En la búsqueda realizada, utilizando los recursos habituales de este servicio, no se han encontrado datos sobre la seguridad o no de tomar un suplemento alimenticio con creatina durante el embarazo y la lactancia. En consecuencia, se considera que se debería evitar su utilización.
Los Sumarios de Evidencia(1,2) y las Guías de Práctica Clínica (3-8) consultadas sobre nutrición en el embarazo no hacen mención a la ingesta de creatina.
Una Revisión Sistemática (RS) Cochrane(9) publicada en 2014 tuvo como objetivo evaluar los efectos de la creatina cuando se utiliza para la neuroprotección del feto y no identificó ningún ensayo clínico aleatorio para su inclusión en esta revisión. Los autores concluyen que, por este motivo, no es posible hacer comentarios sobre las implicaciones para la práctica. Añaden que aunque las pruebas de estudios en animales han mostrado una función neuroprotectora fetal de la creatina cuando se administra a la madre durante el embarazo, hasta la fecha no se han publicado ensayos que evalúen el uso de la creatina en las mujeres embarazadas para la neuroprotección fetal.
Una Scoping Review (10) sobre nutrición materna y neurodesarrollo recoge que las deficiencias de cobre y creatina durante el embarazo son raras, y la evidencia sobre su papel en el desarrollo neurológico es escasa.
En la información para pacientes contenida en MedlinePlus(11) sobre el consumo de creatina durante el embarazo o la lactancia, se indica que no hay suficiente información confiable para saber si la creatina es segura de usar, por lo tanto recomienda mantenerse en el lado seguro y evitar su uso.
La información que aporta Micromedex® también afirma que no hay evidencia científica disponible sobre la seguridad del uso de creatina durante el embarazo y la lactancia(12).
Por último, se han consultado la web de la American Pregnancy Association(13) y la de e-lactancia y no se encontrado mención a la creatina.