En una pregunta publicada en el Banco de preguntas de Preevid en 2016 (ver abajo) se valoraba la efectividad de la mesoterapia (inyecciones intradérmicas de diversas sustancias) en la alopecia androgénica o alopecia androgenética (AA) y se concluía que, de forma global y a pesar de los beneficios aislados que muestran algunos estudios, no hay evidencias de que la mesoterapia sea una técnica efectiva. Además quedaba pendiente de evaluar la seguridad de esta terapia; habiendo sido comunicados efectos secundarios importantes. Entre las sustancias administradas por mesoterapia que se comentan en la respuesta está el plasma enriquecido de plaquetas (PEP).
Respecto a la efectividad específica de las infiltraciones de PEP para el manejo de la AA, tras la búsqueda realizada en las bases de datos de estudios Medline y Embase se han seleccionado 4 revisiones sistemáticas (RS) publicadas a lo largo de 2017(1-4) que valoran la efectividad de las inyecciones de PEP en la AA de hombres y/o mujeres y que coinciden en señalar que las inyecciones de PEP podrían ser beneficiosas para el manejo de la AA. Sin embargo, los estudios que incluyen dichas revisiones sistemáticas son en general de limitada calidad metodológica (principalmente ensayos no aleatorios, con un pequeño tamaño muestral, con periodos de seguimiento cortos y en los que el control que se utiliza es habitualmente otro área capilar del paciente que está siendo tratado con PEP). Además, la forma de medir la efectividad del tratamiento no es homogénea en los estudios y no hay suficientes datos que permitan establecer su seguridad.
En consecuencia se considera que se necesitan estudios más rigurosos, incluyendo muestras más grandes, mediciones cuantitativas del efecto y períodos de seguimiento más largos para clarificar la utilidad del PEP para el tratamiento de pacientes con AA. Destacar además que el proceso de administración del PEP no está estandarizado, utilizándose en los estudios diferentes dosis de PEP, diferentes formas de administración y distintos procedimientos para la preparación del plasma a inyectar.
En el resumen de las más reciente de las RS, publicada en julio de 2017(1), se comenta que se incluyeron 14 publicaciones, de las cuales 3 eran ensayos clínicos aleatorizados (ECAs), 4 ensayos prospectivos controlados, 4 ensayos prospectivos no controlados y 3 estudios retrospectivos. Siete de los nueve estudios informaron un aumento significativo de la densidad del cabello que oscilaba entre 12,3 y 45,9 cabellos/cm2 (es decir, 19-31% pelos/cm2). Cuatro estudios evaluaron la pérdida de cabello con la prueba de tracción y encontraron un resultado negativo después del tratamiento en más del 95% de los pacientes. Con respecto al grosor del cabello, un estudio informó un aumento en el diámetro del pelo del 46,4% y un estudio informó un aumento del 106,4% del "índice de masa capilar". Se concluye que, en general, el uso de inyecciones de PEP en pacientes con AA parece ser efectivo con respecto a la promoción del crecimiento del cabello perdido, la disminución de la pérdida de cabello y el aumento del espesor del cabello. Los efectos parecen ser progresivos desde la primera sesión de inyección, hasta un pico después de 3 a 5 sesiones y muestran atenuarse en ausencia de nuevas inyecciones. No se informó ningún efecto adverso importante en los 14 estudios clínicos.
En la RS de Ayatollahi(2) sobre el PEP para la alopecia no cicatricial (AA y alopecia areata) 18 artículos cumplieron los criterios de inclusión, 14 sobre la AA y 4 sobre la alopecia areata. Se incluyeron 2 informes de casos, 8 series de casos, 6 ensayos clínicos controlados y sólo 2 estudios identificados como ECAs (uno de ellos sobre alopecia areata). No fue posible hacer un meta-análisis sobre los resultados debido a la heterogeneidad de las intervenciones y de las evaluaciones de los resultados. Y los autores comentan que aunque muchos de los informes revisados informaron un resultado positivo para la eficacia de PEP en el crecimiento del cabello y el control de la pérdida de cabello, este resultado es cuestionable dado que la mayoría de la evidencia disponible tiene baja calidad y se han encontrado resultados controvertidos. Plantean finalmente que se requieren más estudios controlados aleatorios con más tamaño muestral y protocolos estándares con respecto al número y el intervalo de las sesiones de tratamiento, el número de plaquetas, el método de activación, etc., para investigar la eficacia y la seguridad del PEP en el tratamiento de la caída del cabello.
