En la búsqueda de los recursos habituales de este servicio, no se han encontrado guías de práctica clínica, sumarios de evidencia, ni ensayos clínicos que expresen la seguridad o no de la ingesta de cúrcuma durante el embarazo(1-8). La información localizada sugiere que la ingesta de cúrcuma procedente de los alimentos habituales, no de suplementos alimenticios, podría ser segura durante el embarazo.
El consenso de profesionales de La Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA)(9) ha fijado una ingesta diaria admisible (IDA) para la curcumina de 210 mg/día, en un adulto con un peso corporal de 70 kg, del aditivo alimentario curcumina (E 100).
Un informe del Comité Científico de la Agencia Española de Seguridad Alimentaria y Nutrición (AESAN)(10), una vez realizada la evaluación del riesgo asociado al consumo de complementos alimenticios que contienen curcumina como ingrediente, considera que la IDA establecida para la curcumina como aditivo es aplicable a la curcumina como ingrediente de un complemento alimenticio, pero no a la suma de todos los curcuminoides, aunque la curcumina es su componente mayoritario.
Este informe expresa que, no se ha establecido la seguridad de la curcumina como ingrediente de complementos alimenticios durante el embarazo y la lactancia. Es por ello que no se recomienda su consumo como ingrediente de complementos alimenticios durante el embarazo ni la lactancia, ya que la curcumina y sus metabolitos se transfieren vía leche materna a los lactantes. Además, se recomienda que el etiquetado de los complementos alimenticios recoja la cantidad de curcumina entre sus ingredientes.
La web del National Center for Complementary and Integrative Health(11) menciona que la cúrcuma y los productos de curcumina formulados convencionalmente son probablemente seguros cuando se toman por vía oral o se aplican sobre la piel en las cantidades recomendadas. La cúrcuma puede ser peligrosa para su uso durante el embarazo y la lactancia en cantidades superiores a las que se encuentran comúnmente en los alimentos.
La web de la American Pregnancy Association(12) informa que, hierbas como el ajo, la salvia, el jengibre y la cúrcuma podrían estar contraindicadas durante el embarazo cuando se utilizan en dosis grandes o concentradas, pero se consideran seguras cuando se utilizan en las cantidades que se encuentran en los alimentos.