Esta pregunta actualiza a otra pregunta clínica publicada en el Banco de Preevid en 2010(1). En aquel momento se concluía que, cuando hay certeza de que ambos progenitores son Rh negativo, no está indicada la administración de gammaglobulinas anti D. Se ha procedido a actualizar la búsqueda, en los recursos habitualmente utilizados por este servicio, y las recomendaciones establecidas en 2010 siguen vigentes a día de hoy.
Los Sumarios de Evidencia (SE) consultados(2-4) coinciden en esta consideración, especificando que, si se sabe con certeza que tanto la madre biológica como el padre biológico del feto son D-negativos, entonces se puede omitir la inmunoglobulina anti-D prenatal, ya que el feto debe ser D-negativo. Un feto RhD negativo no está en riesgo de enfermedad hemolítica y no es necesario realizar más evaluaciones, controles e intervenciones. No obstante, se recomienda(2) documentar la garantía de paternidad y que no se usó un óvulo de donante de óvulos D-positiva.
Las Guías de Práctica Clínica (GPC)(5-6) revisadas indican que cuando la paternidad es segura, se puede ofrecer la prueba de Rh del padre del bebé a todas las mujeres embarazadas Rh negativas para eliminar la administración innecesaria de productos sanguíneos(5). Si la paternidad es segura y se sabe que el padre es Rh D negativo, la profilaxis prenatal es innecesaria(6).