Aunque las dietas cetogénicas o el ayuno intermitente podrían mejorar el control metabólico en los pacientes con diabetes tipo 1, la evidencia actualmente disponible es muy escasa para poder recomendar este tipo de dietas de forma generalizada en estos enfermos.
Según la revisión, aunque los datos procedentes de estudios observacionales sugieren que una dieta baja en hidratos de carbono podría mejorar el control glucémico de algunos diabéticos tipo 1, una reciente revisión sistemática(2) concluye que son necesarios más estudios que evalúen sus efectos a corto y largo plazo en los diabéticos tipo 1. También apunta que datos procedentes de grandes estudios indican que el control glicémico en los diabéticos tipo 1 mejoraría más al aumentar que al disminuir la ingesta de hidratos de carbono. En cuanto a la hipoglucemia, la revisión indica que los datos disponibles son equívocos.
Los autores también explican que una dieta baja de carbohidratos conlleva requerimientos de insulina menores, pero en los niños se desconoce la cantidad de insulina y carbohidratos necesarios para el crecimiento y se ha observado un pobre crecimiento en los niños con diabetes tipo 1 sometidos a este tipo de dietas.
La revisión sistemática(2) comentada, sobre las dietas bajas en carbohidratos para los diabéticos tipo 1, incluyó 2 ensayos clínicos aleatorizados, 4 estudios pre-postintervención, 2 series de casos y una comunicación de un caso. El resultado primario a evaluar era la HbA1c y los resultados secundarios eran la hipoglucemia severa, la insulina diaria, el índice de masa corporal, la calidad de vida y la glucosa diaria media. Ocho estudios hacían referencia a la HbA1c: en 3 había una reducción estadísticamente significativa y en 5 el cambio no era estadísticamente significativo. Dos estudios compararon una dieta baja con una dieta rica en carbohidratosy ninguno de ellos mostró una diferencia significativa entre los grupos durante el seguimiento. Los 5 estudios que evaluaban la dosis diaria de insulina mostraron reducciones significativas con la dieta baja en carbohidratos. La gran heterogeneidad existente entre los estudios no permitió realizar un metaanálisis.
En una pregunta clínica(3) a propósito de un caso clínico de un niño, se explica que las dietas bajas en carbohidratos podrían reducir la hiperglucemia y mejorar el control de la HBA1c en adultos y niños tipo 1 a corto plazo, sin embargo considera que este tipo de dieta no debería recomendarse de forma rutinaria en los pacientes pediátricos con diabetes tipo 1 debido a que:
- este tipo de dietas en los niños pueden originar problemas serios a nivel metabólico, endocrino y psicológico;
- es frecuente la baja tolerancia y son dietas poco apetitosas;
- no hay consenso respecto a los niveles aceptables de cetosis en los niños;
- la literatura disponible sobre su efectividad es muy escasa (y no sería ético realizar este tipo de ensayos clínicos en niños).
Un ensayo clínico aleatorizado(4) cruzado, no cegado, con 14 diabéticos adultos tipo 1 (de los que sólo 10 completaron el estudio) concluye que una ingesta de 100 g de carbohidratos al día (12 semanas) comparada con 250 g/día (12 semanas) reduciría el tiempo que se pasa en hipoglucemia, la variabilidad glucémica y el peso, sin que se afectara el riesgo cardiovascular.
Sobre el ayuno intermitente se han localizado una revisión narrativa(5) que explica cómo deberían manejarse el ayuno intermitente en los sujetos diabéticos y un estudio observacional(6) realizado en diabéticos tipo 1 que realizaron ayuno durante el Ramadán.
La revisión narrativa(5) destaca el riesgo de hipoglucemias de los pacientes en tratamiento con insulina que realizan esta dieta por lo que hace recomendaciones específicas para la disminución de las dosis de insulina utilizadas durante este tipo de dieta e incide en una necesidad de intensificar los controles glucémicos realizados por los pacientes.
El estudio(6), realizado en 43 sujetos, concluye que los pacientes con diabetes tipo 1 no complicada pueden realizar de forma segura el ayuno durante el Ramadán. No se produjo un descenso significativo de la HBA1c durante el Ramadán en comparación con antes del Ramadán [61 ± 8,7 vs 58 ± 8,5 mmol/mol (7,7 ± 1,1% vs 7,5 ± 1,1%)] (p = 0,2); no hubo diferencias significativas (antes/después del Ramadán) en el tiempo pasado con glucemias >180 mg/dl, 72–180 mg/dl o <72 mg/dl; durante el Ramadán no se produjeron ingresos hospitalarios o episodios de cetoacidosis diabética; no se produjeron hipoglucemias severas durante el periodo de ayuno y el número de hipoglucemias detectadas durante el Ramadán fue menor que antes del mismo, aunque la tasa de hipoglucemia fue un poco mayor durante el periodo de ayuno que durante el periodo de ingestas.