Según la documentación encontrada, durante el embarazo se pueden consumir todos los edulcorantes no calóricos (ENC) autorizados para consumo humano, con la recomendación de evitar el uso de sacarina por precaución.
Un Sumario de Evidencia (SE)(1), sobre la nutrición en el embarazo, con respecto al uso de los ENC menciona que no hay evidencia de que el uso de aspartamo, sucralosa, sacarina, acesulfamo de potasio o esteviósido (estevia) en mujeres embarazadas aumente el riesgo de defectos de nacimiento por encima del riesgo inicial en la población general. Sin embargo, se han observado otras complicaciones, incluido el aumento del índice de masa corporal infantil, la obesidad infantil y una preferencia infantil alterada por el sabor dulce, y los efectos parecen ser independientes de la calidad de la dieta general, la ingesta de energía u otros factores de riesgo de obesidad.
La ingesta diaria aceptable (IDA) se define como una estimación de la cantidad de un aditivo alimentario que se puede ingerir diariamente durante toda la vida sin un riesgo apreciable para la salud. El uso promedio de ENC generalmente está por debajo de este límite. La sacarina ha sido una preocupación, porque atraviesa la placenta y se elimina más lentamente en el feto que en el adulto. Además un estudio de investigación animal informó un mayor riesgo de cáncer de vejiga en la descendencia de ratas preñadas que consumieron dosis muy altas de sacarina (sin que esos datos se hayan confirmado posteriormente). En base a esta información y dado que hay alternativas al uso de sacarina, se considera prudente evitarla en el embarazo.
Un grupo de trabajo del “American Academy of Pediatrics'' Committee on Nutrition” concluyó que el aspartamo es seguro tanto para la madre embarazada como para el bebé en desarrollo. También, la "Food and Drug Administration" (FDA) y el "Council on Scientific Affairs of the American Medical Association" concluyeron que las mujeres embarazadas o en período de lactancia pueden usar aspartamo de manera segura(2): aunque el metanol es un producto de descomposición del aspartamo, el metanol también se produce como un producto de descomposición de muchas frutas; los niveles producidos por cualquiera de estas fuentes son muy bajos y se consideran seguros durante el embarazo.
Otro SE sobre nutrición en el embarazo,(3) informa, que los ENC aprobados por la FDA en el embarazo (4) son aspartamo,acesulfamo de potasio, sucralosa, sacarina y neotame, con las siguientes precauciones:
- Evitar el uso de aspartamo en mujeres embarazadas con fenilcetonuria,
- Evitar el uso de sacarina durante el embarazo debido a la posible eliminación fetal lenta .
- La hoja entera o extractos crudos de estevia no han sido aprobados para su uso en el embarazo.
Las conclusiones finales de los autores de un documento de consenso de reciente publicación, sobre ENC en la mujer en edad reproductiva(5), indican que:
- Sobrepasar las recomendaciones de peso gestacional incrementa el riesgo de presentar diabetes gestacional, hipertensión arterial, preclampsia, defectos del tubo neural, partos prematuros, macrosomía y cesárea. En este sentido, un aumento adecuado del peso en la gestación ayudará a disminuir el riesgo de estas complicaciones. Una estrategia para evitar la ganancia excesiva de peso podría ser sustituir los azúcares por ENC.
- Los estudios transgeneracionales en animales que sustentan los dictámenes de las agencias regulatorias internacionales han permitido generar la opinión científica de su seguridad en cualquier etapa de la vida, incluyendo el embarazo y la lactancia.
- La mayoría de los estudios no han corroborado una relación causal entre el consumo de ENC por las mujeres embarazadas y el desarrollo de alergias en su descendencia.
- Recientemente se ha demostrado la presencia de algunos edulcorantes en la leche materna; sin embargo, la concentración encontrada se encuentra muy por debajo de la IDA para los lactantes.
- El conjunto de la evidencia disponible indica que los ENC no causan aumento de peso ni hiperglucemia. Su empleo para sustituir azúcares de la dieta podría contribuir modestamente a un menor aumento de peso en el embarazo y, por consiguiente, a evitar complicaciones metabólicas durante la gestación.
- La seguridad del uso de estos aditivos alimentarios se sustenta en evaluaciones de organismos internacionales bajo la supervisión de la OMS/FAO.
- La hoja “cruda” de estevia, sus infusiones y los extractos de hojas completas deberán evitarse durante la gestación. De manera similar, se recomienda evitar el uso del ciclamato y la sacarina durante el embarazo y la lactancia. Esto es debido a que, en roedores, alcanza a depositarse en la placenta, y se ha comprobado que el ciclamato permanece en los tejidos del feto por más tiempo que en los adultos, por lo que eventualmente podría sobrepasar la IDA.
Por último, se ha consultado la Guía de práctica clínica de atención en el embarazo y puerperio publicada por Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad(6), y no hace mención con respecto a recomendación ni restricción del uso ENC durante la gestación.
[Al final de la bibliografía se han añadido referencias acerca de las instituciones que realizan las evaluaciones de los ENC como son la FAO/WHO y Agencia Española de Seguridad Alimentaria y Nutrición (AESAN) como de la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA)(7-9)].