En estos momentos la investigación para respaldar la arginina suplementaria como potenciador del rendimiento muscular es limitada y contradictoria.
Según se afirma en el Sumario de Evidencia(SE) de UpToDate sobre suplementos nutricionales y no medicinales permitidos para mejorar el rendimiento físico(1) no hay evidencia de que la suplementación con arginina mejore el rendimiento deportivo, a pesar de que se agrega a una serie de suplementos comercializados para culturistas y levantadores de pesas. Recoge este SE que las infusiones de arginina en dosis altas estimulan la secreción de hormona del crecimiento hipofisaria y de insulina. Sin embargo, la mayoría de los suplementos orales contienen cantidades pequeñas de arginina (1 a 2 g por día), y a estas dosis no se ha demostrado ningún efecto sobre la hormona del crecimiento o la secreción de insulina.
La guía de práctica clínica (GPC) del National Institutes of health (NIH)(2) sobre suplementos dietéticos para el ejercicio y el rendimiento atlético, indica que la L-arginina es un aminoácido que se encuentra en muchos alimentos que contienen proteínas, especialmente en productos de origen animal y frutos secos. La ingesta dietética típica es de 4 a 5 gramos/día. El cuerpo también sintetiza arginina (a partir de citrulina), principalmente en los riñones. Según esta GPC, la investigación para respaldar el suplemento de arginina como potenciador del rendimiento es limitada y contradictoria. En general, sugiere que las dosis de 2 a 20 gr/día tienen poco o ningún efecto sobre el rendimiento en el ejercicio aeróbico o anaeróbico; generalmente no tuvo efecto sobre la concentración de óxido nítrico (NO, por sus siglas en inglés), el flujo sanguíneo o los metabolitos del ejercicio (p. ej., lactato y amoníaco), especialmente cuando los atletas bien entrenados, incluidos ciclistas, tenistas y practicantes de judo, tomaron el suplemento durante 1 a 28 días. Se hace referencia a una revisión sistemática (RS)(3) que evaluó 54 ensayos clínicos (ECA) que examinaron los efectos de la suplementación con arginina en el rendimiento de la fuerza, la resistencia, el volumen y el flujo sanguíneo muscular, las medidas cardiorrespiratorias y la producción de NO en adultos sanos y activos. Los autores concluyeron que la arginina suplementaria (ya sea sola o en combinación con otros ingredientes) mejoró poco o nada el rendimiento deportivo y no mejoró la recuperación del agotamiento.
En cuanto a la seguridad, esta GPC indica que la mayoría de los estudios sugieren que hasta 9 g/día de arginina durante varios días o semanas es seguro y bien tolerado, pero a dosis de 9 a 30 g/día, las reacciones adversas notificadas son molestias gastrointestinales, como diarrea y náuseas, y una ligera disminución de la presión arterial y se desconoce la seguridad de tomar arginina en dosis altas más de 3 meses. Los autores concluyen que la capacidad de la suplementación con arginina para aumentar la fuerza, mejorar el ejercicio o el rendimiento atlético, o promover la recuperación muscular después del ejercicio tiene poco respaldo científico.
Se han seleccionado tres RS(4-6) publicadas posteriormente, de las que a continuación se resumen sus conclusiones:
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La primera RS(4) tuvo como objetivo revisar y analizar la evidencia científica existente, de los efectos de la suplementación con L-arginina sobre el rendimiento físico, incluyó 38 artículos, en 19 de ellos se investigaron los efectos de la suplementación con L-arginina (11 de corta duración y 8 con suplementación prolongada). La dosis suministrada varió desde 0,075 hasta 8,0 gramos/día y los periodos de tiempo desde 3 hasta 28 días. Los autores afirman que la suplementación en periodos tanto de corta duración como en periodos prolongados con L-arginina, no parece mejorar las respuestas hemodinámicas, vasculares, ni morfo-estructurales en los deportistas.
