Tras la búsqueda se han seleccionado 4 Revisiones Sistemáticas (RS) y 3 estudios que revisan la eficacia de los productos de arándanos en la prevención y/o tratamiento de las infecciones del tracto urinario (ITU) en las mujeres embarazadas. En general, concluyen que el jugo de arándano, a pesar del uso generalizado, no es eficaz en la prevención de las infecciones urinarias en mujeres embarazadas. También remarca que hay mala adherencia en los estudios (por las náuseas y vómitos) y, por lo tanto, abandonos. Con respecto a la seguridad del uso de productos de arándano, una de las revisiones seleccionadas señala que no hay evidencia directa, pero si la hay indirecta, de que el riesgo por su consumo es mínimo; y dado este perfil de seguridad, considera que la suplementación de arándanos como fruta o jugo de fruta puede ser una valiosa opción terapéutica en el manejo de las ITU durante el embarazo.
Una RS sobre intervenciones para prevenir las ITU recurrentes (ITUR) durante el embarazo,(1) indica que los productos de arándano (principalmente jugo) se han utilizado como una intervención para prevenir las ITURs. Se ha demostrado in vitro que los arándanos previenen que las bacterias se adhierqn a las células uro-epiteliales en la vejiga y sin adhesión son incapaces de causar una ITU. La RS concluye que se sabe poco acerca de la mejor manera de prevenir ITUR en mujeres embarazadas, sobre todo porque no todos los enfoques utilizados en mujeres no embarazadas son aplicables a las embarazadas. Por lo tanto, es importante definir las intervenciones óptimas para prevenir las ITURs durante el embarazo para mejorar los resultados del embarazo.
Destaca que en algunos de los estudios incluidos en la revisión, se han producido importantes pérdidas de sujetos durante el seguimiento. Uno de los estudios(2) señala que las náuseas y vómitos debidos a cambios fisiológicos en el embarazo pueden disminuir aún más la adherencia, aunque concluye el estudio que puede haber un efecto protector de la ingestión de arándanos contra la bacteriuria asintomática y las ITU sintomáticas durante el embarazo. Recomienda más estudios para evaluar este efecto. También informa de otra revisión Cochrane anterior(3) sobre prevención de ITU con arándanos, que incluyó dos estudios en mujeres embarazadas (2,4) y concluyó que se precisan más estudios para evaluar la efectividad del jugo de arándano con una ''''justificación fuerte'''', ya que el beneficio es probable que sea pequeño especialmente en combinación con una mala adherencia. En general, se encontró que el jugo de arándano no fue eficaz en la reducción de las infecciones urinarias en mujeres embarazadas. Los dos estudios(2,4) mostraron resultados muy diferentes con un RR combinado de 1,04 (IC del 95%: 0,93 a 1,16). Ambos estudios evaluaron cantidades relativamente grandes de jugo de arándano (hasta 1000 mL /d) y ambos tuvieron un alto número de abandonos (39% y 28% respectivamente).
Otra RS analiza los beneficios del uso de hierbas durante el embarazo(5). Se incluyeron 14 ensayos clínicos controlados aleatorios (ECA). Entre las hierbas evaluadas, el arándano no se mostró eficaz en el tratamiento de las ITU. La revisión señala que, a pesar del uso generalizado y popular de remedios herbales durante el embarazo, muy pocos estudios se han dedicado a investigaciones clínicas específicas. Y, con la excepción del jengibre, no hay datos para apoyar el uso de cualquier otro suplemento herbario durante el embarazo.
En cuanto a la seguridad, otra RS(6) revisa la literatura para obtener pruebas sobre el uso, la seguridad y la farmacología del arándano, centrándose en cuestiones relacionadas con el embarazo y la lactancia. Señaló que no hay evidencia directa de seguridad o daño a la madre o al feto como resultado del consumo de arándano durante el embarazo. Indirectamente, hay buena evidencia científica de que el arándano puede ser de riesgo mínimo (una encuesta a 400 mujeres embarazadas no descubrió ningún evento adverso cuando consumieron regularmente arándanos). En la lactancia, se desconoce la seguridad o daño del arándano. En conclusión, los autores establecen que dado que existe evidencia que apoya el uso del arándano para las ITU y su perfil de seguridad, la suplementación de arándanos como fruta o jugo de fruta puede ser una valiosa opción terapéutica en el tratamiento de las ITU durante el embarazo.
Finalmente, un estudio piloto(7) evalúa el cumplimiento y la tolerabilidad de la ingestión diaria de cápsulas de arándanos para la prevención de la bacteriuria asintomática (BAS) en el embarazo en un total de 49 mujeres embarazadas. Fueron asignadas al azar al arándano o al placebo, dos dosis diarias, en edad gestacional menor de 16 semanas. Las pacientes fueron seguidas mensualmente por ITU hasta el parto. Se programaron hasta siete visitas mensuales para cada paciente.
De 38 pacientes evaluables, la tasa de cumplimiento promedio durante el período de estudio fue del 82% (rango, 20% -100%). Esta tasa de cumplimiento y el 74% de las pacientes que lograron un buen cumplimiento (≥75%) fueron similares entre los que recibieron cápsulas de arándano y placebo. La evaluación del cumplimiento reveló que la mayoría de las pacientes dejaron el consumo de cápsulas después de 34-38 semanas de participación. La regresión logística multivariada y el análisis longitudinal mostraron un efecto de tiempo de interacción significativo con el tratamiento del arándano. Sin embargo, el consumo de arándanos no fue un predictor significativo de la intolerancia gastrointestinal o el abandono del estudio. Aunque el 30% de las pacientes se retiraron por diversas razones, sólo una se retiró debido a la intolerancia a las cápsulas de arándano. La pérdida de seguimiento se debió principalmente al cambio del médico (9 de 49 [18%]) y al desinterés de la terapia (4 de 49 [8%]). Siete casos de BAS ocurrieron en 5 pacientes: 2 de 24 (8%) en el grupo de arándanos y 3 de 25 (12%) en el grupo placebo. No se observaron casos de cistitis o pielonefritis.
Se concluye que un tercio de las mujeres embarazadas no pudo completar el protocolo del estudio por varias razones; que el cumplimiento y la tolerancia de la ingestión de cápsulas de arándano parecen buenos; y que estas cápsulas proporcionan un medio potencialmente eficaz para prevenir la BAS durante el embarazo, aunque se necesitan más estudios con muestras grandes para confirmar los hallazgos.