La búsqueda realizada en las base de datos habituales no identifica documentos en los que se mencione de forma explícita una relación directa entre el uso de analgesia epidural (AE) durante el parto y una hipocontractilidad uterina. No obstante, de forma indirecta se puede desprender la existencia de un efecto de la AE en la dinámica uterina al encontrar que esta técnica, frente a su no utilización, se asocia, entre otras consecuencias, a una segunda etapa del parto más prolongada y a una mayor necesidad de la utilización de oxitocina.
Hay una pregunta previa formulada al servicio PREEVID en mayo del 2010 (ver abajo), en cuya respuesta se revisan los efectos secundarios de la administración de AE durante el parto, y se resume que este procedimiento alarga la duración del parto (debido a la prolongación del segundo estadio del parto) e incrementa la posibilidad de que tenga lugar un parto instrumentado.
La revisión de las más recientes guías de práctica clínica(1,2) y sumarios de evidencia(3-6) sobre el manejo del parto normal o sobre la utilización de AE durante el parto, mantienen que se asocia con una segunda etapa más larga del trabajo de parto y una mayor probabilidad de parto vaginal instrumentado, sin que se comente, en ninguno de los documentos un efecto directo sobre la actividad uterina.
Tampoco se alude de forma concreta a una disminución de la capacidad de contracción uterina en una revisión sistemática de la Cochrane actualizada en 2011(7) en las que se revisan los efectos de la AE durante el parto. Sin embargo, en la revisión se indica que, entre otros posibles efectos, las mujeres en las que se utilizó AE tuvieron más probabilidades de tener un parto más largo (segunda etapa del trabajo de parto) y de necesitar con mayor frecuencia que sus contracciones de parto fuesen estimuladas con oxitocina. En el apartado de implicaciones para la práctica los autores añaden que el hallazgo de que la AE parece alterar la dinámica del trabajo de parto de forma que requiere el uso de oxitocina necesita ser aplicada en la práctica.
En otra revisión sistemática de 2002(8) sobre los efectos secundarios de la AE en el parto, encontramos, de forma similar, que en respuesta al riesgo de una disminución de las contracciones uterinas que podrían prolongar el trabajo de parto, es probable, en las mujeres en las que se utiliza a AE, la necesidad de utilizar oxitocina para estimular las contracciones.