La revisión de guías de práctica clínica (GPC) y sumarios de evidencia no ha identificado el diagnóstico de colpitis atrófica como un efecto asociado a la menopausia, bien de causa espontánea o yatrógena. Tampoco se han encontrado documentos en los que se analice el manejo de este diagnóstico anatomopatológico.
Sí se localiza abundante información en relación al tratamiento de la vaginits atrófica sintomática en mujeres con historia de cáncer de mama hormono-dependiente. Las GPC y sumarios de evidencia(1,2,3,4,5,6) coinciden en recomendar como tratamiento de primera elección las cremas hidratantes y lubricantes no hormonales, debido al potencial riesgo de los estrógenos tópicos en estas pacientes por la absorción sistémica del producto. Sin embargo, en una de las GPC(3) y en los sumarios de evidencia de Uptodate(4,5) se comenta que, en el caso de atrofia vaginal moderada o severa en la que los síntomas no mejoran con los tratamientos tópicos no hormonales, puede ser aceptable prescribir un estrógeno tópico a baja dosis tras discutir con la mujer los potenciales beneficios y riesgos.