No se ha encontrado investigación que indique la contraindicación de administrar nebulizadores en los pacientes con tuberculosis (TBC) activa.
Sin embargo, una revisión narrativa de 2015(1) sobre los tratamiento con fármacos inhalados para la TBC indica que, desde la década de 1990, aumenta la incidencia de la TBC resistente a múltiples fármacos, particularmente en el contexto de pacientes coinfectados por el virus de la inmunodeficiencia humana. Por lo que se comenzó a investigar la terapia en aerosol, ya que esta ofrece el potencial de administrar los fármacos a concentraciones diana directamente a los pulmones, utilizando la interfaz alveolo-capilar para alcanzar niveles sistémicos, al tiempo que se reduce el riesgo de toxicidad sistémica observada con la dosis administrada por vía parenteral. Además, no hay suficientes nuevos medicamentos en desarrollo para anticipar la aparición de un nuevo régimen en el tiempo para asegurar el control futuro de la resistencia a los medicamentos. En consecuencia, las estrategias alternativas son fundamentales para lograr el control de la tuberculosis, y las terapias inhaladas deben ser consideradas como una de esas estrategias.
Por otra parte, una GPC para diagnóstico, tratamiento y prevención de la TBC(2) habla de la utilización de la nebulización en el cuidado y prevención de la TBC:
- Con respecto al tratamiento de la TBC, indica que en ocasiones son necesarias técnicas alternativas para obtener muestras adecuadas de secreción respiratoria como la inducción del esputo mediante la nebulización de suero salino hipertónico.
- Con respecto a la prevención, recomienda que el personal sanitario tome medidas de protección individual para prevenir la inhalación de partículas infecciosas, como utilizar respiradores tipo FFP3 homologados, que deberán emplearse, entre otras circunstancias, cuando el paciente es sospechoso o está ya diagnosticado de TBC y tiene tratamientos aerosolizados. Lo que indica que a estos pacientes se les puede aplicar tratamiento en forma de aerosol.
Además, habría que tener en cuenta que con algunos de los fármacos que se administran en forma de nebulización, como la Beclometasona(3), se debe tener especial precaución en pacientes con TBC activa o quiescente.