Los documentos consultados sugieren que el consumo de probióticos podrían mejorar el rendimiento deportivo, aunque es necesaria más investigación sobre las posibles repercusiones del uso de probióticos en el rendimiento de los deportistas.
Para responder a esta pregunta se han seleccionado tres revisiones sistemáticas (RS)(1-3) de reciente publicación, y tres ensayos clínicos aleatorios (ECA)(4-6) que evalúan los efectos de la suplementación con probióticos en el rendimiento deportivo y que resumimos a continuación:
La primera RS(1) incluyó diecisiete ECAS que evaluaron el rendimiento deportivo como resultado primario. En total, se investigaron 496 individuos (73% hombres) que incluían atletas, personas entrenadas recreativamente y personas sanas no entrenadas de 18 a 40 años de edad. Tres estudios mostraron una atenuación del rendimiento aeróbico después de la suplementación con probióticos, mientras que tres encontraron un aumento en la fuerza. Sin embargo, la mayoría de los estudios (n = 11) no mostraron ningún efecto del consumo de probióticos sobre el rendimiento aeróbico (n = 9) o la fuerza muscular (n = 2). La cepa más utilizada fue Lactobacillus acidophilus, utilizada en 2 estudios que observaron resultados positivos en el rendimiento. Los estudios que utilizaron Lactobacillus plantarum TK10 y Lactobacillus plantarum PS128 también demostraron efectos positivos sobre el rendimiento aeróbico y la fuerza, pero tenían un alto riesgo de sesgo. Los autores concluyen que no hay suficiente evidencia para apoyar la hipótesis de que los probióticos pueden mejorar el rendimiento en ejercicios aeróbicos y de resistencia.
La segunda RS(2) incluyó trece ECAs, siete se refieren a atletas de resistencia, uno a jugadores de rugby, tres a atletas sin especificar el deporte, uno a jugadores de bádminton y uno a jugadores de béisbol. Los datos analizados sugieren que la suplementación de las dietas de los atletas con algunas cepas bacterianas y también el consumo de compuestos de múltiples cepas puede conducir a una mejora en el rendimiento y puede afectar positivamente aspectos relacionados con el rendimiento, como fatiga, dolor muscular, composición corporal y cardiorrespiratorio y aptitud física. Sin embargo, el tipo de suplementación y tipo de deporte son muy variables entre los estudios examinados.
La tercera RS con metaanálisis(3) incluyó quince artículos (388 participantes) y 12 estudios con 232 participantes para el metaanálisis. Los resultados se midieron mediante la diferencia de medias estandarizadas (DME). Los resultados mostraron un pequeño efecto positivo y significativo en la prueba de rendimiento con predominio metabólico aeróbico [DME = 0,29; Intervalo de Confianza (IC) 95% = 0,08-0,50; p<0,05) a favor de los probióticos. Además, el análisis de subgrupos mostró beneficios significativamente mayores cuando la dosis fue ≥30 × 109 unidades formadoras de colonias (UFC) (DME=0,47; IC=0,05 a 0,89; p<0,05), cuando la duración de la suplementación fue ≤4 semanas (DME=0,44; IC=0,05 a 0,84; p<0,05), cuando se utilizaron probióticos de una sola cepa (DME=0,33; IC=0,06 a 0,60; p<0,05), cuando los participantes eran hombres (DME=0,30; IC=0,04 a 0,56; p<0,05), y cuando la prueba se realizó hasta el agotamiento (DME=0,45; IC=0,05 a 0,48; p<0,05). Esta RS con metaanálisis respalda los efectos potenciales de la suplementación con probióticos para mejorar el rendimiento físico en población entrenada. Sin embargo, según los autores se necesita más investigación para comprender completamente los mecanismos de acción de este suplemento.
Un ECA(4) doble ciego, en el que los sujetos fueron asignados a tres grupos: placebo, Lactobacillus paracasei vivo [L-PS23, 2 × 1010 unidades formadoras de colonias (UFC)/día] y L. paracasei muerto por calor (HK -PS23, 2 × 1010 células/día), durante seis semanas consecutivas. Los sujetos completaron 100 saltos verticales máximos para provocar el daño muscular inducido por el ejercicio y un análisis de sangre para marcadores de daño muscular e inflamación se realizaron antes del ejercicio y 3, 24 y 48 horas después del mismo. Los resultados muestran que la suplementación con L-PS23 o HK-PS23 durante seis semanas previno la pérdida de fuerza después del daño muscular, mejoró el daño muscular y los marcadores inflamatorios, con beneficios protectores, de recuperación acelerada y antifatiga.
Otro ECA(5) que compara la ingesta de una cepa probiótica [Lactiplantibacillus plantarum (TWK10)] viable, con una cepa muerta por calor, en la regulación del rendimiento del ejercicio, la composición corporal y la microbiota intestinal en humanos. Cincuenta y tres adultos sanos se dividieron aleatoriamente en tres grupos: Control, TWK10 (TWK10 viable, 3 × 1011 unidades formadoras de colonias/día) y TWK10-hk (TWK10 muerto por calor, 3 × 1011 células/día). Después de seis semanas, los grupos TWK10 y TWK10-hk mejoraron significativamente el rendimiento del ejercicio y las características asociadas con la fatiga y redujeron la inflamación inducida por el ejercicio, en comparación con los controles. Concluyen que, TWK10 viable y muerto por calor tuvo efectos similares en la mejora del rendimiento del ejercicio y la atenuación de las respuestas inflamatorias inducidas por el ejercicio como probióticos y posbióticos, respectivamente.
Un tercer ECA(6) doble ciego, controlado con placebo y de 4 meses de duración, evaluó el impacto de la suplementación con probióticos de múltiples cepas sobre la capacidad física y los indicadores de salud relacionados con la capacidad de ejercicio de 26 ciclistas con edades comprendidas entre 18 y 26 años. La suplementación con probióticos dio como resultado un aumento de los niveles de la magnitud relativa del consumo máximo de oxígeno (65,28 frente a 69,18), la duración del entrenamiento hasta el fallo (14,35 frente a 15,65), la carga en el ergómetro (5,11 frente a 5,36), y el grado de disminución de la frecuencia cardiaca (193,3 vs 188,6) junto con una sensación de menor malestar durante la prueba de esfuerzo (escala de Borg) (19,38 vs 18,43), confirmando el efecto beneficioso de los probióticos sobre la capacidad aeróbica de los ciclistas durante el ejercicio.
Por último, señalar que ni los sumarios de evidencia consultados(7-8) ni la guía de práctica clínica del National Institutes of health (NIH)(9) sobre probióticos y suplementos nutricionales y no medicinales permitidos para mejorar el rendimiento físico, mencionan el uso de los probióticos en la mejora del rendimiento físico.