Para la limpieza de las heridas crónicas, no se recomienda el uso de antisépticos de manera rutinaria. El uso de las esponjas con clorhexidina para la limpieza de heridas crónicas, estaría restringido a los casos en los que exista evidencia de alta carga bacteriana, biofilms o cuando se use como antisepsia previa y posterior en el desbridamiento cortante.
Tras la búsqueda realizada, no se han localizado estudios que evalúen el uso de la esponja con clorhexidina para la limpieza de las heridas crónicas; los Sumarios de Evidencias(1,2) y las Guías de Práctica Clínica(3-5) consultadas sobre manejo de heridas crónicas no mencionan su uso .
Se ha identificado un manual de procedimientos para el cuidado de las heridas(6), revisado y acreditado por el Grupo Nacional para el Estudio y Asesoramiento de Úlceras por Presión y Heridas Crónicas (GNEAUPP), en el que se recomienda (D-Nivel I)*, el uso de esponjas jabonosas de clorhexidina sólo en la cura de las úlceras por presión (UPP) de grado IV y en las heridas infectadas.
El documento técnico nº XIV del GNEAUPP, que recoge las recomendaciones basadas en la evidencia de “No hacer” en el cuidado de las heridas crónicas (7), indica que no se utilicen antisépticos, de manera rutinaria, en la limpieza de heridas crónicas (Fuerza de la recomendación Baja)*. Indica que: Los antisépticos no son selectivos frente a los tejidos sanos y pueden provocar citotoxicidad. Además, el uso prolongado de antisépticos para el lavado de las heridas puede retrasar la cicatrización y crear resistencias bacterianas. Solamente se deben utilizar en los casos en los que exista evidencia de alta carga bacteriana, biofilms o cuando se use como antisepsia previa y posterior en el desbridamiento cortante.
Por último, la información sobre la esponja antiséptica impregnada en digluconato de clorhexidina al 4%(8) encontrada, limita su indicación al lavado antiséptico y desinfectante de la piel intacta, en personas que van a someterse a una intervención quirúrgica.