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La segunda RS(5) investigó el efecto de la suplementación con L-arginina (LAS) sobre el consumo máximo de oxígeno (VO2 máx.) en personas sanas. El metanálisis se realizó a través de un modelo de efectos aleatorios para la mejor estimación de los resultados deseados. Los resultados de 11 ensayos clínicos aleatorizados (ECA) indicaron que LAS aumentó el VO2 max en comparación con el grupo de control. No hubo heterogeneidad significativa en este metanálisis. El análisis de subgrupos detectó que la arginina en forma de LAS aumentó significativamente el VO2 máx en comparación con las otras formas (diferencia de medias ponderada = 0,11 L min-1, I2 = 0,0 %, p para heterogeneidad = 0,485) en personas sanas, aunque son necesarios más estudios para confirmar este hallazgo e identificar los mecanismos subyacentes.
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La tercera RS(6) se realizó con el propósito de proporcionar recomendaciones para la prescripción de suplementos dietéticos, para mejorar el rendimiento de los jugadores de fútbol de élite. Se evaluaron los efectos de la suplementación con Arginina en el rendimiento aeróbico (≤VO2max) y anaeróbico (>VO2max), la dosis efectiva y el momento de realizar esta suplementación. Se incluyeron dieciocho estudios en la RS y quince en el metanálisis; el modelo de efectos aleatorios y las diferencias de medias estandarizadas (SMD) agrupadas se usaron de acuerdo con la g de Hedges. Los resultados revelaron que la suplementación con Arginina podría mejorar la actividad aeróbica (SMD, 0,84; IC del 95 %, 0,12 a 1,56; magnitud de SMD (MSMD), grande; I2, 89 %; p = 0,02) y anaeróbica (SMD, 0,24; IC del 95 %, 0,05 a 0,43; MSMD, pequeño; I2, 0%; p = 0,01) en las pruebas de rendimiento. En conclusión, los protocolos de suplementación aguda de Arginina para mejorar el rendimiento aeróbico y anaeróbico deben ajustarse a 0,15 g/kg de peso corporal ingeridos entre 60-90 min antes. Además, la suplementación crónica con Arginina debe incluir 1,5-2 g/día durante 4-7 semanas para mejorar el rendimiento aeróbico y 10-12 g/día durante 8 semanas para mejorar el rendimiento anaeróbico.
Por último se han seleccionado dos ECA de reciente publicación:
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El objetivo del primer ECA(7) fue determinar el efecto de la suplementación simultánea de β-hidroxi-β-metilbutirato y L-Arginina α-cetoglutarato sobre la potencia y el daño muscular de miembros inferiores en corredores de media distancia de 15,3 (±0,9) años. El grupo de estudio estuvo formado por 40 voluntarios de entre 14 y 17 años que practicaban carreras de media distancia durante al menos dos años. El estudio duró 12 días y siguió un diseño paralelo aleatorizado, doble ciego, controlado con placebo. Los resultados de este estudio indican que la co-suplementación diaria con sal de calcio de β-hidroxi-β-metilbutirato (7.5 g) y L-Arginina α-cetoglutarato (10 g) durante el entrenamiento podría ayudar a prevenir la disminución en el rendimiento del salto. No se demostró influencia sobre los marcadores de daño muscular o el estado de ánimo.
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El segundo ECA(8) investigó el uso crónico de L-Arginina entre los jugadores de waterpolo, incluyó a diecisiete jugadores masculinos, asignados al azar para tomar 5 gramos/día de L-Arginina (n = 9) o placebo (n = 8) durante 4 semanas. El nivel de condición física se evaluó mediante una prueba de natación de velocidad máxima. Se analizaron muestras de sangre antes y después del esfuerzo para determinar el contenido de lactato sérico. Se generó una relación de velocidad a lactato al inicio y después de 4 semanas de tratamiento. También se probaron los efectos de la L-Arginina in vitro, midiendo la producción de NO, la respiración mitocondrial y la expresión génica en fibroblastos humanos. La L-Arginina no modificó el índice de masa corporal, la fuerza muscular y la velocidad máxima a 200 metros después de 4 semanas. Sin embargo, la L-arginina mejoró el metabolismo oxidativo para hacer ejercicio, como lo sugirió la relación lactato-velocidad más baja estadísticamente significativa, que no se observó en los controles tratados con placebo. In vitro, la L-arginina indujo la expresión de un regulador clave de la biogénesis mitocondrial (PGC1α) y los genes que codifican el complejo I y aumentó la producción de NO y la tasa de VO2.