión (UPP) grado II y III, y las otras dos abordan diversos tipos de electroterapia en el cuidado y tratamiento de las heridas.
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Un ensayo clínico no aleatorio (1) longitudinal y prospectivo, en el que 15 pacientes diabéticos con úlceras en pie se dividieron en tres grupos. A todos se les realizó valoración de índice tobillo-brazo (ITB), medición del área de la úlcera tanto al inicio como al final del tratamiento. Al grupo control se le aplicó el tratamiento estándar, al segundo grupo llamado de electroestimulación se le aplicó corriente galvánica a dosis subumbral en 20 sesiones de 15 minutos, y al tercer grupo, llamado de láser, se le aplicó dosis de 10 J/cm2 con una frecuencia de 10,000 Htz en 20 sesiones con aplicación puntal. Tras el tratamiento se encontró una mejoría en el tamaño de la úlcera de 35,8% para el grupo control, 47,2% para el de electroestimulación con y 57,2% para el de láser, encontrándose una diferencia significativa únicamente para el grupo de electroestimulación comparativamente al grupo control después del tratamiento (P = 0,05). Los autores concluyen que el tratamiento con corriente galvánica de tipo subumbral mejora la cicatrización de las úlceras en pacientes diabéticos.
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Una RS(2), en la que se define la electro-estimulación como: la aplicación de corriente eléctrica transmitida a través de un electrodo, con el fin de producir reacciones biológicas y fisiológicas, para favorecer la regeneración celular en procesos patológicos. Tras revisar 352 estudios originales, constatan la heterogeneidad de parámetros en la aplicación de electro-estimulación en el proceso de cicatrización de úlceras por presión (UPP). Los autores proponen, un protocolo de electro-estimulación fundamentado en los procesos biológicos, eléctricos y mecánicos de la piel.
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Una RS(3) cuyo objetivo fue recopilar la mejor evidencia disponible de las revisiones sistemáticas sobre cuidado y tratamiento de heridas, para formular conclusiones que respalden las decisiones en la práctica clínica. La búsqueda se realizó en la Base de datos Cochrane hasta junio de 2011. Se incluyeron todas las revisiones sistemáticas de Cochrane, publicadas por Cochrane Wounds and Periveheral Vasaches Diseases Groups, y que investigaron las intervenciones terapéuticas y preventivas. Dos investigadores clasificaron de forma independiente cada intervención en cinco niveles de evidencia de efecto, en función del tamaño y la homogeneidad, y el tamaño del efecto de los resultados. Se incluyeron 44 RS relevantes que contenían 109 conclusiones o recomendaciones basadas en la evidencia: 30 sobre úlceras venosas, 30 sobre heridas agudas, 15 sobre úlceras por presión, 14 sobre úlceras diabéticas, 12 sobre úlceras arteriales y ocho sobre heridas crónicas misceláneas. Se extraen conclusiones sobre la efectividad terapéutica de la ultrasonografía, colchones, métodos de limpieza, cierre de heridas quirúrgicas, miel, profilaxis antibiótica, compresión, crema de lidocaína-prilocaína, injertos de piel, antisépticos, pentoxifilina, desbridamiento, oxigenoterapia hiperbárica, estimuladores de granulocitos, prostanoides y estimulación de la médula espinal.
La estimulación de la médula espinal para el tratamiento de la isquemia crítica no reconstruible de la pierna mostró una fuerte evidencia de efectividad y dio como resultado una mejor tasa de salvamento de la extremidad, en comparación con los hallazgos en pacientes tratados de manera conservadora.
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La tercera RS(4) del año 2001 y que no está incluída en la anterior, evalúa la efectividad clínica y la relación costo-efectividad de una gama de terapias para la prevención y el tratamiento de la úlcera venosa de la pierna: terapia láser de bajo nivel, ultrasonido terapéutico, electroterapia y terapia electromagnética para el tratamiento de heridas crónicas. Se realizaron búsquedas en diecinueve bases de datos electrónicas, incluidas MEDLINE, CINAHL, EMBASE y el Registro Cochrane de Ensayos Controlados (CENTRAL). Se realizaron búsquedas manuales en revistas relevantes, actas de congresos y bibliografías de documentos recuperados. Se consultó también con un panel de expertos.
Los ensayos controlados aleatorios (ECA) que evaluaron estas intervenciones fueron elegibles para su inclusión en esta revisión si utilizaron medidas objetivas de resultado, como la incidencia de la herida o las tasas de curación. Cuatro ECA que utilizaron el láser (para úlceras venosas de pierna), 10 de ultrasonido terapéutico (para úlceras por presión y venosas), 12 de electroterapia (para úlceras isquémicas y diabéticas), y heridas crónicas en general y cinco de terapia electromagnética (para úlceras venosas de la pierna y úlceras por presión). Los estudios fueron generalmente pequeños y de mala calidad metodológica. Los autores concluyen que no hay suficiente evidencia confiable para sacar conclusiones sobre la contribución de la terapia con láser, el ultrasonido terapéutico, la electroterapia y la terapia electromagnética a la curación de heridas crónica.