Se ha realizado una búsqueda en los recursos habituales de este servicio y se han encontrado numerosos estudios in vitro realizados con animales, siendo muy escasa la información identificada en humanos. De esta información se extrae que las semillas de lino y el aceite de linaza podrían estar contraindicados en el primer trimestre del embarazo pero su uso, como suplemento o como laxante, podría ser seguro, bajo supervisión, en el segundo y tercer trimestre del embarazo.
Los sumarios de evidencia (SE) de Dynamed sobre nutrición en el embarazo(1) y atención prenatal habitual(2), indican que las personas embarazadas que no comen pescado ni huevos deberían considerar consumir linaza, nueces, aceite de canola o productos fortificados para asegurar una ingesta adecuada de ácidos grasos omega-3 (se ha sugerido ácido docosahexaenoico [DHA] 200 mg/día).
En un ensayo clínico aleatorizado (ECA) se comparaba el suplemento de aceite de pescado en varias dosis o aceite de linaza durante el embarazo y su efecto en el momento del parto espontáneo(3). Se administraron cápsulas de aceite de linaza entre las semanas de gestación 12 y 27 a casi 400 mujeres embarazadas, pero no se encontraron diferencias en el momento del parto espontáneo. Para los autores, este estudio sugiere que el aceite de linaza no es dañino en el segundo y tercer trimestre del embarazo, aunque consideran que se necesitan más investigaciones para obtener más evidencia sobre la seguridad del consumo de aceite de linaza durante el embarazo.
La ficha técnica de un preparado laxante que contiene semillas de lino (LinoMed® granulado(4)), expresa, con respecto al embarazo, que "no existen evidencias clínicas o notificaciones de actividad teratogénica, fetotóxica o daño embriofetal durante el embarazo, con la toma de LinoMed a las dosis recomendadas. Sin embargo, el uso de este medicamento se considera contraindicado durante el primer trimestre del embarazo, como consecuencia de los datos experimentales respecto al riesgo de genotoxicidad de varios antraquinoides. El uso en otros periodos del embarazo debe realizarse sólo bajo supervisión médica y si no se ha conseguido un efecto terapéutico mediante un cambio en la dieta o la administración de laxantes formadores de masa".
En cambio, encontramos información contraria que sugiere evitar el uso de aceite de linaza durante todo el embarazo (mencionan un riesgo de parto prematuro cuando se ingiere en los dos últimos trimestres del embarazo):
- Un SE de Dynamed, sobre ácidos grasos omega-3 y aceite de pescado(5), manifiesta que, no se ha establecido la seguridad de los ácidos grasos omega-3 y omega-6 como suplementos, incluido el aceite de semilla de borraja, el aceite de onagra, el aceite de semilla de grosella negra y el aceite de linaza, en mujeres embarazadas o lactantes. Los estudios sobre la suplementación con aceite de pescado durante el embarazo y la lactancia no han informado ningún efecto adverso grave, pero el uso de éstos, debería ser bajo supervisión médica.
- En un servicio que ofrece la Biblioteca Nacional de Medicina de EE.UU., en el cual se puede consultar información relacionada con la seguridad de la utilización de determinadas hierbas y suplementos, consultamos sobre la ingesta de linaza y/o lino y la seguridad en el embarazo(6), y se menciona que la linaza puede ser peligrosa durante el embarazo ya que puede tener efectos hormonales leves, pero que no existe ninguna investigación confiable sobre los efectos de la linaza en los resultados del embarazo. Señala que algunas investigaciones sugieren que el aceite de linaza tomado en el segundo o tercer trimestre del embarazo puede aumentar las posibilidades de nacimientos prematuros. Añade, además, que se sabe poco sobre si es seguro utilizar linaza durante la lactancia.
- Un servicio de farmacia británico proporciona una revisión de la seguridad de las hierbas medicinales de uso común por las embarazadas(7) y en el caso de la linaza se recomienda que no se use, ya que no hay mucha información sobre la seguridad de las dosis medicinales de esta semilla. Indica que la linaza puede tener efectos estrogénicos leves; contiene fitoestrógenos, que se parecen a los estrógenos naturales y pueden afectar al metabolismo de éstos. Las mujeres embarazadas que usan aceite de linaza pueden tener más probabilidades de dar a luz prematuramente. Y menciona un estudio de casos y controles que encontró(8) que el uso de linaza durante los dos últimos trimestres del embarazo se asociaba con un mayor riesgo de parto prematuro.