Según la documentación consultada, en general, el tratamiento con probióticos orales parece no ser eficaz en la dermatitis atópica, aunque podrían ser beneficiosos en las formas moderadas y graves de los adultos y niños mayores de 1 año. Actualmente se desconoce su efectividad cuando se administran de forma tópica.
El sumario de evidencia (SE) Dynamed sobre la dermatitis atópica(1) incluye los probióticos entre las terapias con limitada o insuficiente evidencia. Recoge la recomendación en contra del uso rutinario de los probióticos para el tratamiento de la dermatitis atópica establecida en 2014 por la “American Academy of Dermatology” (AAD) (recomendación grado B y nivel de evidencia II de la AAD*) y aporta información sobre la evidencia inconsistente encontrada en una revisión sistemática (RS) Cochrane(2).
Sin embargo, otro SE de Dynamed sobre probióticos(3) (que también aporta la información de esta RS Cochrane), basándose en otra RS(4), afirma que los probióticos podrían mejorar la severidad de la enfermedad en niños y adultos con formas moderadas y graves aunque no la severidad de las formas leves (nivel de evidencia 2 de Dynamed**).
Por su parte, el SE de Uptodate sobre el tratamiento de la dermatitis atópica(5) revisa el papel de los probióticos incluyéndolos en el grupo de terapias que no han probado su efectividad. Este sumario, entre otras, hace mención también a las dos RS arriba citadas.
La RS Cochrane arriba mencionada(2) buscó estudios publicados hasta enero de 2017 que comparasen el tratamiento con probióticos (ingesta oral de microorganismos) frente a placebo, ningún tratamiento o tratamientos activos sin probióticos. Incluyó 39 ensayos clínicos aleatorizados (ECA) con un total de 2.599 pacientes con dermatitis atópica desde leve hasta grave; 6 de los ECA evaluaron a adultos. Las bacterias usadas eran Lactobacillus y Bifidobacteria; los tratamientos duraban de 4 semanas a 6 meses y los periodos de seguimiento fueron de 0-36 meses tras la finalización del tratamiento. Para la valoración de la severidad del eccema se utilizó la escala SCORAD ("Severity Scoring of Atopic Dermatitis"). La revisión encontró que:
- Los probióticos probablemente tuvieron poco o ningún efecto en la severidad de los síntomas según los pacientes -o los padres- (13 ensayos, 754 participantes, evidencia de calidad moderada). El análisis de los datos sugiere que no resultaría de utilidad realizar ensayos adicionales.
- Tampoco parecieron afectar a la calidad de vida (6 estudios, n=552; evidencia de baja calidad).
- El uso de probióticos podría reducir ligeramente la severidad del eccema medida por el investigador (24 ensayos, n=1.596).
- Los probióticos mostraron una mejoría en la puntuación global (paciente e investigador) de la severidad, pero que no tenía relevancia clínica (evidencia de baja calidad).
- No se encontró evidencia de que aumentaran el riesgo de eventos adversos (riesgo relativo 1,54; intervalo de confianza del 95%: 0,90-2,63); 7 ensayos, n=402; evidencia de baja calidad).
En base a estos resultados los autores concluyen que el uso que se hace actualmente de los probióticos no está basado en la evidencia.
La otra RS(4) comentada incluyó 25 ECA (n=1.599) publicados hasta diciembre de 2013 que evaluaron el efecto del tratamiento con probióticos o simbióticos en pacientes con dermatitis atópica medido mediante la escala SCORAD. El análisis se vio limitado por el uso concurrente de tratamientos tópicos en 15 estudios. Según esta revisión:
- El metaanálisis de los 25 ECA mediante modelo de efectos aleatorios mostró una disminución de la diferencia media de los valores de SCORAD del grupo de probióticos frente al grupo de control (diferencia ponderada de medias [DPM] -4,51; IC del 95%: -6,78 a -2,24; p <0,001), aunque Uptodate(5) considera esta diferencia clínicamente insignificante.
- Los probióticos mostraron un efecto significativo en niños mayores de 1 año (n=626; -5,74, IC del 95% de -7,27 a -4,20; p< 0,001; I 2= 28%; modelo de efectos fijos ) y adultos (n=120; DPM -8.26; IC del 95% de -13.28 a -3.25; p = 0,001;I 2 = 57%; modelo de efectos aleatorios). Pero su efecto no fue significativo en niños menores de 1 año (n=517; DPM 0,52; IC de 95% CI de -1,59 a 2,63; p = 0,63; I 2 = 48%; modelo de efectos aleatorios) .
- Los probióticos fueron efectivos en pacientes con enfermedad moderada o severa (DPM -4,66; IC del 95% de -7,33 a -1,99; p<0,01).
- Pero su efecto no fue mayor que el de placebo en la enfermedad leve (DPM -0,81; CI 95% de -4,21 a 2.60; p=0,25).
- El beneficio fue mayor con Lactobacillus exclusivamente que con Bifidobacterium.
En cuanto al tratamiento tópico, una reciente RS que aborda el uso de emolientes suplementados con probióticos y preparaciones basadas en bacterias en esta patología(6). La revisión incluyó 4 ECA y 3 ensayos controlados no aleatorizados publicados hasta noviembre de 2019, de pequeño tamaño muestral (9-75 pacientes). Entre sus hallazgos destacan:
- El uso de emolientes enriquecidos en bacterias vivas o lisadas mostró un beneficio significativo frente a placebo en la escala SCORAD.
- Ninguno de los estudios mostró eventos adversos serios o complicaciones.
- Entre los factores de confusión está el uso concurrente de otros tratamientos tópicos en 2 de los estudios.
- Los estudios fueron muy heterogéneos en cuanto a tipo de bacterias y edad y sexo de los pacientes.
Los autores concluyen que son necesarios estudios clínicos bien diseñados para establecer la eficacia de los probióticos tópicos en la dermatitis atópica.
*Recomendación B: basada en evidencia orientada al paciente inconsistente o de calidad limitada. Nivel de evidencia II: evidencia orientada al paciente de baja calidad.
**Nivel de evidencia 2 de Dynamed: “resultados de investigación que abordan los resultados clínicos y demuestran algún método de investigación científica, pero no cumplen con los criterios de calidad para alcanzar el Nivel 1”.