*Al recibirse, en el servicio PREEVID, una pregunta similar con fecha 3 de Julio del 2009: ¿Qué evidencia existe sobre las propiedades de los arándanos en la prevención de las cistitis?, se ha procedido a una actualización de la respuesta [Ver respuesta actualizada en Julio del 2009]
Una revisión sistemática de la Cochrane publicada en el 2003 (1), trata de responder a esta pregunta. En dos ensayos clínicos aleatorizados de buena calidad, los productos de arándano redujeron significativamente la incidencia de infección urinaria (IU) a los doce meses, comparados con placebo/control en mujeres (riesgo relativo de 0,61; IC del 95%: 0,40 a 0,91). Las conclusiones de los autores son que: hay pruebas derivadas de dos ensayos clínicos de buena calidad de que el jugo de arándano puede reducir el número de IU sintomáticas durante un período de 12 meses en mujeres. No está claro si es efectivo para otros grupos como niños, hombres y mujeres mayores. El gran número de abandonos/retiros de algunos de los ensayos indica que el jugo de arándano puede no ser aceptable durante períodos prolongados de tiempo. Además no está claro cuál es la dosis o el método óptimos de administración (p.ej. jugo o comprimidos).
La revisión realizada en la revista secundaria Bandolier en el 2006 (2) llega a conclusiones similares. Resume que el único campo en el que ha demostrado su eficacia ha sido en la prevención de IU en mujeres susceptibles; sin que haya demostrado ser efectiva ni en niños, ni en pacientes afectados de vejiga neurógena. A partir de los cuatro ensayos clínicos que incluye en el cálculo, estima el efecto de la reducción de infecciones urinarias al tomar arándanos en un riesgo relativo en 0,5 (IC al 95% de 0,4 a 0,8); siendo el número de casos necesarios para tratar (NNT), para evitar una infección urinaria, de 14 (IC entre 8 y 15).
Dos Guías de Práctica Clínica inglesas, actualizadas en el 2006 (3, 4) incluyen la recomendación de tratamiento con arándanos para la profilaxis de las infecciones de repetición en mujeres. Como datos de interés incluidos en estas guías destacamos que:
- No se puede hacer extensiva la misma recomendación para niños, ni en pacientes varones.
- No se ha establecido la dosis óptima; aunque a dosis mayores parece que el efecto pueda ser más ventajoso.
- Hay descritos abandonos importantes en ensayos con ingesta de altas cantidades de jugo, por su intolerancia.
- Así mismo la profilaxis con arándanos no estaría indicado cuando se está en tratamiento con anticoagulantes orales.