De la revisión bibliográfica realizada, y aunque no se han encontrado referencias que de manera precisa hablen del tratamiento de las “quemaduras por fricción muy contaminadas”, sí se han encontrado una Guía de Práctica Clínica (GPC), una Revisión Sistemática (RS) y tres Sumarios de Evidencia (SE), sobre tratamiento de quemaduras y de los que extraemos como conclusiones:
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Es necesaria la valoración de la quemadura en cuanto a extensión y profundidad.
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Se debe realizar una valoración integral de la persona que sufre una quemadura.
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Se recomienda limpiar la piel por irrigación, con agua del grifo, agua hervida, agua destilada o suero salino, a temperatura ambiente.
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Usar clorhexidina (sin alcohol) como antiséptico de elección en las primeras fases de curación.
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Secar la piel sin frotar la zona lesionada.
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No se recomienda usar antibióticos sistémicos como profilácticos en quemaduras menores.
En la GPC(1) publicada en Guiasalud sobre el manejo de pacientes que sufren quemaduras indica que en primer lugar se debe hacer una clasificación de las quemaduras desde el punto de vista fisiopatológico según profundidad y según extensión, y en segundo lugar una valoración integral del paciente.
En cuanto al cuidado de las quemaduras recomienda la limpieza de la piel con agua del grifo, agua hervida, agua destilada o suero salino a temperatura ambiente (no usar agua fría o helada (<15º C) ya que produce vasoconstricción acelerando la progresión de la quemadura local y aumentando el dolor) y secar la piel sin frotar la zona lesionada, utilizando la mínima fuerza mecánica en este proceso de limpieza y secado.
En cuanto al tratamiento tópico existe evidencia alta (ver niveles de evidencia de Guiasalud) de que no hay diferencias en la efectividad clínica de un tipo de productos de tratamiento en ambiente húmedo sobre otros. Recomienda que en el manejo de una quemadura de segundo grado sin riesgo de infección podemos prescindir de agentes tópicos antimicrobianos y que se utilice el apósito más adaptable a la quemadura y con capacidad de gestionar el exudado.
Una RS (2) publicada en The Cochrane Library, que incluye un total de 30 ECA, de baja calidad. En este contexto los autores concluyen que no es posible establecer conclusiones firmes y confiables sobre la efectividad de apósitos específicos, sin embargo, la sulfadiazina de plata se asoció con peores resultados de curación que los apósitos biosintéticos recubiertos de silicona y plata, mientras que las quemaduras tratadas con hidrogel tuvieron mejores resultados de curación que los tratados con cuidado habitual.
Un SE (3) sobre el cuidado de quemaduras de primer grado (superficiales) indica que la cura en ambiente húmedo promueve la reepitelización, previene la deshidratación y puede mejorar la curación. Indica que, para quemaduras superficiales infectadas, se considera el uso de agentes tópicos de plata o de antimicrobianos tópicos o de tratamiento similar. Considera la utilización de los apósitos antisépticos a base de plata puede acortar el tiempo de curación de la herida, existiendo una diferencia de días de 3,3, IC del 95%: 1,74-4,96 días) tras el análisis de 10 ensayos con 1.085 pacientes, aunque fueron estudios con falta de heterogeneidad de los pacientes.
Dos SE (4 y 5) sobre el tratamiento de quemaduras térmicas menores, indica que el primer paso consiste en eliminar la ropa y los resto no adherentes a la piel, enfriar la herida con agua a temperatura ambiente o fría para aliviar y limitar la lesión del tejido, pero no debe aplicarse más de cinco minutos para evitar la maceración de la herida. Se debe evitar la aplicación de hielo o agua helada, ya que esto puede aumentar el dolor y la profundidad de la herida.
Para la limpieza recomienda el uso de jabón suave y agua corriente, evitando el uso de povidona yodada ya que puede inhibir el proceso de cicatrización, aunque sí está indicada para la limpieza el uso de clorhexidina sin alcohol.
Tras la limpieza de la herida, se debe desbridar la piel desprendida o necrótica, incluidas las ampollas rotas, proceso que hay que llevar a cabo antes de aplicar un apósito.
En el caso de quemaduras con afectación importante de la superficie de la piel. está indicado el uso de antibiótico tópico, ya que existe la posibilidad de una infección invasiva. Las quemaduras superficiales de espesor parcial rara vez desarrollan infecciones y no requieren tratamiento antimicrobiano tópico, recomendando la utilización de crema humectante no perfumada y sin la utilización de apósitos.
En pacientes ambulatorios, para el manejo y control del dolor, recomienda usar dosis alternas programadas de paracetamol e ibuprofeno siempre que no existan contraindicaciones.
En cuanto al uso del apósito, para el tratamiento de emergencia, un apósito básico proporciona una cobertura para el quemado adecuada, pero se colocará tras la aplicación de antibiótico tópico.
Según uno de los SE (5) no existe un consenso sobre qué vendaje o agente antimicrobiano tópico es el más óptimo para el control de la herida por quemadura para prevenir y controlar la infección o para mejorar la cicatrización de la herida y la clínica del paciente. La utilización del vendaje y del tratamiento tópico dependerá de la naturaleza y el alcance y estado de la herida.
Los objetivos del cuidado de las heridas son proteger la superficie, mantener el ambiente húmedo y promover la curación de la quemadura, limitando la progresión de la herida.
La práctica para reducir la posibilidad de infección de las quemaduras incluyen terapia antimicrobiana y desbridamiento. El vendaje cerrado se recomienda para minimizar la contaminación cruzada por patógenos.
En la elaboración de esta respuesta ha colaborado como autor, durante su estancia formativa en el servicio Preevid, Manuel Martínez Fernández, Enfermero en prácticas del Máster de Salud Pública de la Universidad de Murcia.