Una pregunta anterior publicada en el Banco de Preguntas de este Servicio Preevid revisa la indicación de prescribir suplementos de ácidos grasos omega-3 (AGO3) a todas las embarazadas, y, basándose en dos Revisiones Sistemáticas (RS), señala un dudoso efecto, no concluyente, con respecto a que los suplementos de AGO3 incrementen el peso al nacer. Se ha actualizado la búsqueda y se han hallado dos RS mas actuales (2015), un Sumario de Evidencias (SE) de Uptodate y un documento de la Organización Mundial de la Salud (OMS) con recomendaciones al respecto:
Una de las RS(1) indica que los AGO3 como el EPA (ácido eicosapentaenoico) y DHA (ácido docosahexaenoico) están disponibles como suplementos nutricionales y son tomados por las mujeres para mejorar los resultados del embarazo sin ningún tipo de recomendaciones claras. Por ello se plantea evaluar los efectos (en variables como el peso al nacer) de los AGO3 en partos prematuros (<37 semanas) y en partos prematuros muy precoces (<34 semanas). Se incluyeron 9 ensayos (5.980 mujeres), seis (4.193 mujeres) evaluaron los efectos de los AGO3 en el parto prematuro precoz.
El riesgo de parto prematuro temprano se redujo en un 58% (riesgo relativo [RR] 0,42; intervalo de confianza [IC] 95% 0,27 a 0,66; p = 0,0002) y el riesgo de cualquier parto prematuro en un 17% (RR 0,83; IC 95% 0,70-0,98; p = 0,03). Hubo un aumento significativo en la edad gestacional media de 1,95 semanas (IC del 95% 0,42-3,48 semanas; p = 0,01) y en la media de peso al nacer de 122,1 g (IC 95% 47,4 a 196,8; p = 0,001) en el grupo de intervención en comparación con los controles. El análisis de subgrupos no mostró diferencias significativas en los efectos entre los grupos en función de la situación de riesgo, la dosis y el momento de la intervención.
La RS concluye que los AGO3 son eficaces en la prevención de cualquier parto prematuro y del parto prematuro precoz. La intervención es sencilla y de fácil acceso y tiene el potencial de influir en las estrategias basadas en la población para la prevención del parto prematuro.
La otra RS(2) también evalúa la eficacia de los suplementos de AGO3 para la prevención del parto prematuro recurrente (PPR) en gestaciones simples asintomáticas con PP previo El resultado primario fue predefinido como PPR de <37 semanas de gestación y también se analizaba el peso al nacer. Se incluyeron dos ensayos clínicos controlados aleatorios (1.080 mujeres). La media de edad gestacional en el momento de la aleatorización fue de aproximadamente 134 días en ambos grupos. Las mujeres que recibieron AGO3 tenían tasas similares de PPR de <37 semanas de gestación (34,5% vs 39,8%; RR 0,81; IC del 95%, 0,59-1,12) y PPR de <34 semanas de gestación (12,0% vs 15,4% ; RR 0,62; IC del 95%, 0,26-1,46) en comparación con los sujetos control. El grupo con AGO3 tenía una latencia (hasta el parto) estadísticamente significativamente más larga (diferencia media: 2,10 días; IC del 95%, 1,98-2,22) y niños con mayor peso al nacer (diferencia media: 102,52 g; IC del 95% 20,09 a 184,95), en comparación con los sujetos control. Se concluye que la suplementación con AGO3 durante el embarazo no impide los PPR en gestaciones simples asintomáticos con PP previo aunque los beneficios en la latencia más larga y en el mayor peso al nacer pueden merecer un mayor estudio.
El documento de la OMS(3) sobre la administración de suplementos de aceites marinos (de pescado o de algas) para mejorar los resultados del embarazo señala que en el período prenatal aumenta el riesgo de carencia de AGO3, ya que las reservas de los tejidos maternos suelen disminuir al utilizarse para el desarrollo del feto. A menudo se recomienda a las embarazadas que consuman suplementos de aceites marinos para cubrir sus necesidades de estos AGO3. Su administración se ha evaluado como posible método para prevenir la prematuridad (o aumentar la edad gestacional), la eclampsia y para incrementar el peso al nacer. Otras posibles ventajas de su uso son un mayor desarrollo cerebral del feto y un menor riesgo de parálisis cerebral y de depresión puerperal. El origen de las teorías en las que se basan los estudios radica en la observación de que, en comunidades con un gran consumo de pescado, el peso al nacer es elevado y la gestación, prolongada.
El SE de Uptodate(4) sobre la nutrición durante en embarazo señala que la baja ingesta de ácidos grasos poliinsaturados ha sido asociada con un pequeño incremento en el riesgo de algunos resultados adversos del embarazo, como parto prematuro, bajo peso al nacer, y el resultado adverso del desarrollo neurológico.