Tras la búsqueda realizada con los recursos habituales de este servicio, no se ha encontrado ningún documento que recomiende el uso del agua del mar para el tratamiento de heridas.
Según indica un documento de la Organización Mundial de la salud (OMS)(1):“Las aguas de mar y saladas pueden contener microorganismos que pueden ser patógenos, incluyendo bacterias, protozoos y virus”.
Un Best Practice(2) de información para usuarios sobre cura de heridas, con respecto al lavado de las heridas recomienda lo siguiente: La limpieza de la herida debe hacerse con suero fisiológico, agua potable o en su defecto, agua hervida. En España, la pauta más extendida es la siguiente: la irrigación se hará cargando una jeringa de 20-35 cc con aguja de 0,9 × 25 dirigiendo el chorro de agua sobre el área a tratar para lograr una presión de 1-4 kg/cm2 , suficiente para eliminar detritus, bacterias y restos de curas sin lesionar el tejido sano.
Respecto a los riesgo que puede suponer la exposición de una herida a agua del mar:
Una revisión narrativa (3) sobre la epidemiología, las manifestaciones clínicas, las estrategias de diagnóstico y tratamiento, y los resultados de las infecciones invasivas superficiales y más profundas causadas por los patógenos bacterianos acuáticos más comunes, emergentes e inusuales, encontró los siguientes hallazgos:
- las lesiones acuáticas a menudo resultan en infecciones polimicrobianas gramnegativas con bacterias marinas;
- la mayoría de las bacterias marinas son resistentes a las penicilinas y cefalosporinas de primera y segunda generación;
- las infecciones por micobacterias no tuberculosas deben considerarse en infecciones marinas de inicio tardío, cultivos negativos y resistentes a los antibióticos;
- las infecciones marinas superficiales y las heridas preexistentes expuestas al agua de mar pueden provocar infecciones profundamente invasivas y sepsis en pacientes inmunocomprometidos. Con la excepción de heridas marinas menores que demuestran celulitis localizada, la mayoría de las demás infecciones marinas y todas las infecciones marinas gramnegativas y micobacterianas requerirán terapia con combinaciones de antibióticos.
Un informe(4) sobre el aislamiento de Vibrio vulnificus ( patógeno humano oportunista que puede causar gastroenteritis, infecciones necrosantes graves de tejidos blandos y septicemia primaria, con una alta tasa de mortalidad; a enfermedad se asocia a la ingestión de mariscos o a la exposición de agua contaminada) de las aguas del Mediterráneo, indican que la presencia de Vibrio vulnificus en mariscos y muestras ambientales son lo suficientemente fuertes como para considerar que el organismo puede representar un peligro para la salud humana en nuestra área geográfica.