El jengibre (Zingiber officinale) es una opción no farmacológica recomendada en recientes guías de práctica clínica (GPC)(1-3) (ver además una pregunta previa publicada en el Banco de Preevid, abajo) para el manejo de las náuseas y vómitos del embarazo de intensidad leve y, aunque en términos generales no parece aumentar la tasa de aborto espontáneo respecto a las mujeres que no lo consumen, se consideran necesarios más estudios para poder establecer de forma contundente que es un producto totalmente seguro para la madre gestante y el feto/neonato.
En una pregunta clínica de 2016(4) sobre la utilidad del jengibre en las náuseas y vómitos del embarazo se hace referencia a los resultados de varias revisiones sistemáticas que abordan su efectividad y, en cuanto a la seguridad de su uso aporta que:
- En una revisión sistemática de la Cochrane(5) no se encontraron diferencias en las tasas de aborto espontáneo (en base a un ensayo clínico aleatorio [ECA] con 67 mujeres): riesgo relativo (RR) 0,36 (intervalo de confianza [IC] 95% 0,04-3,33).
- De tres estudios de cohorte(6-8) sobre la seguridad del jengibre (que se realizaron principalmente en mujeres en el primer o segundo trimestre) se destaca:
- En un estudio con 68.522 mujeres (1.020 utilizaron jengibre)(6), no se detectó un aumento del riesgo de muerte fetal / muerte perinatal, parto prematuro, bajo peso al nacer o baja puntuación de Apgar entre las mujeres expuestas al jengibre durante el embarazo en comparación con las mujeres que no habían estado expuestas. Tampoco hubo aumento de malformaciones fetales pero un porcentaje más alto de mujeres que usaron jengibre durante el embarazo experimentó sangrado vaginal después de la semana 17 en comparación con los controles (7,8% vs. 5,8%, p = 0,007). No hubo diferencias en los casos de "hemorragia" mayor significativa (cuando los análisis se limitaron al sangrado vaginal no “spotting” no se encontró una asociación significativa: odds ratio [OR] 0,11; IC 95% 0,8-1,7; OR ajustado 1,2; IC del 95% 0,8-1,9) y no hubo diferencias en la hospitalización relacionada con la hemorragia.
- En otro estudio con 375 mujeres(7), no hubo aumento en las malformaciones mayores, mortinatos (1,1% vs 0,5%, p = 0,66) o aborto espontáneo (1,6% vs 4,3%, p = 0,63), pero nacieron en el grupo control más niños con peso < 2.500 gr (1,6% vs 6,4%, p = 0,033 ).
- Y en otro estudio con 441 mujeres(8), tampoco se encontraron diferencias en la tasa de aborto espontáneo (OR = 0,8; IC del 95%: 0,3 - 1,9; p = 0,59), pero hubo una tendencia al aumento de mortinatos (2,7% vs 0,3%, p = 0,05)). En relación con la incidencia de malformaciones mayores, no se observó diferencia entre los dos grupos de estudio (OR = 4,9; IC del 95%: 0,9-25,5; p = 0,051). En relación a los resultados se destaca que debido a las limitaciones del estudio (el pequeño tamaño muestral, la corta exposición [mediana de 2 días] y los amplios IC) este aumento en la tasa de mortinatos requiere confirmación en estudios de cohortes más grandes.
Los autores del documento(5) concretan que en base a evidencia limitada, el jengibre estaría contraindicado cerca del parto o en mujeres con antecedentes de aborto espontáneo, sangrado vaginal o trastornos de la coagulación, debido al riesgo de hemorragia.
En la actualización de 2015(9) de la revisión sistemática de la Cochrane que referencia el texto de la pregunta(4) no se incluyeron nuevos estudios que modifiquen las conclusiones de la versión previa en cuanto a la asociación entre el consumo materno de jengibre y la tasa de aborto espontáneo.
Por otra parte, en una reciente revisión sistemática(10) sobre la seguridad de los remedios a base de hierbas durante el embarazo se evalúa al jengibre y se concluye que este producto se puede usar con seguridad para tratar náuseas y vómitos durante el embarazo al no reportar la literatura una mayor tasa de eventos adversos maternos o neonatales:
En la revisión se analizaron los datos de ocho ECAs, cinco de los cuales evaluaban la efectividad del jengibre para el manejo de las náuseas y vómitos del embarazo, y para el para el resultado del aborto espontáneo, se encontró que la ingesta de jengibre no causó un aumento significativo en comparación con un grupo de control (RR 0,80 [0,21-2,99]). El consumo de jengibre tampoco se asoció a una mayor tasa de mortinatos en comparación con la población general (RR 0,64 [0,03-13,59]).
Por último comentar que en dos de las GPC(1,2) que abordan el manejo de las náuseas y vómitos del embarazo se hace mención a la seguridad del jengibre:
- En la GPC de la “Society of Obstetricians and Gynaecologists” de Canadá(1) las preparaciones farmaceúticas de jengibre se considera seguras y efectivas, con una reducción significativa de las náuseas y vómitos del embarazo; existe evidencia de que el jengibre tiene actividad antagonista de la dopamina y la serotonina, lo que da como resultado una mejor motilidad gástrica sin efectos secundarios significativos. Añade que, aunque se podrían proporcionar datos más robustos sobre la seguridad mediante estudios más amplios, el jengibre es un aditivo alimentario común utilizado en todo el mundo sin evidencia de daño. La dosis recomendada es de 250 mg por vía oral 4 veces al día.
- Por su parte, la GPC del “Royal College of Obstetricians and Gynaecologists”(2) señala que no se ha objetivado un mayor riesgo de malformaciones mayores con el uso de jengibre pero que, sin embargo, hay datos de potenciales efectos adversos maternos, incluyendo un efecto anticoagulante, irritación del estómago y una posible interacción con betabloqueantes y benzodiazepinas.