En cuanto a la utilización, en general (pues la pregunta planteada carece de información específica, sobre las características concretas de la paciente o sobre el producto a evaluar, para poder ofrecer una respuesta más precisa), de los agentes hidratantes por mujeres con síntomas de vaginitis atrófica, los documentos consultados (una guía de práctica clínica -GPC- un sumario de evidencia y un consenso de profesionales) consideran que la utilización regular de estos productos puede proporcionar una mejoría sintomática, fundamentalmente en casos leves, y facilitar las relaciones sexuales con coito. En cuanto al papel de los lubricantes vaginales, estos estarían indicados de forma puntual durante la actividad coital para mejorar el confort.
En pacientes con síntomas más graves estos productos serían la opción terapéutica a elegir en el supuesto de deseo de la mujer a no utilizar tratamientos hormonales, contraindicación al tratamiento hormonal tópico o si este tratamiento produce efectos indeseables.
La GPC de la “Society of Obstetricians and Gynaecologists of Canada”(1) establece como recomendación que las cremas hidratantes vaginales, aplicadas de forma regular, tienen una eficacia equivalente a los tratamientos hormonales tópicos para el manejo de los síntomas urogenitales locales tales como el pico vaginal, la sensación de irritación, y la dispareunia, y deberían ser ofrecidos a las mujeres que deseen evitar el uso de tratamientos hormonales tópicos (Nivel de evidencia I; grado de recomendación A). En cuanto a los lubricantes vaginales, se comenta que se pueden utilizar para disminuir la irritación inmediata durante la actividad coital, pero no hay evidencia de que estos productos tengan un efecto terapéutico a largo plazo.
El sumario de evidencia de Uptodate sobre el tratamiento de la atrofia vaginal(2) indica, como recomendación al respecto, que el uso regular (una o más veces por semana) de agentes hidratantes vaginales complementados por lubricantes a base de agua durante el coito vaginal, se ha de plantear como el tratamiento de primera línea para los síntomas de atrofia vaginal, en vez del tratamiento con agentes hormonales o dilatadores vaginales (grado de recomendación 2B). Sin embargo, a diferencia de lo que comentaba la guía, los autores consideran que, mientras que estos agentes pueden facilitar el coito y aumentar la humedad vaginal, no parecen revertir los cambios atróficos de la vagina de forma similar a los estrógenos tópicos. Por tanto, los consideran de utilidad sobre todo en mujeres con síntomas leves y en aquellas mujeres en las que estos productos proporcionan suficiente comodidad durante la actividad coital.
Un documento de consenso publicado en el 2000 por la “American Family Physician”(3), respecto a la utilización de cremas lubricantes e hidratantes en vaginitis atrófica, comentaba que se pueden utilizar asociado al tratamiento estrogénico tópico o como terapia alternativa en el caso de pacientes que prefieren no usar tratamientos hormonales, presentan contraindicaciones médicas o experimentan efectos secundarios a los tratamientos hormonales.