En otra RS(3) se incluyeron 7 estudios con un total de 177 pacientes en los que se evaluó la efectividad de las inyecciones de PEP frente a un control (en 3 de los estudios se utilizó un control interno: área contralateral del cuero cabelludo u otra área cutánea del propio paciente). Cuatro de los estudios fueron ECAs y los otros estudios retrospectivos no aleatorios. Cinco estudios (117 pacientes), informaron de un incremento significativo en el número de pelo por cm2 después de las inyecciones de PEP frente al control (diferencia de medias (DM) 17,90;IC del 95%: 5,84-29,95; P = 0,004); este resultado persistió cuando se agruparon sólo los 3 ECA que evaluaron este resultado (DM 22,92; IC del 95%: 5,51-40,33; P = 0,010). También se observó una diferencia significativa entre los dos grupos de tratamiento con respecto a la sección transversal del cabello (DM 0,22; IC del 95%: 0,07-0,38; P = 0,005), favoreciendo al grupo PEP, pero estos datos fueron reportados por solo dos estudios. No se encontró una diferencia significativa entre los dos grupos de tratamiento con respecto al porcentaje de aumento del número de cabellos (DM 29,19%; IC del 95% 22,04-80,41; P = 0,26) ni en el porcentaje de aumento del grosor del pelo (DM 32,63%; IC del 95% 16,23-81,48; P = 0,19) pero aunque no es estadísticamente significativo, estos resultados agrupados mostraron una tendencia hacia un aumento en el número de cabellos y en el porcentaje de grosor del cabello. Cuatro de los estudios incluidos no informaron ningún efecto adverso o complicaciones asociadas con las inyecciones de PEP; en las otras dos publicaciones no se informó sobre posibles efectos adversos. Los autores concluyen que la inyección de PEP para la restauración local del cabello en pacientes con AA parece aumentar el número y espesor del pelo con un mínimo o ningún efecto colateral. Sin embargo, la evidencia actual no respalda esta modalidad de tratamiento sobre el trasplante de cabello debido a la falta de protocolos establecidos (es decir, número de sesiones, centrifugación y zonas a inyectar) y la falta de resultados a largo plazo. Por lo tanto, se considera que los resultados de este metanálisis deben ser interpretados con precaución, y que se necesitan grandes estudios aleatorizados que verifiquen esta percepción.
Y en el meta-análisis de Gupta y Carviel(4) se analizaron los datos de 4 ensayos no aleatorios (N= 60). En los 4 estudios, tras inyectar el PEP directamente en el cuero cabelludo para estimular el crecimiento del pelo en pacientes con AA, se utilizó como medida del éxito del tratamiento la densidad del cabello. Los resultados del meta-análisis mostraron una DM a favor del PEP de 0,51 (IC del 95%: 0,14-0,88). Los autores concluían que, aunque hay evidencia que apoya su posible eficacia, es necesaria mayor investigación que lo confirme.
Por último comentar que otra RS(5) publicada en julio de 2017 evalúa la eficacia de diversos tratamientos no quirúrgicos de la AA en comparación con el placebo para mejorar la densidad del cabello, el espesor, el crecimiento (definido por un aumento de la relación anágeno / telógeno) así como la valoración global subjetiva de pacientes e investigadores. El criterios de selección de los estudios a evaluar fue que se tratase de ECAs, publicados hasta diciembre de 2016, en los que se comparase alguno de los tratamientos con placebo. Cumplieron los criterios de inclusión 23 estudios en los cuales se valoran como intervenciones terapéuticas minoxidil, finasteride, dutasteride y la luz láser de bajo nivel, indicándose en el documento que no fueron incluidos otros tratamientos porque se carecía de datos apropiados.
No se han encontrado ECAs posteriores a diciembre de 2016 que evalúen la utilización de PEP en pacientes con AA.
Las guías de práctica clínica(6-8) consultadas no incluyen la inyección de PEP entre las medidas terapéuticas a adoptar en mujeres u hombres con AA. Tampoco se encuentra mención a este tratamiento en la actualización de 2016 de una revisión sistemática de la Cochrane(9) sobre las intervenciones para la pérdida de cabello femenino.
En el sumario de evidencia de Uptodate(10) sobre el tratamiento de la AA en hombres se comenta que existe incertidumbre en cuanto a la eficacia del PEP para la AA, con estudios que muestran resultados contradictorios, y se considera que son necesarios ensayos clínicos de mayor tamaño muestral y de alta calidad para aclarar la eficacia del tratamiento con PEP. Esta terapia no se menciona en el sumario de evidencia que revisa el manejo de la AA en mujeres(11).
En el sumario de evidencia de Dynamed sobre la AA en hombres(12) se revisa la evidencia disponible y se indica que:
- La inyección de PEP puede mejorar la densidad del cabello y promover la angiogénesis y la proliferación de células foliculares en varones con AA (nivel de evidencia 2 [nivel medio]). [Ver niveles de evidencia]
- La utilización de PEP muestra mejorar el crecimiento del cabello en grado clínicamente importante en el 40,6% -54,7% de los pacientes (nivel de evidencia 3 [falta de pruebas directas]).
Por su parte, en el sumario de evidencia de Dynamed que aborda la pérdida de cabello en mujeres(13) se señala además que en una revisión sistemática (compuesta mayoritariamente de series de casos) se encontró que el PEP aumentó la densidad o espesor del cabello en pacientes con AA (nivel 3 [sin evidencia directa]).