Tras la búsqueda realizada podemos concluir que, actualmente no hay pruebas concluyentes disponibles de ensayos clínicos aleatorizados (ECAs), con respecto a los beneficios o perjuicios de tomar una ducha o un baño en el periodo postoperatorio temprano (24h) versus tardío, para la prevención de complicaciones de la herida quirúrgica. A pesar de la ausencia de evidencia, las dos guías de práctica clínica (GPC) consultadas indican que los pacientes pueden ducharse de manera segura 48 horas después de la cirugía.
Una GPC(1) sobre seguridad del paciente quirúrgico, señala que los pacientes pueden ducharse a partir de las 48 horas después de la cirugía. Esta recomendación se basa en una revisión sistemática (RS)(2) que examinó la evidencia relativa al lavado postoperatorio de la herida y las soluciones utilizadas. Solamente incluyó dos estudios cuasi-aleatorizados que evaluaron la incidencia de infección de la herida quirúrgica (IHQ). En el primero de ellos que incluyó a 121 participantes, estos fueron aleatorizados a ducharse el primer día del periodo postoperatorio o bien a mantener la herida seca durante catorce días. No se observó IHQ en ningún grupo. En el otro estudio cuasi-aleatorizado, con 82 participantes, los pacientes fueron aleatorizados a ducharse el segundo día del periodo postoperatorio, o a no ducharse. Hubo dos IHQ en el primer grupo y cuatro en el segundo (diferencia estadísticamente no significativa). No se han identificado otros ECA que evalúen el lavado de la herida y la incidencia de IHQ. (Calidad de la evidencia baja)*
Otra GPC(3) NICE de 2008 y actualizada a 2019 también indica que los pacientes pueden ducharse de manera segura 48 horas después de la cirugía.
Una RS(4) que investiga los beneficios frente a los daños de humedecer las heridas al bañarse o ducharse, después de una intervención quirúrgica, sugiere que el baño temprano puede alentar a la persona a moverse, lo cual es bueno después de la mayoría de los tipos de cirugía. Evitar bañarse o ducharse después de la operación durante dos o tres días puede ocasionar la acumulación de sudor y suciedad en el cuerpo, pero el lavado temprano de la herida puede tener un efecto negativo en la curación al irritar la herida y alterar el ambiente de curación. Se revisó toda la evidencia disponible de la literatura (hasta julio de 2013) sobre este tema. En particular, se buscaron ECAs y se identificó un solo ensayo que tuvo un alto riesgo de sesgo, y que incluyó a 857 personas sometidas a operaciones menores de cirugía general. Todas las heridas fueron cerradas mediante suturas. Se aconsejó a un grupo de 415 personas (grupo intervención =GI) que se quitaran el apósito 12 horas después de la cirugía y que se bañaran normalmente, mientras que al otro grupo de 442 personas (grupo control GC) se les aconsejó que mantuvieran el apósito durante al menos 48 horas y luego se bañaran normalmente. El único resultado de interés informado en este ensayo fue la IHQ. No se observaron diferencias estadísticamente significativas en la proporción de personas que desarrollaron IHQ en los dos grupos (8,5% en el GI y 8,8% en el GC). Los autores concluyen que actualmente no hay evidencia concluyente disponible de ECAs sobre los beneficios o daños con respecto a las complicaciones de la herida por realizar un lavado, con ducha o el baño, postoperatorio temprano o tardío.
Por último otra RS(5) que incluyó series de casos o estudios de observación prospectiva con grupos de pacientes que evaluaron el efecto de ducharse o bañarse como parte de una rutina diaria de higiene en el sitio de la herida quirúrgica. Todos los estudios usaron agua del grifo, pero variaba si se usaba jabón o antibiótico. Los intervalos de tiempo antes de lavar el sitio de la herida variaron en los GI desde inmediatamente después de la cirugía, hasta una semana después de la operación. Los estudios con GC declararon que los participantes podían lavar la herida una vez que se quitaran las suturas/grapas. El lugar de los procedimientos quirúrgicos varió e incluyó cirugía de columna y cirugía de pie y tobillo, también variaron los procedimientos quirúrgicos. Se incluyeron nueve estudios (2.150 participantes, rango 60 a 857) en la revisión. El baño temprano o la ducha sobre las heridas quirúrgicas no aumentaron el riesgo de IHQ, las tasas variaron del 0% al 8,4% en los GI y del 0% al 18% en los GC. Los autores de la revisión indican que no había base que un paciente evite ducharse o bañarse en el sitio de incisión quirúrgica como parte de su higiene normal durante el proceso de curación.
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